Mejora el funcionamiento de MECP2
La terapia génica puede ser efectiva en el síndrome de Rett
Investigadores han realizado un primer estudio que demuestra la reversión de los síntomas del síndrome de Rett en ratones mediante técnicas de terapia génica que podrían tener una potencial aplicación clínica.
Redacción | 21/08/2013 13:03
Dan Lioy, Saurabh Garg y Gail Mandel, principales autores del estudio (Laboratorio de Mandel)
El síndrome de Rett es un trastorno neurológico (el más incapacitante de los trastornos del espectro autista) ligado al cromosoma X, que afecta principalmente a las niñas, y que supone una prevalencia de uno de cada 10.000 nacimientos al año en Estados Unidos.
Los síntomas del síndrome de Rett se producen por una mutación ligada al cromosoma X llamada MECP2 (una proteína ligada a methyl CpG). El MECP2 es un gen que regula la actividad de muchos otros genes, activándolos o desactivándolos.
"La terapia génica es muy adecuada para este trastorno porque MECP2 se une al ADN en el genoma; no hay un único gen al que podamos aplicar actualmente un medicamento. Por lo tanto, la mejor oportunidad de tener un impacto importante en este trastorno es el de corregir al máximo el defecto subyacente de la gran cantidad de células que existen a lo largo del cuerpo. La terapia génica nos permite hacer eso", explica Gail Mandel, autor principal del proyecto.
Al igual que en las mujeres con el síndrome de Rett, sólo aproximadamente el 50 por ciento de las células de ratones hembras tenían una copia sana del gen MECP2. Después del tratamiento génico, el 65 por ciento de las células tenían un buen funcionamiento del gen MECP2.
Los ratones mostraron gran mejoría en la función motora, en los temblores, las convulsiones y en la unión de las extremidades posteriores. A nivel celular, las neuronas más pequeñas recuperaron la normalidad. Los experimentos bioquímicos demostraron que el gen funcionó como se esperaba en el núcleo de las células mediante la unión al ADN.
Uno de los síntomas de la enfermedad de Rett que no se consiguió mejorar fue la respiración anormal. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la corrección de este síntoma podría solucionarse dirigiendo un número de células superior al 15 por ciento que se había logrado en el tronco cerebral.
"Nos enteramos de un punto crítico y alentador en estos experimentos: que nosotros no tenemos que corregir todas las células con el fin de revertir los síntomas. Del 50 por ciento al 65 por ciento de las células que tienen un gen funcional tuvieron mejoras significativas", aseguró Saurabh Garg, otro de los autores de los estudios.
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