miércoles, 17 de julio de 2013

La forma de la rodilla podría predecir quién se beneficiará de una cirugía del LCA, señala un estudio: MedlinePlus

La forma de la rodilla podría predecir quién se beneficiará de una cirugía del LCA, señala un estudio: MedlinePlus

 

La forma de la rodilla podría predecir quién se beneficiará de una cirugía del LCA, señala un estudio

Las radiografías podrían ayudar en la toma de decisiones, anotan los investigadores

Robert Preidt
Traducido del inglés: lunes, 15 de julio, 2013
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LUNES, 15 de julio (HealthDay News) -- La forma de la rodilla podría influir en si una persona se debe someter a una cirugía de reconstrucción tras sufrir un desgarre en el ligamento cruzado anterior (LCA), según un estudio reciente.
"Este es el primer estudio en mostrar que tras una ruptura del LCA, los cambios en los mecanismos de la rodilla pueden en realidad ser afectados por la forma de la rodilla", comentó en un comunicado de prensa del Hospital de Cirugía Especial Suzanne Maher, directora asociada del departamento de biomecánica del hospital, en la ciudad de Nueva York.
"Anteriormente, los investigadores solo habían llevado a cabo estudios que observaban si una forma particular de la rodilla hacía que una persona tuviera más probabilidades de sufrir una lesión del LCA, en particular en el colectivo de deportistas", anotó.
Cada año en EE. UU., unas 200,000 personas sufren un desgarre del LCA, y esas lesiones cuestan mil millones de dólares al sistema de atención de salud. Un desgarre del LCA aumenta el riesgo de desarrollar osteoartritis, degeneración articular y pérdida del cartílago que ayuda a estabilizar la rodilla.
La reconstrucción del LCA podría prevenir esos problemas, pero no todos los pacientes necesitan esa cirugía. Algunas personas tienen unas rodillas más estables y no desarrollarán más problemas tras un desgarre del LCA. No hacerse la cirugía podría ser una opción para los pacientes que no practican deportes que conlleven movimientos giratorios, como el fútbol o el básquetbol. Sin embargo, identificar a los pacientes que pueden evitar la cirugía sin desarrollar más problemas resulta difícil.
En este estudio, que aparece en línea como adelanto de su publicación en la revista Proceedings of the Institution of Mechanical Engineering, los investigadores llevaron a cabo experimentos con nueve rodillas de personas fallecidas para examinar cómo la forma de la rodilla afecta a la mecánica de la rodilla al caminar tras un desgarre del LCA.
Las rodillas fueron equipadas con un sensor que medía el estrés de contacto de un área crítica de soporte de peso en la parte superior de la tibia, llamada meseta tibial. Entonces, las rodillas se montaron en una máquina que replicaba la acción de caminar. Las rodillas se evaluaron antes y después de que se cortara el LCA para imitar un desgarre.
Los resultados mostraron que la forma de la rodilla puede ayudar a determinar cuáles pacientes tienen más probabilidades de desarrollar más daño en el cartílago en la parte delantera y en la trasera de la rodilla tras un desgarre en el LCA. Esto significa que las radiografías podrían ayudar a los médicos a identificar a los pacientes que no necesitan cirugía.
"Se trata de un estudio limitado porque eran rodillas de fallecidos, solo observamos la acción de caminar, es una muestra pequeña, nos enfocamos en el interior de la rodilla, etc., pero provee un poco de información sobre cómo funciona la rodilla tras una ruptura del LCA", apuntó Maher en el comunicado de prensa. "Aunque es un estudio de laboratorio, sugiere que la forma de la rodilla de una persona podría en última instancia ser utilizada como guía para ver si el paciente debe someterse a un reemplazo o a una reparación del LCA, en comparación con otros pacientes".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Hospital for Special Surgery, news release, July 2, 2013
HealthDay
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