miércoles, 25 de julio de 2018

Hasta un 30% de los ictus se relacionan con la contaminación - El médico interactivo : El médico interactivo

Hasta un 30% de los ictus se relacionan con la contaminación - El médico interactivo : El médico interactivo

El Médico Interactivo



Hasta un 30% de los ictus se relacionan con la contaminación

Expertos aseguran que reducir la polución ambiental ayudaría a frenar el aumento de casos de enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas


salud cerebral

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) daba a conocer la semana pasada que anualmente se producen más de 9 millones de muertes atribuibles al aire contaminado, que cada año causa más de tres millones de muertes prematuras en el mundo -27.000 de ellas en España-  y  que al menos el 90 por ciento de la población respira aire con niveles superiores a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, principalmente debido a la contaminación del tráfico.
Al respecto de estos datos, la Federación Mundial de Neurología ha querido incidir en el impacto negativo que la contaminación del aire tiene en la salud cerebral, en una campaña con el lema “Aire limpio para la salud del cerebro”.
Juan Carlos Portilla, vocal de la Sociedad Española de Neurología, aportaba a este respecto que “los efectos que tiene la contaminación ambiental en la salud son numerosos y en ningún caso los podemos reducir a la salud pulmonar. En los últimos años son muchos los estudios que han encontrado evidencias significativas sobre cómo la contaminación del aire afecta a cerebro y cómo está dañando la salud neurológica de la población”.
En concreto, un reciente estudio llevado a cabo por el Global Burden of Disease señala que hasta el 30 por ciento de los ictus que se producen cada año son atribuibles a los contaminantes del aire. Y, aunque aún se tienen que realizar más estudios al respecto, son muchas las investigaciones que ya sugieren que la contaminación podría desempeñar un papel relevante en el desarrollo de ciertas enfermedades cerebrales como autismo, trastornos por déficit de atención, demencias, Parkinson, cefaleas o que influyen de manera negativa en el proceso de maduración cerebral o en el desarrollo cognitivo de los niños.
Otros tóxicos para la salud cerebral
La Sociedad Española de Neurología (SEN) recalca que no solo la contaminación del aire es un factor de riesgo para las enfermedades neurológicas. Como explica Juan Carlos Portilla, “la exposición a neurotóxicos afecta a los procesos celulares que intervienen en el transporte de membrana y a las reacciones intracelulares, interfiriendo en la neurotransmisión. Además también pueden atravesar la barrera hematoencefálica, afectando directamente al sistema nervioso”.
Cabe tener en cuenta que  el 17,6 por ciento del total de los trabajadores españoles manipula contaminantes químicos y que el 22 por ciento de los trabajadores europeos inhalan humos y vapores durante una cuarta parte de su vida laboral, que es la vía de absorción de sustancias neurotóxicas más frecuente. Las consecuencias de estos datos según Portilla son que “la exposición a pesticidas se asocia a un mayor riesgo padecer Parkinson y Alzheimer; los disolventes pueden ocasionar síntomas neuropsiquiátricos o incluso daño neuronal; se ha descrito parkinsonismo por alta exposición al manganeso y al plomo; y la exposición a metales participa en la formación de placas seniles y en la muerte neuronal; etc”.
De esta forma, Jesús Porta Etesam, director de la Fundación del Cerebro, concluía que “teniendo en cuenta, que son las principales causas de mortalidad en nuestro país y que en España cada año aumentan el número de personas afectadas por una enfermedad neurológica creemos que es urgente realizar cambios que eviten que la población se vea tan expuesta a la contaminación”.

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