INVESTIGACIÓN
La agresividad terapéutica en Oncología, un mal muy extendido
Un estudio realizado en el Hospital Universitario de Santiago de Compostela muestra que el 19 por ciento de los pacientes reciben terapias agresivas en los últimos 14 días de su vida.
María R.Lagoa. Vigo | 08/05/2017 00:00
La agrevisidad terapéutica y la Oncología líquida (Tesis de FJ Barón. La agresividad terapéutica y la Oncología líquida)
La agresividad terapéutica en la atención de los pacientes oncológicos al final de su enfermedad está presente en nuestra realidad asistencial con más frecuencia de lo que recomiendan los expertos.
- "La medicina actual es demasiado intervencionista y muy tecnocientífica", apunta Barón
Esta es la demoledora conclusión de una tesis doctoral que rubrica Francisco Barón Duarte, oncólogo y vocal de la Comisión de Ética y Deontología del Colegio Oficial de Médicos de La Coruña.
La muestra utilizada en la investigación es de 1.001 pacientes oncológicos fallecidos en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela entre 2010 y 2013. Barón asegura que los resultados de su trabajo son extrapolables a otros centros. De hecho, los estudios realizados tanto en el ámbito anglosajón como español demuestran que existe agresividad terapéutica al final de la vida, especialmente si no hay buena coordinación con los dispositivos de cuidados paliativos y una planificación anticipada de esos cuidados."Hay datos de agresividad en la mayoría de los hospitales españoles", sentencia Barón.
Criterios de medición
El facultativo utiliza los criterios Earle, considerados el gold standard o canon de agresividad terapéutica en Oncología. Son seis indicadores clasificados dentro de tres grupos: sobreutilización de quimioterapia cerca de la muerte, mal uso de los dispositivos en relación con visitas a Urgencias e ingresos en UCI, y escasa o tardía utilización de los programas de cuidados paliativos (ver tabla 1).
- Hay que empezar con los cuidados paliativos en estados avanzados pero lo antes posible"
El 25 por ciento de los pacientes cumplen al menos un criterio de agresividad, el 12 por ciento dos y el 4 por ciento tres, lo que el autor atribuye a lo que denomina oncología líquida, que prioriza la molécula y la investigación sobre la persona como sujeto moral que sufre. Los resultados indican que se realizaron terapias agresivas en los últimos 14 días de vida en el 19 por ciento de los pacientes y que se iniciaron terapias antineoplásicas agresivas en el último mes, en el 20 por ciento.
Un porcentaje similar de enfermos, el 21 por ciento, tuvieron múltiples asistencias en Urgencias en el último mes de vida; el 69,7 por ciento fallecieron en la Unidad de Agudos y sólo el 30,3 por ciento en Cuidados Paliativos; el 14 por ciento murieron durante las 72 horas posteriores al ingreso en esta unidad (ver tabla 2).
"La medicina actual es demasiado intervencionista y muy tecnocientífica. La muerte es un fracaso en la sociedad actual. Creo que nos falta humildad, a los médicos los primeros", reflexiona Francisco Barón.
Su estudio refleja una escasa participación de los pacientes y la familia en torno a las decisiones. En el 57,6 por ciento de los casos se produjo una limitación del esfuerzo terapéutico clásica, es decir, fue el médico quien tomó la decisión con mínima participación del paciente; sólo fue compartida en el 2 por ciento de los casos.
Su estudio refleja una escasa participación de los pacientes y la familia en torno a las decisiones. En el 57,6 por ciento de los casos se produjo una limitación del esfuerzo terapéutico clásica, es decir, fue el médico quien tomó la decisión con mínima participación del paciente; sólo fue compartida en el 2 por ciento de los casos.
Cuidados paliativos
La integración de unos buenos cuidados paliativos, una planificación anticipada, la coordinación entre oncólogos y paliativistas, la consideración de los valores y preferencias del paciente y la limitación del esfuerzo terapéutico son el camino a seguir para evitar que estos pacientes mueran mal y reciban tratamientos agresivos en fases muy avanzadas. Según Barón, esta estrategia reduce en más de la mitad los indicadores de agresividad, como demuestran los programas implantados en regiones de Italia y Canadá.
En este sentido, los tratamientos limitados en el tiempo son un ejemplo práctico del modelo de decisión compartida, que complementan muy bien las instrucciones previas porque se adaptan a las situaciones cambiantes y facilitan la transición a cuidados de la etapa final.
Los cuidados son una obligación ética para cualquier profesional, pero en el ámbito de la Oncología no son una prioridad: "Hace falta un cambio de actitud, los oncólogos tienen que ser más proclives a hacer más cuidados a la vez que se buscan los mejores tratamientos específicos de la enfermedad. Hay que empezar con los cuidados paliativos en estados avanzados pero lo antes posible. Si hay metástasis óseas, hepáticas, pulmonares, sabemos que esa persona no se va a curar".
Tratamientos limitados en el tiempo
En un escenario clínico en el que se atienden pacientes con patologías incurables, la aplicación adecuada de los tratamientos limitados en el tiempo (TLT) puede contribuir a una muerte tranquila y a una mejor práctica clínica. La propuesta de la tesis consiste en comenzar por considerar la enfermedad. Seguidamente, consensuar el TLT con sus cinco elementos: definir el problema clínico y pronóstico, clarificar las metas del paciente, identificar objetivos señalizadores de mejora o deterioro, proponer un marco temporal y definir acciones potenciales al final del TLT. El siguiente paso es evaluar los objetivos en los tiempos consensuados y plantear un nuevo TLT o transición a la etapa de cuidados paliativos.
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