jueves, 11 de abril de 2019

Detección del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute

Detección del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute

Instituto Nacional Del Cáncer

Exámenes de detección del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Aspectos generales

Los cánceres de cavidad oral, faringe y laringe también se conocen como cánceres de células escamosas de cabeza y cuello. Estos tipos de cáncer por lo general surgen en la mucosa que recubre la cavidad oral, la faringe y la laringe. Según las características anatómicas, el cáncer de células escamosas de la faringe se subdivide en: cáncer de nasofaringe, cáncer de orofaringe y cáncer de hipofaringe. En la Figura 1 se observa la anatomía de la faringe.
AMPLIARAnatomía de la faringe; el dibujo muestra la nasofaringe, la orofaringe y la hipofaringe. También se muestran la cavidad nasal, la cavidad oral, el hioides, la laringe, el esófago y la tráquea.
Figura 1.

Beneficios

Los datos probatorios son inadecuados para determinar si los exámenes de detección disminuirían la mortalidad por los cánceres de células escamosas de cabeza y cuello.
Magnitud del efecto: no hay datos probatorios de beneficio o perjuicio.
  • Diseño del estudio: datos probatorios obtenidos de un ensayo controlado aleatorizado y estudios de observación.
  • Validez interna: deficiente.
  • Congruencia: no corresponde (N/C).
  • Validez externa: deficiente.

Perjuicios

Los perjuicios no se han estudiado de modo sistemático y no se pueden cuantificar a partir de la bibliografía. Sin embargo, hay algunos perjuicios inevitables relacionados con los exámenes de detección rutinarios; entre ellos los siguientes:
  • Tratamiento innecesario relacionado con sobrediagnóstico.
  • Consecuencias psicológicas de resultados positivos falsos de las pruebas.
  • Diagnóstico erróneo debido a la variabilidad en la evaluación de las biopsias.
Magnitud del efecto: desconocida.
  • Diseño del estudio: estudios de observación.
  • Validez interna: deficiente.
  • Congruencia: N/C.
  • Validez externa: deficiente.

Descripción de los datos probatorios

Incidencia y mortalidad

Se calcula que se diagnosticarán 51 540 casos nuevos de canceres de cavidad oral y orofaringe en los Estados Unidos en 2018, y que 10 030 personas morirán por estas enfermedades.[1] La incidencia general anual en los Estados Unidos es de cerca de 11 casos por 100 000 hombres y mujeres; la tasa de incidencia es mayor en personas de 55 a 64 años.[2]
De 2005 a 2014, las tasas de incidencia aumentaron 1 % por año en personas blancas y disminuyeron 2 % por año en personas negras.[1] La incidencia ha ido en aumento para los cánceres de cavidad oral y orofaringe que se vinculan con la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Alrededor de 60 % de los cánceres de boca o faringe se encuentran en un estadio moderadamente avanzado (estadio regional) o son metastásicos en el momento del diagnóstico.[2] La tasa de supervivencia a 5 años es de 65 %.[1]
A nivel mundial, se calcula que el número anual de casos nuevos de cánceres de cavidad oral y orofaringe se acerca a 275 000, con una variación geográfica aproximada 20 veces mayor para algunas zonas.[3] Las tasas son particularmente elevadas en Asia del sur y en el sudeste asiático (India, Sri Lanka, Pakistán y Bangladesh), Francia y Brasil. En la mayoría de los países, los hombres exhiben tasas de cáncer de boca más altas que las mujeres (debido al consumo de tabaco) y tasas de cáncer de labio más altas (debido a la exposición solar por las ocupaciones al aire libre).[3]
El cáncer de laringe es menos común: la incidencia anual es de 3 casos por 100 000 personas. Se calcula que se diagnosticarán 13 150 casos nuevos en 2018 y 3710 personas morirán por esta enfermedad. La tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de laringe es de 61 %.[1] Los casos nuevos de cáncer de laringe disminuyeron en promedio 2,4 % por año durante los últimos 10 años. Esta disminución se atribuyó a la reducción del tabaquismo.
El cáncer de hipofaringe es poco frecuente; cada año se diagnostican cerca de 2500 casos nuevos en los Estados Unidos y la incidencia anual es de 0,7 casos por 100 000 personas.[4,5] La tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de hipofaringe es de 26 %.[5] Los casos nuevos han ido disminuyendo en un promedio de 2 % anual durante los últimos 20 años.[5] Esta disminución se atribuyó a la reducción del tabaquismo.
Los cánceres de nasofaringe son poco frecuentes en los Estados Unidos; la tasa de incidencia anual es de 0,7 casos por 100 000 personas.[6] No obstante, hay diferencias geográficas marcadas: la incidencia general en la China es 40 a 380 veces más alta que en los Estados Unidos.[6] Las tasas de cánceres de nasofaringe son elevadas en la población cantonea del sur de la China (incluso en Hong Kong), y se observan tasas intermedias en varias poblaciones indígenas del sudeste asiático, así como en nativos de la región del mar Ártico, África del Norte y el Oriente Medio. Los inmigrantes chinos de primera generación en los Estados Unidos conservan una tasa de incidencia alta, mientras que los descendientes nacidos en este país exhiben una incidencia reducida. La tasa de supervivencia a 5 años para el carcinoma de células escamosas queratinizante, el subtipo de cáncer de nasofaringe más frecuente en los Estados Unidos, es de 46 %.[7]

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de los cánceres de cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe en los hombres y mujeres estadounidenses son el tabaquismo (incluso el tabaco que no se fuma) y el consumo de bebidas alcohólicas. La infección por el VPH 16 se relacionó con un mayor riesgo de carcinoma de células escamosas de lengua y orofaringe.[8]
Los factores de riesgo del cáncer de nasofaringe son el consumo excesivo de bebidas alcohólicas (pero no el tabaquismo), los antecedentes familiares, ser descendiente de chinos (o asiáticos) y presentar una infección persistente por el virus de Epstein-Barr (VEB).[9]
Para obtener una descripción completa de los factores de riesgo relacionados con un aumento o disminución del riesgo de los cánceres de células escamosas de cabeza y cuello, consultar el sumario del PDQ sobre Prevención del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe.

Datos probatorios de los beneficios relacionados con los exámenes de detección

No hay programas poblacionales de exámenes de detección para los cánceres de células escamosas de cabeza y cuello en los países desarrollados, aunque se han recomendado los exámenes de detección oportunísticos o la detección durante las exploraciones periódicas de salud de la cavidad oral, el único sitio accesible sin endoscopia.[10,11]

Exámenes de detección de los cánceres de cavidad oral

Hay diferentes métodos para la detección de los cánceres de cavidad oral. Los cánceres de cavidad oral se presentan en una región del cuerpo que, por lo general, es accesible al examen físico realizado por el paciente, el odontólogo y el médico; además, la exploración visual es el método más común para detectar lesiones visibles. Se han utilizado otros métodos para aumentar la detección clínica de las lesiones orales, como el empleo del azul de toluidina, la biopsia por cepillado y la tinción con fluorescencia.
La inspección de la cavidad oral es, a menudo, parte de un examen físico en el consultorio del médico o el odontólogo. Se ha señalado que los individuos con riesgo alto visitan con mayor frecuencia al médico que al odontólogo. Aunque es más probable que los médicos brinden orientación sobre los factores de riesgo (como el cese del tabaquismo), es menos probable que realicen exámenes orales para detectar cáncer de boca en comparación con los odontólogos.[12] En general, solo una fracción (~20%) de los estadounidenses se someten a un examen para cáncer de boca. Los pacientes negros, los hispanos y aquellos con un grado de escolaridad más bajo tienen menos probabilidades de someterse a este tipo de examen, quizá por falta de acceso a la atención médica.[12] Un examen oral a menudo incluye la búsqueda de lesiones leucoplásicas y eritroplásicas que pueden progresar y convertirse en cáncer.[13,14] En un estudio, se observó que la visualización directa con fluorescencia (con un dispositivo manual sencillo en el quirófano) permitió identificar campos subclínicos de riesgo alto con cambios cancerosos o precancerosos que se extienden hasta 25 mm más allá del tumor primario en 19 de 20 pacientes sometidos a cirugía oral por tumores de células escamosas invasivos o in situ.[15] Sin embargo, este resultado todavía no se ha evaluado en el entorno de los exámenes de detección. Los datos indican que los marcadores moleculares quizás sean útiles para determinar el pronóstico de estas lesiones orales premalignas.[16]
El examen de rutina de pacientes asintomáticos y sintomáticos conduce a la detección de cánceres en estadios más tempranos y lesiones premalignas. Sin embargo, no hay datos probatorios definitivos que demuestren que este examen de detección permita reducir la mortalidad por cáncer de boca; tampoco hay ensayos controlados aleatorizados (ECA) en ninguna población occidental u otras poblaciones de riesgo bajo.[14,17-20]
En un solo ECA de exámenes de detección versus atención habitual, los habitantes de 13 conglomerados geográficos en el distrito de Kerala en Trivandrum (India) se asignaron al azar a someterse a exámenes de detección sistemática mediante inspección visual de la boca a cargo de personal de salud capacitado (7 conglomerados de participantes sometidos al examen, 6 conglomerados de participantes de control) cada 3 años durante 4 rondas de detección en el período de 1996 a 2008. Durante el período de seguimiento de 15 años, hubo 138 defunciones por cáncer de boca en el grupo de exámenes de detección, con una tasa de mortalidad por causa específica de 15,4 por 100 000 años-persona y 154 defunciones en el grupo de control, con una tasa de mortalidad de 17,1 por 100 000 años-persona (riesgo relativo [RR], 0,88; intervalo de confianza [IC] 95 %, 0,69–1,12). En un análisis de un subconjunto restringido a los consumidores de tabaco o bebidas alcohólicas, las tasas de mortalidad fueron de 30 y 39 por 100 000 años-persona, respectivamente (RR, 0,76; IC 95 %, 0,60–0,97). No se hizo ajuste de los IC para el diseño por conglomerados. En otro análisis de subgrupos, se calcularon los cocientes de riesgos instantáneos de mortalidad de grupos definidos por el número de veces que los participantes se sometieron a exámenes de detección, pero se hizo una comparación inadecuada de cada caso con el grupo de control de todo el estudio. No se presentaron datos sobre el tratamiento de los cánceres de boca.[21-24]
Además de los aspectos de la generalización a otras poblaciones y la ausencia de un resultado general con significación estadística para la mortalidad por causa específica, la interpretación de los resultados se dificulta por la falta de información detallada sobre la metodología del proceso de aleatorización, el ocultamiento de la asignación, el ajuste del efecto de los conglomerados y la información sobre el tratamiento. El número total de conglomerados aleatorizados fue bajo y hubo diferentes distribuciones según el nivel de ingresos y los bienes del hogar en los dos grupos del estudio. Los retiros y abandonos no se describieron bien. En resumen, el único ensayo aleatorizado no proporciona datos probatorios sólidos de un beneficio para la mortalidad por causa específica relacionado con un examen visual sistemático de la cavidad oral.
Las técnicas como la tinción con azul de toluidina, la biopsia o los exámenes citológicos por cepillado, o las imágenes con fluorescencia usadas como herramientas primarias o complementarias de los exámenes de detección no han demostrado tener una sensibilidad y especificidad superiores al examen visual solo y tampoco demostraron mejores desenlaces sanitarios.[14,25] En un ECA realizado en el condado de Keelung (Taiwán), se asignó al azar a 7975 pacientes con riesgo alto de cáncer de boca por tabaquismo o masticar palma de betel a someterse una sola vez a un examen de cáncer oral después de hacer gárgaras con azul de toluidina o con un placebo de un tinte azul.[26] Las tasas de resultados positivos de las pruebas fueron de 9,5 versus 8,3 %, respectivamente, (P = 0,047). La detección de lesiones premalignas no presentó diferencia estadística (cociente de tasas, 1,05; IC 95 %, 0,74–1,41). El número de diagnósticos de todos los tipos de cáncer de boca durante el corto período de seguimiento de 5 años fue demasiado pequeño para una comparación válida (seis en cada grupo).
No se establecieron bien las características de eficacia diagnóstica de las diversas técnicas utilizadas como complemento de un examen visual oral. En una revisión sistemática de la bibliografía sobre el azul de toluidina, otros complementos de la visualización y un análisis citopatológico en el contexto de los exámenes de detección, se observaron varias sensibilidades, especificidades y valores pronósticos positivos cuando se usó la confirmación mediante biopsia como criterio de referencia para evaluar el resultado.[27] Este intervalo de resultados se puede atribuir, en parte, a diferencias de las poblaciones estudiadas, tamaño y entorno de las muestras, así como los criterios para determinar un resultado positivo en una evaluación clínica o considerar la positividad para el resultado de una biopsia.

Exámenes de detección del cáncer de nasofaringe

Se han usado las pruebas con anticuerpos séricos relacionados con el VEB y las pruebas de ADN del VEB libre circulante para detectar y diagnosticar el cáncer de nasofaringe. En un estudio de observación de 20 349 hombres de 40 a 62 años, se usó la prueba de ADN del VEB libre circulante para detectar el cáncer de nasofaringe.[9,28] De los 34 pacientes, 1,5 % de los participantes tuvieron resultados positivos en dos exámenes de detección y se sometieron a una evaluación diagnóstica completa que condujo al diagnóstico de cáncer de nasofaringe. La prueba de ADN del VEB libre circulante tuvo una sensibilidad de 97,1 % (IC 95 %, 95,5–98,7) y una especificidad de 98,6 % (IC 95 %, 98,6–98,7 %). En ausencia de un grupo de control en este estudio, el estadio en el momento del diagnóstico se comparó con el de una cohorte histórica y se encontró una proporción más alta de cáncer en estadios I y II (71 vs. 20 %; P < 0,001), además de una supervivencia sin progresión a 3 años más alta en la población sometida a exámenes de detección. Sin embargo, es posible que el beneficio de supervivencia del estudio lo causara el sesgo de anticipación diagnóstica.
En otros programas de exámenes de detección del sur de la China se usan los anticuerpos relacionados con el VEB, pero es difícil determinar sus efectos debido a la falta de controles para establecer comparaciones de desenlaces de supervivencia.[9,29,30] En resumen, los estudios actuales sobre los exámenes de detección para el cáncer de nasofaringe no ofrecen datos probatorios sólidos de beneficios relacionados con la detección para este tipo de cáncer; en especial, en regiones que no son endémicas como los Estados Unidos.

Datos probatorios de los perjuicios relacionados con los exámenes de detección

Los perjuicios relacionados con los exámenes de detección del cáncer de células escamosas de cabeza y cuello se han estudiado poco en cualquier forma cuantificable.[20] Sin embargo, hay algunos perjuicios inevitables relacionados con los exámenes de detección rutinarios; entre ellos los siguientes:
  • Tratamiento innecesario de lesiones que no progresarían (sobrediagnóstico).
  • Consecuencias psicológicas de resultados positivos falsos de las pruebas.[31]
Otro posible perjuicio es un diagnóstico erróneo que lleva a un tratamiento insuficiente o excesivo debido a las interpretaciones subjetivas de los patólogos en el momento de interpretar las biopsias de lesiones orales. Cuando se compararon 87 diagnósticos obtenidos por biopsias de lesiones orales entre 21 patólogos locales y una interpretación duplicada por 2 de 3 patólogos centrales en un estudio multicéntrico de pacientes con antecedentes de cánceres del tubo aerodigestivo superior, el consenso solo fue entre moderado y bueno (coeficiente κ ponderado, 0,59; IC 95 %, 0,45–0,72).[32] En una clasificación bivariante del carcinoma in situ junto con carcinoma versus las lesiones menos graves, el acuerdo fue escaso, pero con IC muy amplios (coeficiente κ, 0,39; IC 95 %, -0,12–0,97). Los investigadores del mismo estudio analizaron el grado de acuerdo entre los patólogos locales y centrales usando el tejido adyacente con características clínicas normales de 67 lesiones sospechosas en la evaluación clínica que fueron sometidas a biopsia. El consenso sobre el tejido con características clínicas normales fue mejor que el de las lesiones visiblemente anormales, pero no se obtuvo un intervalo excelente (coeficiente κ ponderado, 0,75; IC 95 %, 0,64–0,86).[33]
Bibliografía
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Modificaciones a este sumario (05/30/2018)

Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este sumario a partir de la fecha arriba indicada.
Se añadió texto para indicar que en la Figura 1 se observa la anatomía de la faringe.
Se añadió la Figura 1 sobre la Anatomía de la faringe.
Se incorporaron otros cambios editoriales en este sumario.
Este sumario está redactado y mantenido por el Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención, que es editorialmente independiente del NCI. El sumario refleja una revisión independiente de la bibliografía y no representa una declaración de políticas del NCI o de los NIH. Para mayor información sobre las políticas de los sumarios y la función de los consejos editoriales del PDQ que mantienen los sumarios del PDQ, consultar en Información sobre este sumario del PDQ y la página sobre Banco de datos de información de cáncer - PDQ®.

Información sobre este sumario del PDQ

Propósito de este sumario

Este sumario del PDQ con información sobre el cáncer para profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y con fundamento en datos probatorios sobre los exámenes de detección del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe. El propósito es servir como fuente de información y ayuda para los médicos que atienden a pacientes de cáncer. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención, cuya función editorial es independiente del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa con regularidad este sumario y, en caso necesario, lo actualiza. Este sumario refleja una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de la política del Instituto Nacional del Cáncer ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Cada mes, los miembros de este Consejo examinan artículos publicados recientemente para determinar si se deben:
  • tratar en una reunión,
  • citar textualmente, o
  • sustituir o actualizar, si ya se citaron con anterioridad.
Los cambios en los sumarios se deciden mediante consenso, una vez que los integrantes del Consejo evalúan la solidez de los datos probatorios en los artículos publicados y determinan la forma en que se incorporarán al sumario.
Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este sumario se debe enviar mediante el formulario de comunicación en Cancer.gov/espanol del NCI. No comunicarse con los miembros del Consejo para enviar preguntas o comentarios sobre los sumarios. Los miembros del Consejo no responderán a preguntas del público.

Grados de comprobación científica

En algunas referencias bibliográficas de este sumario se indica el grado de comprobación científica. El propósito de estas designaciones es ayudar al lector a evaluar la solidez de los datos probatorios que sustentan el uso de ciertas intervenciones o enfoques. El Consejo editorial del PDQ sobre los exámenes de detección y la prevención emplea un sistema de jerarquización formal para establecer las designaciones del grado de comprobación científica.

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Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este sumario del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre los exámenes de detección y la prevención. PDQ Exámenes de detección del cáncer de cavidad oral, faringe y laringe. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/cabeza-cuello/pro/deteccion-boca-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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  • Actualización: 30 de mayo de 2018

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