El aire acondicionado se relaciona con cuadros o síntomas respiratorios de diversa gravedad
Hasta un 20% de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen en verano a causa del uso inadecuado del aire acondicionado
El Médico Interactivo | 25 - julio - 2018 2:00 pm
“Cuando las temperaturas son elevadas es imposible resistirse al aire acondicionado, pero debemos aprender a usarlo adecuadamente para evitar riesgos para salud que pueden ir de un simple resfriado a una infección por bacterias o hongos graves” esta es la idea que han querido transmitir desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). De hecho, hasta un 20 por ciento de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen en verano a causa del uso inadecuado del aire acondicionado.
El motivo es que el aire acondicionado rebaja la humedad del ambiente causando sequedad de la mucosa nasal y la vía respiratoria superior, además de que tienden a acumular polvo, gérmenes u otro tipo de sustancias orgánicas en los filtros. Este efecto puede ocasionar molestias y de nuevo irritación e inflamación, por lo que suele recomendarse mantener un nivel adecuado de hidratación corporal mediante la ingesta correspondiente de agua.
En este sentido desde SEPAR recuerdan la importancia de revisar y limpiar los filtros del aire acondicionado de forma periódica, pero especialmente antes del verano. Se debe procurar mantener la calidad del aire de interior con adecuada ventilación. En relación al aire acondicionado, la temperatura más adecuada son los 22-24 grados, uno o dos grados más alta por la noche, y mantener una humedad del aire entre un 35 por ciento y un 60 por ciento.
Cuadros de diversas gravedad
Otra de las ideas que matiza SEPAR es que habitualmente estas afecciones son leves. Suelen producirse por el efecto irritativo e inflamatorio del aire frío sobre la vía aérea superior, faringe o laringe o incluso a nivel bronquial. También temperaturas excesivamente bajas o los cambios de bruscos de temperatura al pasar de un lugar con aire acondicionado a la calle, sin que el cuerpo tenga tiempo de aclimatarse son el origen de gran parte de los refriados de verano.
También es importante mencionar que la mayoría de los catarros relacionados con el aire acondicionado no suelen causar fiebre; y que los síntomas más frecuentes son los estornudos, la rinorrea y la congestión nasal. Lo más indicado ante un cuadro de estos es evitar volver a coger frío y evitar los cambios bruscos de temperatura. Y como norma general, para estos procesos nasales o faríngeos no se deben tomar antibióticos, puesto que se trata habitualmente de afecciones de origen vírico.
Sin embargo, como puntualiza Olaia Bronte, neumóloga y miembro del Área de Medio Ambiente de SEPAR, también pueden darse problemas más graves relacionados con los gérmenes que se acumulan en los filtros de aire acondicionado. “Entre los gérmenes relacionados con los sistemas de ventilación, el más conocido es la bacteria Legionella pneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave. Otros de los principales contaminantes del aire son los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad”, de forma que estas recomendaciones resultan de vital importancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario