Traducido del inglés: jueves, 29 de octubre, 2015
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
MIÉRCOLES, 28 de octubre de 2015 (HealthDay News) -- A las personas casadas que se someten a una cirugía cardiaca podría irles mejor tras la operación que a las divorciadas, separadas o viudas, según una investigación reciente.
En el estudio, las personas que no estaban casadas (en lugar de nunca haber estado casadas) tenían un riesgo alrededor de un 40 por ciento más alto de morir o contraer una discapacidad nueva en los primeros dos años tras la cirugía, encontraron los investigadores.
"Las personas que estaban casadas sufrieron una reducción menor en el estatus funcional en comparación con las personas viudas, divorciadas o separadas", señaló el autor líder del estudio, el Dr. Mark Neuman. Neuman es profesor asistente de anestesiología y atención crítica de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia.
Aunque otras investigaciones han vinculado unas mayores probabilidades de supervivencia tras una cirugía cardiaca con el matrimonio, pocos investigadores han estudiado algún vinculo entre el estado civil y la recuperación quirúrgica, dijo Neuman.
Para el estudio, los investigadores reunieron datos de más de 1,500 hombres y mujeres inscritos en el estudio de salud y jubilación de la Universidad de Michigan, que se está llevando a cabo desde 1998. Cada dos años, los participantes respondieron a preguntas sobre su salud, su discapacidad y su estructura familiar.
El estudio, que se publico en línea el 28 de octubre en la revista JAMA Surgery, se concentró en los participantes que se habían sometido a una cirugía cardiaca. Neuman anotó que no había información disponible sobre los tipos de cirugía del corazón.
Los investigadores evaluaron qué tan bien podían los pacientes valerse por sí mismos tras la cirugía, lo que incluía realizar las actividades de la vida cotidiana, como vestirse, comer y ducharse sin ayuda.
Entre los pacientes del estudio, el 65 por ciento estaban casados, el 12 por ciento estaban divorciados o separados, el 21 por ciento eran viudos y el 2 por ciento nunca se habían casado.
Los hallazgos mostraron que el estado civil se asociaba de forma significativa con el riesgo de morir o de sufrir una nueva discapacidad funcional en el plazo de dos años tras la cirugía. Pero Neuman advirtió que el estudio solo encontró una asociación, no una relación causal.
Y apuntó que los del grupo que nunca habían estado casados tuvieron resultados similares a los del grupo de los casados, pero que eran tan pocos que se mostró renuente a sacar alguna conclusión firme sobre esos pacientes.
¿Por qué parece irles mejor a los casados? Aunque Neuman no puede decirlo con certeza, sugirió que los pacientes casados quizá reciban el máximo respaldo social de sus cónyuges para recuperarse.
Los hallazgos son coherentes con otras investigaciones sobre el estado civil y la salud, dijo Hiu (Cathy) Liu, profesora asociada de sociología de la Facultad Estatal de Michigan, que ha investigado el tema.
"Esto amplía el panorama general sobre las ventajas de las personas casadas en relación con las no casadas, sobre todo las divorciadas/separadas y viudas, al llevarlo a un resultado de salud más específico: una recuperación funcional postquirúrgica", aseguró Liu.
"Quizá las personas casadas disfruten del respaldo, la asistencia y la regulación de las conductas de salud de parte de sus cónyuges, cosas con las que, en general, las personas no casadas no cuentan. Eso podría explicar parte de las diferencias", sugirió.
Liu también apuntó que las similitudes entre las personas casadas y las que nunca se habían casado en el estudio "también son coherentes con estudios anteriores que sugieren que las personas que antes estaban casadas (las divorciadas y las que han enviudado) son las que tienen la mayor desventaja, mientras que las que nunca se han casado son más similares a las casadas".
Dijo que "probablemente lo que explica las diferencias es el proceso de la disolución del matrimonio (que es estresante y tiene muchos efectos negativos), más que el matrimonio en sí".
Los investigadores tampoco contaban con información sobre qué tan felices eran los matrimonios, lo que habría sido valioso, añadió Liu.
"El vínculo entre el matrimonio y los resultados de salud en realidad depende de la calidad del matrimonio. Un matrimonio de buena calidad ofrece respaldo, atención y ayuda, que son buenos para la salud. Un matrimonio de mala calidad aumenta la exposición al conflicto y al estrés, lo que podría dañar a la salud. Uno de mis estudios recientes en realidad mostró que una calidad matrimonial negativa se asociaba con más tipos de riesgo cardiovascular que una calidad matrimonial positiva", dijo Liu.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Mark Neuman, M.D., assistant professor of anesthesiology and critical care, Perelman School of Medicine, University of Pennsylvania, Philadelphia; Hui Liu, Ph.D., associate professor of sociology, Michigan State University, East Lansing; Oct. 28, 2015, JAMA Surgery, online
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