sábado, 10 de marzo de 2012

Cuando los fármacos fallan, la cirugía podría lograr el control de la epilepsia: MedlinePlus

Cuando los fármacos fallan, la cirugía podría lograr el control de la epilepsia: MedlinePlus


Cuando los fármacos fallan, la cirugía podría lograr el control de la epilepsia

Un pequeño estudio halla que los que sufren del trastorno del lóbulo temporal pueden librarse de las convulsiones

Traducido del inglés: miércoles, 7 de marzo, 2012
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MARTES, 6 de marzo (HealthDay News) -- Una epilepsia del lóbulo temporal incontrolable afectaba casi todos los aspectos importantes de la vida de John Keener.
A pesar de probar con un medicamento tras otro, Keener tuvo que dejar de conducir después de que tuvo un accidente grave mientras sufría una crisis. Debido a que no podía conducir, tuvo que abandonar la universidad. Tener una cita romántica parecía una misión imposible, porque Keener nunca sabía cuando sufriría una crisis.
Pero en 2006, su "vida cambió por completo" cuando se sometió a cirugía para la epilepsia.
"La cirugía hizo una diferencia inmensa en mi vida", aseguró Keener, de Camarillo, California. Una vez le devolvieron la licencia, pudo comenzar su propio negocio, y él y su novia, Christine Smith, están celebrando su primer aniversario.
"La epilepsia es una afección grave, y en aproximadamente un tercio de los pacientes los medicamentos no la controlan", explicó el Dr. Jerome Engel Jr., director del Centro de Trastornos Convulsivos de la Universidad de California, en Los Ángeles. "Mientras más espera alguien para someterse a cirugía cuando los fármacos no funcionan, menos probabilidades hay de que se les pueda ayudar a tener una vida normal. Pero en personas que sufren de epilepsia del lóbulo temporal mesial, hay alrededor de 80 por ciento de probabilidades de que se liberen de las crisis tras la cirugía".
Engel es el autor líder de un estudio que aparece en la edición del 7 de marzo de la revista Journal of the American Medical Association que comparó el tratamiento médico continuo con la cirugía en personas que sufrían de epilepsia del lóbulo temporal mesial y en quienes los antiepilépticos no ayudaban.
La epilepsia es un trastorno que provoca impulsos eléctricos anómalos en ciertas áreas del cerebro, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular (NINDS) de EE. UU. Esos impulsos eléctricos anómalos pueden provocar un ataque convulsivo, también conocido como crisis de gran mal. Pero también pueden provocar otros tipos de crisis, llamadas crisis focales o crisis parciales complejas, que no son tan fáciles de reconocer.
Por ejemplo, Keener no sufría de ataques de tipo convulsivo. En lugar de eso, apuntó que simplemente se "desvanecía por un momento". Pero aunque no estaba consciente de lo que hacía mientras sufría una crisis, a veces continuaba hablando.
NINDS describe este tipo de crisis como una que altera el estado de consciencia. Las personas podrían hacer algo repetitivo, como caminar en círculos, o podrían seguir haciendo lo mismo que antes, pero no tendrán memoria al respecto. Estos tipos de crisis solo duran unos segundos. Esta forma de epilepsia con frecuencia lleva el nombre del área del cerebro afectada. En el estudio de Engel, se observó a personas que sufrían de epilepsia del lóbulo temporal mesial.
Los antiepilépticos ayudan a muchas personas, pero para algunas, los fármacos no aportan alivio. La Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology) recomienda pensar en la cirugía si dos regímenes distintos de antiepilépticos no controlan las crisis. Pero en muchos casos esto no sucede, y Engel dijo que el retraso en la cirugía después de que los fármacos no hayan logrado controlar las crisis puede llevar a una calidad de vida gravemente disminuida, accidentes causados por las crisis e incluso muerte repentina sin explicación.
Señaló que, en promedio, las personas que son remitidas a cirugía han sufrido de epilepsia durante 22 años. Y anotó que con frecuencia esa espera es demasiado larga. "La cirugía temprana es esencial para evitar las consecuencias de la epilepsia", enfatizó Engel.
En el nuevo estudio, 38 personas que habían tenido un diagnóstico de epilepsia del lóbulo temporal mesial durante un promedio de cinco años se asignaron al azar para recibir medicamentos o cirugía. Todos los voluntarios del estudio habían probado al menos dos antiepilépticos de marca que no habían logrado controlar sus crisis. A las personas tratadas con fármacos se les ofreció la opción de cirugía cuando el ensayo terminó. Keener estaba en el grupo de medicamentos en el periodo del estudio, y eligió la cirugía cuando el ensayo terminó.
La cirugía para este tipo de epilepsia conlleva identificar el área del cerebro que envía las señales eléctricas anómalas y la extirpación de esa pequeña área, según Engel.
Al final de los dos años, ninguna persona del grupo de medicamentos estaba libre de crisis, pero el 85 por ciento de las que se habían sometido a cirugía habían permanecido libres de crisis. Los que se sometieron a cirugía también reportaron una mejor calidad de vida que los del grupo de medicamentos. Además, en los dos años, en el grupo quirúrgico la proporción de los que podían conducir un coche pasó del 7 al 80 por ciento.
El efecto secundario más significativo de la cirugía fue un declive en la memoria. Sin embargo, según el NINDS la epilepsia sin controlar también puede provocar problemas de memoria. Los autores del estudio también anotaron que tres personas del grupo de medicamentos sufrieron de crisis graves y sin control (estado epiléptico).
El estudio se detuvo de forma precoz, porque los investigadores tuvieron dificultades para reclutar suficientes pacientes para que participaran.
El Dr. Ashesh Mehta, director de cirugía para la epilepsia del Instituto de Atención Integral para la Epilepsia de Manhasset, Nueva York, dijo que no le sorprendió que los investigadores tuvieran dificultades para lograr que los pacientes aceptaran participar en un estudio que asignaba tratamientos al azar. Anotó que la mayoría de personas saben si desean seguir con los medicamentos o someterse a cirugía, y quizás no deseen arriesgarse a ser asignadas al grupo del tratamiento que no les interesa.
Mehta comentó que los hallazgos tampoco le sorprendieron. "Los pacientes correctamente seleccionados por lo general tienen un resultado mucho mejor con la cirugía. Librarse de las crisis es una de las cosas más importantes, pero hay tantas personas que viven vidas limitadas por las crisis. Mientras más pronto se haga la cirugía, a menos tendrá que renunciar", enfatizó Mehta.
Tanto Mehta como Engel sugirieron que las personas que han probado dos o más antiepilépticos y siguen teniendo crisis que interfieren con el trabajo, la escuela o las relaciones interpersonales deben buscar tratamiento en un centro de epilepsia.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Jerome Engel, Jr., M.D., Ph.D., Jonathan Sinay Distinguished Professor of Neurology, Neurobiology, and Psychiatry and Biobehavioral Sciences, and director, UCLA Seizure Disorder Center, David Geffen School of Medicine, University of California, Los Angeles; Ashesh Mehta, M.D., Ph.D., assistant professor, neurosurgery, Hofstra North Shore-LIJ School of Medicine, and director, epilepsy surgery, Comprehensive Epilepsy Care Center, Manhasset, N.Y.; John Keener, Camarillo, Calif.; March 7, 2012, Journal of the American Medical Association
HealthDay
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