Un estudio confirma la eficacia de las células madre para la regeneración de tejido óseo en casos de osteonecrosis en fase inicial

EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Un estudio confirma la eficacia de las células madre para la regeneración de tejido óseo en casos de osteonecrosis en fase inicial

Redacción

Ha sido promovido por la Asociación Médica para la Investigación y el Desarrollo de las Ciencias del Aparato Locomotor y demuestra que las células madre pueden detener el proceso y ‘curar’ la osteonecrosis en más del 80 por ciento de los casos siempre que se aplique en estadíos tempranos de la enfermedad


Madrid (8-4-10).- Las células madre continúan dando esperanzas en el campo de la Medicina. En esta ocasión, las buenas noticias llegan para los afectados de osteonecrosis. Por primera vez, se desarrolla y publica un estudio en España, en este caso centrado en la rodilla, que confirma la eficacia y utilidad de las células madre para la regeneración de tejido óseo en casos de osteonecrosis en fase inicial.

Este método de las células madre, tal como se demuestra en el estudio, promovido por la Asociación Médica para la Investigación y el Desarrollo de las Ciencias del Aparato Locomotor (AMICAL), “puede detener el proceso y ‘curar’ la osteonecrosis en más del 80 por ciento de los casos, siempre que se aplique en estadíos tempranos de la enfermedad”, explica el doctor Pedro Luis Ripoll, codirector de la Unidad de Traumatología del Hospital San Carlos de Murcia y autor de la investigación, publicada por la revista ‘Trauma’ de la Fundación Mapfre.

El doctor Ripoll, además, ha hecho hincapié en la especial importancia que adquiere el uso de esta técnica con células madre en pacientes jóvenes por las repercusiones que tiene la enfermedad y sus tratamientos en la calidad de vida. “Esta enfermedad resulta especialmente dramática en las personas jóvenes, ya que al sufrir una destrucción de una articulación hay que implantarle una prótesis, y es previsible que varias a lo largo de su vida, porque éstas duran un tiempo determinado”.

Este estudio se ha realizado en 40 pacientes, 20 mujeres y 20 hombres, con edades comprendidas entre los 32 y los 64 años, a los que se diagnosticó osteonecrosis atraumática de rodilla y que se sometieron a la implantación de células madre y a un seguimiento de entre 1,5 y 3 años, para observar su evolución.

Tal y como concluyen de los resultados del mismo, el doctor afirma que hay una relación causa-efecto “muy significativa” entre el desarrollo de necrosis ósea y la toma de corticoides, en aquellas personas que se ven obligadas por distintos tipos de enfermedades a tomar cortisona. “La cortisona, en algunos casos, provoca muerte celular en zonas del hueso que al estar situadas en articulación pueden desembocar en una destrucción de la articulación. Ocurre igual en las personas que hacen una ingesta abusiva de alcohol”, comenta el doctor Ripoll. Según sus conclusiones, entre el 18 por ciento y el 20 por ciento de los casos de osteonecrosis vienen provocados por el abuso del alcohol y éste es el principal desencadenante del aumento de la prevalencia de osteonecrosis entre la gente joven. En el caso de los corticoides, la prevalencia de osteonecrosis se estima entre el 5 y el 25 por ciento de los pacientes que han consumido de 0,5 a 1 miligramo al día de cortisona durante un mínimo de tres meses.

El doctor Ripoll, no obstante, asegura que la implantación de células madre no sustituirá a las prótesis, dado que cada tratamiento tiene su indicación y cada paciente tiene unas necesidades. En cualquier caso, insiste en que las células madre son una realidad con las que ya se está probando en otros campos de la Traumatología.

Con la mirada puesta en el futuro, Ripoll avanza que su equipo ya está desarrollando un programa de investigación en menores de 45 años para la regeneración del cartílago articular. “En deportistas de alto nivel se producen con frecuencia lesiones en el cartílago articular, por lo que estamos desarrollando un método para que las células madre se transformen en células del cartílago articular, condrocitos, y así poder regenerar el cartílago y el hueso que está debajo, el hueso subcondral, de manera que queda igual que antes de producirse la lesión”.