DOS ANTÍGENOS HAN SIDO PROBADOS CON ÉXITO EN MODELOS ANIMALES
En busca de una vacuna para infecciones por 'Acinetobacter'
Un grupo del Hospital Universitario Virgen del Rocío y del Instituto de Biomedicina de Sevilla ha patentado dos compuestos proteicos con los que se prevé desarrollar una vacuna que proteja a los pacientes de infecciones por la bacteria Acinetobacter baumannii.
Carmen Cáceres. Sevilla | 22/03/2012 00:00
Jerónimo Pachón, del Hospital Universitario Virgen del Rocío. (DM)
En este sentido, su grupo ha patentado dos compuestos proteicos con los que se prevé desarrollar una vacuna. "Estas sustancias ya han sido probadas con éxito en modelos animales de experimentación; de hecho, los primeros resultados han sido avalados y publicados por Infection and Immunity y Vaccine". Este estudio, desarrollado por el equipo de investigación que lidera Pachón junto con Michael McConnell, investigador del programa Miguel Servet, se centra en optimizar la composición de la vacuna. "El objetivo final es lograr una inyección que despierte una respuesta inmune protectora en los pacientes que cumplen determinados factores de riesgo para contraer una infección en el hospital y que pueda empeorar su estado de salud". De esta forma, se podría proteger a estas personas desde el momento en que se les programa una intervención quirúrgica que requiera un ingreso prolongado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Batería de medidas
Asimismo, "trabajamos para conseguir una vacuna que acelere la producción de anticuerpos frente a esta bacteria para así poder inmunizar también a los pacientes que acceden al hospital a través de Urgencias por enfermedades agudas", comenta Pachón, y subraya que la vacunación se incorporaría, por tanto, a la batería de medidas preventivas que se llevan a cabo en los centros sanitarios andaluces para reducir la tasa de infección por la Acinetobacter baumannii.
En cuanto al desarrollo de este proyecto, los investigadores están tratando de definir los mejores antígenos o compuestos proteicos para integrar una vacuna efectiva y de respuesta rápida frente a esta bacteria. "Una vez que finalice esta fase -se estima que sería en unos tres o cuatro años-, se iniciará el primer ensayo clínico en humanos en fase I para estudiar la seguridad y los posibles efectos secundarios de la inmunización". Según Pachón, el proceso habitual continúa con nuevas pruebas en pacientes para valorar la efectividad del medicamento en sí mismo y en relación con otros tratamientos disponibles en el mercado.
En caso de prosperar...
Por esta razón, hasta que se comercialice pueden pasar entre ocho y diez años, ya que, entre otros factores, la vacuna tiene que transferirse a empresas biotecnológicas con potencial para fabricarla. Hasta el momento, y aunque existen otros estudios encaminados a conocer mejor la forma de tratar las infecciones por dicha bacteria, "no existe ninguna inmunización de este tipo disponible, por lo que si nuestra vacuna prosperase podría ser la primera de su categoría en incorporarse a la práctica clínica".
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