La apnea del sueño afecta al rendimiento, a la capacidad intelectual, y aumenta el riesgo de hipertensión y lesiones cerebrovasculares
Madrid (16/03/2012) - Redacción
La Sociedad Española de Neurología, con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra el 16 de marzo, recuerda que aproximadamente el 30 por ciento de la población sufre alguna patología relacionada con éste
La apnea del sueño es la patología de sueño más común entre las personas que experimentan somnolencia diurna excesiva. Las personas que padecen apnea del sueño interrumpen, durante al menos 10 segundos, la respiración durante el sueño, esto hace que los niveles de oxígeno en sangre bajen y que el cerebro se active para que volvamos a respirar. Estos episodios pueden ser muy frecuentes durante la noche y hacen que el sueño sea superficial y fragmentado. En los países desarrollados, la apnea del sueño afecta a un 2-4 por ciento de la población, tanto adulta como infantil. Varones de edad madura con sobrepeso y mujeres que ya han pasado la menopausia, son los grupos poblacionales en los que se presenta una mayor incidencia.
Padecer apnea del sueño conlleva una mala calidad del sueño, que afecta a la capacidad intelectual, al rendimiento y que aumenta el riesgo de hipertensión y de lesiones cerebrovasculares. A diferencia de otras enfermedades los afectados no suelen ser conscientes de padecer este trastorno. Tal es así que la Sociedad Española de Neurología estima que hasta un 90 por ciento de los pacientes con apnea del sueño no están diagnosticados.
"La apnea del sueño es un importante problema de salud pública, no sólo por el riesgo que supone no dormir adecuadamente, sino porque se ha estimado que el 63 por ciento de las personas con problemas cerebrovasculares experimenta más de 10 apneas por hora", explica la Dra. Montserrat Pujol, vocal del Grupo de Estudio de la Vigilia y Sueño de la SEN. "Los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de mortalidad y de demencia en nuestro país y la primera de discapacidad en el adulto. Puesto que la relación entre apnea y los accidentes cerebrovasculares está claramente ligada, consideramos que identificar y tratar adecuadamente a estos pacientes es algo primordial".
El tratamiento más habitual para pacientes con apnea moderada y severa es la utilización de un dispositivo de presión aérea positiva, también llamado CPAP. "Diversos estudios sostienen que el tratamiento con CPAP disminuye tanto el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular como de muerte por esta causa", señala la Dra. Montserrat Pujol.
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