El diseño de fotoprotectores, en constante evolución

Los nuevos avances buscan suplir las carencias de las moléculas clásicas y abren la puerta al diseño de moléculas de amplio espectro que actúan como filtros de efecto pantalla y antioxidantes.

Marta Isern. Madrid | 05/08/2014 00:00

José Aguilera Arjona, profesor de Dermatología de la Universidad de Málaga y miembro de la AEDV (DM)

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La investigación en fotoprotección presenta cada vez más avances. Actualmente, se buscan filtros de amplio espectro, que cubran la radiación UVB y UVA y surgen nuevas moléculas con distintas capacidades para acompañar y potenciar los fotoprotectores de efecto pantalla derivados de la industria química. Éste es el caso de los fotoprotectores de origen natural, basados en el uso de algas, hongos y líquenes, o el aprovechamiento de estilbenos o polifenoles tipo flavonoides, con acción antioxidante y capaces de absorber la radiación ultravioleta.

Por otra parte, se acuña el concepto de fotoprotección biológica. "Se trata del modo de potenciar los mecanismos de protección naturales propios del organismo", ha explicado José Aguilera Arjona, de la Universidad de Málaga y miembro de la Academia Española de Dermatología (AEDV). Sus vías de protección consisten en la potenciación del sistema inmune. Un ejemplo es la estimulación de la melanogénesis, como análogo de la hormona estimulante de la melatonina (MCH). Dentro de este ámbito, también se están buscando sustancias que sean capaces de estimular la apoptosis, que hace posible la destrucción de las células dañadas, evitando la aparición de enfermedades como el cáncer.

Aguilera Arjona ha afirmado que hoy en día casi todos los componentes de fotoprotección están potenciados con antioxidantes. "Ahora hemos pasado al frente de la fotoreparación o fotoprotección desde el punto de vista sistémico, es decir, la ingesta diaria de componentes vitamínicos para tener una carga de antioxidantes óptima a la hora de exponernos al sol. No evitan la quemadura solar, pero sí disminuyen la dosis mínima eritemática hasta un 20 o 25 por ciento".

La fotoprotección combinada es muy recomendable en este aspecto. "Nunca hay que dejar de utilizar los filtros pantalla, pero estos pueden reforzarse mediante la ingesta de antioxidantes o mediante su aplicación tópica, como es el caso de las cremas antienvejecimiento". En el campo de la reparación, también se utilizan los reparadores directos de ADN: la endonucleasa liposomada T4, la fotoliasa, la enzima oxoguanosina glicosilada y los oligonucleótidos de timina.

Uso de los fotoprotectores pantalla
Existe un problema habitual respecto a la aplicación de los factores de protección. Los test estándar de laboratorio se realizan en base a una aplicación de 2mg de crema por cm2 (la aplicación ideal) y la realidad es que la gente suele ponerse una cantidad cuatro o cinco veces inferior. "Por eso es recomendable la aplicación de crema solar cada dos horas", ha insistido Aguilera Arjona.

Por ello, el cuidado de la piel no consiste sólo en la acción preventiva. "El cuidado postsolar es tanto o más importante que el cuidado previo. Las cremas para hidratar la piel tras los daños solares contienen sustancias calmantes como el alcohol mentol y demás que aportan sensación de frescor que disminuyen el efecto calorífico del eritema. Los dermatólogos incidimos en que ahí es donde debe potenciarse el uso de antioxidantes".

Perspectivas de futuro
La fotoprotección es un ámbito en constante estudio. El investigador ha planteado nuevas vías como la nanoencapsulación, cápsulas hechas con esqueletos carbonados de arroz o de semilla de frambuesa que transportan el principio activo y a su vez actúan como antioxidantes. Otra de ellas es la hibridación molecular, que combina en la molécula la acción de filtro y antioxidante. Un ejemplo sería la combinación de octilmetoxicinamato (uno de los protectores UVB más utilizados) y resveratrol, en la que el mismo filtro actúa como antioxidante.

"También están los filtros inteligentes, que contienen un pigmento fotocrómico y, dependiendo de la dosis de radiación ultravioleta, absorben más o menos luz", ha señalado. "Se está trabajando también con indicadores que avisan cuándo los fotoprotectores pierden eficacia. Consisten en una sustancia que se añade a la crema y la cambia de color cuando ésta comienza a fallar".