Un menor consumo de azúcar no reduce la prevalencia de la obesidad
(10-12/03/2012) - E.P.
Según una investigación se produce un descenso notable de la ingesta de azúcares en el mismo periodo en que aumentan el sobrepeso y la obesidad
Investigadores de la Universidad de Sidney aseguran que los esfuerzos para reducir la ingesta de azúcar pueden disminuir su consumo pero no necesariamente la prevalencia de obesidad, según los resultados de su investigación publicada en la revista Nutrients.
Según los datos facilitados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, el consumo per cápita de sacarosa refinada se ha reducido un 23 por ciento en el caso de Australia, un 10 por ciento en Reino Unido y un 20 por ciento en Estados Unidos, y si se tienen en cuenta todas las fuentes de edulcorantes calóricos, este descenso ha sido del 16, 5 y 23 por ciento respectivamente en cada país analizado.
Asimismo, se constató también un descenso en la venta de bebidas con edulcorantes calóricos de 64 millones de litros entre los años 2002 y 2006, además de una reducción del porcentaje de niños consumidores de bebidas azucaradas entre 1995 y 2007.
Sin embargo, los autores han reconocido como, a pesar de estos datos, la prevalencia de la obesidad se ha triplicado entre los australianos desde 1980, por lo que la causa de la actual epidemia de obesidad es compleja, multifactorial y susceptible de variación entre países.
De igual modo, explican que es necesario continuar investigando otros factores que puedan explicar el fenómeno ya que, mientras el consumo de azúcares se ha identificado como un factor etiológico plausible en Estados Unidos, poco se conoce de su relación en otros países.
Además, los autores cuestionan que los impuestos y otras medidas para disminuir la ingesta de refrescos sean eficaces para reducir la obesidad.
Este no es el primer estudio al respecto ya que, según un estudio recientemente publicado en Obesity Reviews, ya establecía que no hay datos "concluyentes" sobre el hecho de que el consumo de bebidas con edulcorantes calóricos haya contribuido únicamente a la obesidad.
Según los datos facilitados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, el consumo per cápita de sacarosa refinada se ha reducido un 23 por ciento en el caso de Australia, un 10 por ciento en Reino Unido y un 20 por ciento en Estados Unidos, y si se tienen en cuenta todas las fuentes de edulcorantes calóricos, este descenso ha sido del 16, 5 y 23 por ciento respectivamente en cada país analizado.
Asimismo, se constató también un descenso en la venta de bebidas con edulcorantes calóricos de 64 millones de litros entre los años 2002 y 2006, además de una reducción del porcentaje de niños consumidores de bebidas azucaradas entre 1995 y 2007.
Sin embargo, los autores han reconocido como, a pesar de estos datos, la prevalencia de la obesidad se ha triplicado entre los australianos desde 1980, por lo que la causa de la actual epidemia de obesidad es compleja, multifactorial y susceptible de variación entre países.
De igual modo, explican que es necesario continuar investigando otros factores que puedan explicar el fenómeno ya que, mientras el consumo de azúcares se ha identificado como un factor etiológico plausible en Estados Unidos, poco se conoce de su relación en otros países.
Además, los autores cuestionan que los impuestos y otras medidas para disminuir la ingesta de refrescos sean eficaces para reducir la obesidad.
Este no es el primer estudio al respecto ya que, según un estudio recientemente publicado en Obesity Reviews, ya establecía que no hay datos "concluyentes" sobre el hecho de que el consumo de bebidas con edulcorantes calóricos haya contribuido únicamente a la obesidad.
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