Precocidad desde la gestación
Abordaje precoz e intenso para frenar la epidemia diabética
El manejo de la diabetes tipo 2 se beneficia de una actuación rápida y contundente, al igual que la de tipo 1.
Sonia Moreno | soniamb@diariomedico.com | 01/07/2013 00:00
El tratamiento (con medidas en el estilo de vida y fármacos) intensivo y precoz es el que obtiene mejores resultados en los dos tipos de diabetes: la precocidad se podría remontar incluso a la gestación, en aras de evitar la diabetes tipo 2, y la intensidad remite a la combinación de nuevas familias de fármacos. Esta conclusión podría servir a modo de somero resumen de los trabajos presentados en la reunión anual de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), que se ha celebrado la semana pasada en Chicago. Esta asociación, junto con la Asociación Europea para el Estudio de la Dibetes y la Sociedad Española de Diabetes han organizado la reunión 'The Best of ADA' en Madrid, con el apoyo de Ferrer, para analizar los temas más relevantes presentados en la cita científica de ADA de este año.
Crece en todo el mundo
En la difícil tarea de sintetizar lo expuesto en esta cita científica, Ramón Gomis, endocrinólogo y director de investigación del Hospital Clínico-Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer (Idibaps), de Barcelona, destaca que hay que trabajar en la modificación del estilo de vida para frenar la epidemia de diabetes que, según todos los datos aportados, seguirá creciendo en todo el mundo.
Además, hay trabajos que apuntan que durante la gestación, el impacto de la nutrición y del ambiente puede determinar que, en la edad adulta, un determinado individuo obeso desarrolle, o no, la diabetes tipo 2. La gestación constituye, así, un periodo en el que también se podría incidir en la prevención de la diabetes tipo 2.
Cuanto antes, mejor
Sobre los factores en el estilo de vida clásicos, uno de los estudios presentados en el congreso, y adelantado en la edición digital de The New England, arroja conclusiones contrapuestas: por un lado, este trabajo llamado Look Ahead -el estudio de intervención más largo (once años de seguimiento) que analiza reducción de peso en la diabetes tipo 2- no muestra una mayor reducción de eventos cardiovasculares en la población sometida a programas de pérdida de peso con respecto a la que no, pero, como matiza su coordinador, John Jakicic (Universidad de Pittsburgh), "eso no significa que no haya que recomendar pérdida de peso ni ejercicio a los adultos con sobrepeso y diabetes, porque sí se ha observado un impacto en la salud en general de estos individuos, y en el control de la enfermedad en particular, cuando son sujetos físicamente activos".
Para Gomis, el trabajo indica que los beneficios aparecen si el cambio en el estilo de vida se instaura de forma precoz: cuando los pacientes tienen una obesidad que viene de lejos, el impacto en la salud es menor.
Así volvemos de nuevo al concepto inicial: hay que actuar rápidamente. A lo que podría añadirse: "Y con contundencia". Sonia Gaztambide, presidenta de la Sociedad Española de Diabetes y jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Cruces (Bilbao), menciona a ese respecto el trabajo EDIC, continuación del conocido Diabetes Control and Complications Trial (DCCT), que desde 1983 estudia el control y las complicaciones en diabetes tipo 1. Con información ya de 30 años, la endocrina expone que se confirma la superioridad del tratamiento intensificado, que busca normalizar al máximo los niveles de glucemia. "Parece existir una memoria o legado glucémico, en la que influye que el control sea el adecuado desde el principio. Eso se traduce en una reducción de las complicaciones micro y macrovasculares de estos pacientes".
Crece en todo el mundo
En la difícil tarea de sintetizar lo expuesto en esta cita científica, Ramón Gomis, endocrinólogo y director de investigación del Hospital Clínico-Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer (Idibaps), de Barcelona, destaca que hay que trabajar en la modificación del estilo de vida para frenar la epidemia de diabetes que, según todos los datos aportados, seguirá creciendo en todo el mundo.
- En prevención de la diabetes tipo 2, la precocidad es un valor: cuanto antes lleguen los cambios en el estilo de vida, más factible es evitar el síndrome y sus complicaciones
- A los factores de riesgo clásicos que desencadenan diabetes -obesidad y sedentarismo- se añaden ahora el sueño irregular, el estrés y la inflamación
Además, hay trabajos que apuntan que durante la gestación, el impacto de la nutrición y del ambiente puede determinar que, en la edad adulta, un determinado individuo obeso desarrolle, o no, la diabetes tipo 2. La gestación constituye, así, un periodo en el que también se podría incidir en la prevención de la diabetes tipo 2.
Cuanto antes, mejor
Sobre los factores en el estilo de vida clásicos, uno de los estudios presentados en el congreso, y adelantado en la edición digital de The New England, arroja conclusiones contrapuestas: por un lado, este trabajo llamado Look Ahead -el estudio de intervención más largo (once años de seguimiento) que analiza reducción de peso en la diabetes tipo 2- no muestra una mayor reducción de eventos cardiovasculares en la población sometida a programas de pérdida de peso con respecto a la que no, pero, como matiza su coordinador, John Jakicic (Universidad de Pittsburgh), "eso no significa que no haya que recomendar pérdida de peso ni ejercicio a los adultos con sobrepeso y diabetes, porque sí se ha observado un impacto en la salud en general de estos individuos, y en el control de la enfermedad en particular, cuando son sujetos físicamente activos".
Para Gomis, el trabajo indica que los beneficios aparecen si el cambio en el estilo de vida se instaura de forma precoz: cuando los pacientes tienen una obesidad que viene de lejos, el impacto en la salud es menor.
Así volvemos de nuevo al concepto inicial: hay que actuar rápidamente. A lo que podría añadirse: "Y con contundencia". Sonia Gaztambide, presidenta de la Sociedad Española de Diabetes y jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Cruces (Bilbao), menciona a ese respecto el trabajo EDIC, continuación del conocido Diabetes Control and Complications Trial (DCCT), que desde 1983 estudia el control y las complicaciones en diabetes tipo 1. Con información ya de 30 años, la endocrina expone que se confirma la superioridad del tratamiento intensificado, que busca normalizar al máximo los niveles de glucemia. "Parece existir una memoria o legado glucémico, en la que influye que el control sea el adecuado desde el principio. Eso se traduce en una reducción de las complicaciones micro y macrovasculares de estos pacientes".
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