SE REGISTRA INCREMENTO DE CÁNCER DE HÍGADO EN POBLACIÓN LATINA
En México, según la Secretaría de Salud, mueren más de cinco mil personas al año a causa de cáncer en el hígado, padecimiento que ataca por igual a hombres y mujeres. En su etapa inicial, no causa síntoma alguno.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de hígado o carcinoma hepatocelular es la neoplasia maligna primaria de dicho órgano más frecuente y la quinta a nivel mundial, convirtiéndose en un problema de salud pública, ya que tiene una incidencia anual que iguala su mortalidad.
Según el doctor Howard Monsour, jefe de Hepatología del Hospital Houston Methodist, el mayor factor de riesgo para desarrollar carcinoma hepatocelular es la cirrosis, sin embargo, no todos los pacientes con cáncer de hígado tienen cirrosis y el cáncer puede generarse por enfermedades como la hepatitis B y C, el hígado graso y la enfermedad de hígado por alcoholismo.
En la última década, se ha incrementado la incidencia de carcinoma hepatocelular en la población latina en Estados Unidos. El doctor Monsour cree que la causa de este aumento posiblemente esté relacionada con la epidemia de obesidad entre los mexicanos-americanos y, en consecuencia, desarrollan la enfermedad de hígado graso que puede concluir en cáncer.
El doctor Monsour afirma que además de la obesidad y la diabetes en la población latina, un factor de riesgo para desarrollar cáncer de hígado es la genética. El gen PNPLA3 al parecer está jugando un rol importante en la incidencia de cáncer de hígado ya que 45 por ciento de los mexicanos en Estados Unidos tiene este gen, el cual es responsable de la inflamación del órgano cuando se convierte en hígado graso o cuando una persona ingiere bebidas alcohólicas. Este gen vuelve más susceptible a quienes lo portan para desarrollar cirrosis y, por lo tanto, aumenta la posibilidad de que aparezca carcinoma hepatocelular.
Una vez diagnosticado el carcinoma hepatocelular, la probabilidad de cura oscila entre el 57 y 73 por ciento de los casos, por lo que es sumamente importante un diagnóstico oportuno y temprano. El tratamiento para el cáncer de hígado puede abarcar un trasplante, cirugía, quimioterapia o radiofrecuencia, dependiendo de las características del carcinoma hepatocelular y la condición particular de cada paciente.
El doctor Monsour recomienda tener una alimentación balanceada, llevar un estilo de vida saludable practicando cualquier actividad física 30 minutos diarios, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y realizar cada seis meses un ultrasonido de hígado en caso de tener hepatitis B o C, hígado graso o cirrosis.
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