miércoles, 21 de octubre de 2015

Adaptar ciudades para tener una población saludable - DiarioMedico.com

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PROYECTO 'HEART HEALTHY HOODS'

Adaptar ciudades para tener una población saludable

'Barrios saludables', un proyecto para medir y entender las urbes en relación a dieta, ejercicio, alcohol y tabaco.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com   |  19/10/2015 00:00
 
 

Equipo que colabora en Barrios Saludables
El equipo que colabora en Barrios Saludables, en el que participan geógrafos, sociólogos, cartógrafos, periodistas, médicos de atención primaria y epidemiólogos. (DM)
El Proyecto Heart Healthy Hoods, que se traduce como Barrios Cardiosaludables, diseñado y coordinado por Manuel Franco, del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Alcalá de Henares, tiene como objetivo medir, cuantificar y entender cómo el entorno urbano se relaciona con la salud cardiovascular. El trabajo, de proyección internacional, y que ha recibido 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación para su ejecución de 2014 a 2019, tiene cuatro campos de actuación: el ejercicio físico, la alimentación, el tabaco y el consumo de alcohol. Para ello se han diseñado y se aplican metodologías cuantitativas y cualitativas y se usa un Sistema de Información Geográfica.
"Queremos conocer cómo se comportan los habitantes de Madrid y con qué recursos cuentan con respecto a esas variables de salud", ha explicado a DM Franco, quien ha participado en el VII Simposio científico del Ciberobn, celebrado en Madrid. Se trata de analizar cómo el entorno laboral y domiciliario influye en las elecciones saludables. "Estudiaremos cómo se relacionan esos entornos de forma grupal con el hecho de que cada individuo coma mejor o peor, haga más o menos ejercicio físico, fume y beba en exceso o no. La parte innovadora se halla en las vías preventivas: una, identificar y tratar a la población de alto riesgo; y otra, en la que se centra el trabajo, vivir en entornos más saludables".
El quid de la cuestión es saber cómo adaptar los entornos para que la población los utilice. "Hay que trascender al individuo para que la población sea más saludable"; así se conseguiría que la sociedad acudiera al trabajo en transporte público o, mejor aún, caminando o en bici. "Si fuera imposible comprar comida chatarra o si se cumpliera la normativa en tabaco y sólo se permitiera fumar a cincuenta metros de una empresa, de un hospital, de un parque, de la terraza de una cafetería... ¿Se cumpliría? Esa es una de las preguntas de la investigación".
Barrios saludables también mapeará el entorno en términos de ejercicio físico, de alimentación, etc., y analizará el riesgo cardiovascular y obesidad de los habitantes de entre 40 y 75 años en Madrid. Para ello se realizará un estudio de cohorte con 2.500 personas donde se medirá la calidad de su dieta, cuánto ejercicio físico realizan, y otros parámetros de riesgo cardiovascular. "Así veremos cómo el entorno se puede relacionar con los datos de salud".
Además, se utilizarán los datos de un millón y medio de pacientes de la misma edad que han acudido a AP para conocer la salud de la población. "Gracias a las metodologías que utilizaremos se podrá obtener, por ejemplo, el índice de salubridad de un barrio". El objetivo final es diseñar ciudades que permitan a la persona ser más saludable, al tiempo que se modifica la conciencia social para que el cambio sea grupal.
Los resultados de Barrios Saludables se relacionarán con los de otras ciudades europeas y estadounidenses. Franco, que pertenece al Departamento de Epidemiología del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, ha participado en un trabajo que compara el entorno alimentario, en términos de disponibilidad y accesibilidad de alimentos, en Baltimore y en Madrid.
El estudio, en revisión y pendiente de publicación, concluye que "son culturas y ciudades completamente diferentes. Baltimore está diseñada para hacer la compra en coche. Lo interesante es que en Madrid la gran mayoría de la población puede consumir alimentos sanos adquiridos a 200 ó 400 metros de su casa".
Ciencia ciudadanaEl estudio incluye el proyecto piloto Photovoice, del que próximamente habrá resultados, un ejemplo de ciencia ciudadana, para comprender mejor el papel del entorno alimenticio en relación con la dieta y la obesidad. "Durante dos meses los habitantes de dos barrios de Villaverde han hecho fotografías de la alimentación en su barrio, las han discutido con el resto de participantes, y han analizado los aspectos positivos y negativos", para determinar en qué deben mejorar para comer mejor, hacer más ejercicio y fumar y beber menos. "Esto es clave para adaptar las ciudades y prevenir la obesidad y la enfermedad cardiovascular". Con la información se realizará un fotolibro y una exposición.

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