pueden darse ADHERENCIAS ENTRE PIEL Y TENDONES
El abordaje de la cirugía de la mano debe ser muy agresivo
La Sociedad Catalana de Cirugía Ortopédica y Traumatología ha dedicado una
sesión a los avances en el diagnóstico y tratamiento de los accidentes laborales
que cursan con aplastamiento de mano. En estos casos, el abordaje debe ser
agresivo.
Javier Granda Revilla. Barcelona | 02/03/2012 00:00
El aplastamiento de la mano es un traumatismo que no se ha considerado de
manera tradicional como grave, aunque produce lesiones en piel, tendones, huesos
y ligamentos. Mireia Esplugas, responsable de patología de mano y muñeca de
Activa Mutua, ha explicado que, "incluso si la fractura no es muy importante o
sin fractura de base, es una patología grave porque para que funcione la mano
son precisos unos planos de deslizamiento entre piel y tendones, y entre tendón
y hueso. En el momento del aplastamiento se inicia un proceso de cicatrización
exagerado que hace que aparezcan adherencias entre piel y tendones, entre
tendones y hueso y entre la musculatura que rodea los tendones".
Este proceso deriva en rigidez en la mano, por lo que el paciente debe ser operado. Además, es precisa rehabilitación específica que, en muchas ocasiones, conlleva hospitalización. "Incluso con radiografías que no muestran lesiones graves, también debe considerarse una patología grave y, de entrada, ser agresivos para que no se formen estas cicatrices y adherencias que limitan la función de la mano, que es nuestra herramienta más perfecta".
En caso de que se produzcan estas rigideces, la cirugía para corregir dichas secuelas beneficia al paciente pero, a su vez, también provoca cicatrices a causa del propio acto quirúrgico. "Por este motivo, deben tratarse los aplastamientos, de entrada, de forma agresiva y sin escatimar medios y acciones. Así no se tendrá que llegar a la cirugía de la rigidez, porque nunca volverá a ser una mano perfecta".
Interactuación
Esplugas realiza estas cirugías con anestesia local, que permite interactuar con el paciente en tiempo real e ir liberando todas las rigideces progresivamente hasta conseguir que la articulación doble y estire en su totalidad. Las experiencias en este campo se presentaron el año pasado en el congreso de la Federación Europea de Sociedades de Cirugía de la Mano.
La cirujana también participará en marzo en el congreso de la Sociedad Europea de Cirugía de Muñeca (Ewas, en sus siglas en inglés) con dos comunicaciones. La primera está centrada en la artroscopia de muñeca y la segunda en el manejo del síndrome de dolor regional complejo, una complicación de las manos que, si no se trata de forma agresiva, acarrea limitaciones importantes.
Por último, Esplugas participará el próximo 21 de abril en la jornada organizada por la Sociedad Española de Traumatología Laboral (Setla), que estará centrada en patología de mano y muñeca y dirigida a médicos de mutuas laborales. Su intervención se centrará en la exploración física. "Creo que es muy importante, porque sabiendo cómo tocar, qué preguntar y cómo mover la mano del paciente se consigue mucha información clínica y nos orienta sobre las lesiones. Así se evita pedir muchas pruebas complementarias".
En su opinión, la poca atención que se presta a la exploración se debe a su dificultad, debido a la gran cantidad de huesos, tendones y ligamentos de la mano. "Por este motivo, tiene muchos matices clínicos y patológicos y, al ser muy difícil hacer una buena exploración, se acaba solicitando una resonancia o una ecografía y nos basamos en los resultados que nos dice el radiólogo, que a menudo también necesita formación específica para valorar pruebas complementarias de mano y muñeca", ha precisado la especialista.
Este proceso deriva en rigidez en la mano, por lo que el paciente debe ser operado. Además, es precisa rehabilitación específica que, en muchas ocasiones, conlleva hospitalización. "Incluso con radiografías que no muestran lesiones graves, también debe considerarse una patología grave y, de entrada, ser agresivos para que no se formen estas cicatrices y adherencias que limitan la función de la mano, que es nuestra herramienta más perfecta".
En caso de que se produzcan estas rigideces, la cirugía para corregir dichas secuelas beneficia al paciente pero, a su vez, también provoca cicatrices a causa del propio acto quirúrgico. "Por este motivo, deben tratarse los aplastamientos, de entrada, de forma agresiva y sin escatimar medios y acciones. Así no se tendrá que llegar a la cirugía de la rigidez, porque nunca volverá a ser una mano perfecta".
Interactuación
Esplugas realiza estas cirugías con anestesia local, que permite interactuar con el paciente en tiempo real e ir liberando todas las rigideces progresivamente hasta conseguir que la articulación doble y estire en su totalidad. Las experiencias en este campo se presentaron el año pasado en el congreso de la Federación Europea de Sociedades de Cirugía de la Mano.
La cirujana también participará en marzo en el congreso de la Sociedad Europea de Cirugía de Muñeca (Ewas, en sus siglas en inglés) con dos comunicaciones. La primera está centrada en la artroscopia de muñeca y la segunda en el manejo del síndrome de dolor regional complejo, una complicación de las manos que, si no se trata de forma agresiva, acarrea limitaciones importantes.
Por último, Esplugas participará el próximo 21 de abril en la jornada organizada por la Sociedad Española de Traumatología Laboral (Setla), que estará centrada en patología de mano y muñeca y dirigida a médicos de mutuas laborales. Su intervención se centrará en la exploración física. "Creo que es muy importante, porque sabiendo cómo tocar, qué preguntar y cómo mover la mano del paciente se consigue mucha información clínica y nos orienta sobre las lesiones. Así se evita pedir muchas pruebas complementarias".
En su opinión, la poca atención que se presta a la exploración se debe a su dificultad, debido a la gran cantidad de huesos, tendones y ligamentos de la mano. "Por este motivo, tiene muchos matices clínicos y patológicos y, al ser muy difícil hacer una buena exploración, se acaba solicitando una resonancia o una ecografía y nos basamos en los resultados que nos dice el radiólogo, que a menudo también necesita formación específica para valorar pruebas complementarias de mano y muñeca", ha precisado la especialista.
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