CONGRESO FACOELCHE 2017
Estudian el efecto hipotensor de la estimulación eléctrica en glaucoma
La aplicación de electrodos en los párpados dos veces por semana podría estar indicada en determinados pacientes con glaucoma.
Pilar Laguna. Elche | 06/02/2017 10:33
Félix Gil, responsable de la Unidad de Glaucoma del Hospital de la Asociación para Evitar la Ceguera. (Pilar Laguna)
Una terapia hipotensora sin fármacos permite reducir la presión ocular alrededor del 30 por ciento en pacientes no tratados previamente para glaucoma, según los resultados de un ensayo clínico presentado en el Congreso FacoElche 2017.
El tratamiento consiste en la aplicación de unos electrodos en los párpados, conectados a un microestimulador eléctrico que los pacientes se aplican durante 40 minutos, dos veces por semana, sin necesidad de utilizar gotas.
Los datos preliminares sobre los primeros cuatro meses del estudio, impulsado por el Hospital de la Asociación para Evitar la Ceguera y el Instituto Politécnico Nacional de México, acaban de revelarse en este foro oftalmológico que el año próximo celebrará su vigésimo aniversario. El investigador principal es el oftalmólogo Félix Gil Carrasco, responsable de la Unidad de Glaucoma del centro hospitalario y experto reconocido en esta patología ocular.
La terapia de estimulación eléctrica se está aplicando en 40 pacientes divididos en dos grupos, con o sin tratamiento médico. Los primeros han logrado bajar la presión ocular en un 30 por ciento, y los ya tratados, cerca del 25 por ciento. "Esto nos hace pensar que puede ser una alternativa terapéutica agregada y no invasiva para el glaucoma, porque en nada afecta al ojo", afirma Gil Carrasco, que ha participado activamente en el diseño del pequeño electroestimulador que se utiliza en el estudio. En realidad, el artilugio se diseñó en 2008 para lograr la reconexión de neuronas retinianas en pacientes con retinosis pigmentaria y en algunos con glaucoma, pero la bajada de presión intraocular que observaron en ellos dio pistas sobre otras aplicaciones.
"Se demuestra que tanto la farmacología, como la física o la electricidad constituyen nuevos enfoques terapéuticos y que deberíamos estudiar los aspectos físicos tanto como los biológicos cuando investigamos sobre enfermedades", explica Félix Gil a DM. Precisamente este oftalmólogo se está doctorando actualmente en electrónica y comunicaciones para un mayor ahondamiento en la fisiología trabecular y la fisiopatología del glaucoma.
Ese enfoque multidisciplinar es lo que ha propiciado la nueva aproximación terapéutica, ya que los investigadores han copiado el perfil eléctrico de la genisteína, tipo de fitoestrógeno natural que se encuentra en productos como la soja, por su capacidad de eliminar sustancias que inhiben la salida del potasio a través de los canales iónicos. "Estos son maxi canales de potasio dependientes del calcio que influyen en la salida del humor acuoso por la malla trabécular, y sabíamos que si fallan algunas de las funciones químicas, eléctricas y mixtas de estos canales las células trabeculares se hinchan y el humor acuoso tiene dificultades para salir hacia el conducto de Schlemm", comenta Gil Carrasco.
Tras estas observaciones decidieron aplicar un sistema eléctrico para favorecer la salida del potasio de las células trabeculares, observando que por mecanismos complejos se deshinchan y dejan pasar el humor acuoso. Además se obtiene una cualidad añadida: quitar espesor a las células trabeculares y darles elasticidad.
Esos mecanismos serían los que inducen la bajada de tensión intraocular cuando el paciente se somete este tratamiento con el microestimulador. "Tras años de estudios básicos, hemos demostrado que mejorar la conectividad de los canales iónicos funciona bajando la presión.
Con estos conocimientos, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México aprobó el protocolo para proseguir con el estudio, y ahora ya disponen de los resultados en 50 ojos -a algunos de los pacientes sólo se les trata uno- a los que se se está aplicando la microestimulación dos veces por semana durante 40 minutos. Como excepción, el protocolo del ensayo establece que durante la primera semana el tratamiento se haga diario, de lunes a viernes. Según Félix Gil, hay evidencia de que pacientes no incluidos en el protocolo lo están haciendo solamente una vez por semana y obteniendo la misma reducción en la tensión intraocular. "Iremos afinando la indicación y cuando se apruebe querríamos que los pacientes de glaucoma utilizaran el microestimulador antes que los medicamentos. Es mucho más seguro, y a la inocuidad suma la falta de molestias. Puedes dormir o escuchar música durante los 40 minutos de ojos cerrados, y los restantes días olvidarte del tratamiento". Una de las ventajas que señala es que en los días intermedios en que no se aplica la terapia la presión se mantiene estable.
El oftalmólogo, que define el glaucoma como "el gran segador silencioso" por la ceguera que llega a causar, cree que esta estimulación eléctrica será el primer tratamiento no farmacológico efectivo y sin invasividad que podría estar ya disponible en 2018, ya que el aparato microestimulador está patentado con fines terapéuticos y falta culminar el ensayo crítico y sus trámites ante las autoridades regulatorias. Y cree que, aunque en un futuro sería factible que los pacientes lo utilizaran como un sencillo dispositivo doméstico, se garantizará mejor la adherencia terapéutica si acuden a un centro sanitario con la periodicidad necesaria.
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