Toxina botulínica para prevenir la fibrilación auricular

La toxina botulínica puede tener una nueva utilidad: prevenir la fibrilación auricular tras la cirugía de bypass.

Redacción. Madrid | 20/10/2015 00:00

Jonathan Steinberg, de la Universidad de Rochester. (American Heart Association)

La inyección de toxina botulínica durante la cirugía cardiaca de bypass reduce el riesgo de fibrilación auricular -que se produce en aproximadamente un tercio de los pacientes intervenidos-, según un estudio que se publica en el último número de Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology.

Un equipo dirigido por Jonathan Steinberg, de la Universidad de Rochester, en Dallas, desarrolló en dos hospitales rusos un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo que contó con la participación de 60 pacientes.

Los individuos que recibieron inyecciones de toxina botulínica en el pericardio presentaron un 7 por ciento de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular en los 30 días siguientes a la intervención, frente a un 30 por ciento de posibilidades en quienes recibieron suero salino.

Un año después de la cirugía, ninguno de los pacientes que recibieron Botox padecía la arritmia; en cambio, la complicación sí estaba presente en el 27 por ciento de los sujetos tratados con placebo.

No se comunicó ninguna complicación asociada a la inyección de toxina botulínica y los problemas derivados de la intervención quirúrgica fueron similares en los dos grupos.

Los investigadores advierten de que sus resultados deben ser corroborados por ensayos más amplios, pero vaticinan que esta estrategia podría aplicarse también a la prevención de la fibrilación auricular en pacientes sometidos a cirugía de reparación o reemplazo de válvulas cardiacas.