ONCOLOGÍA Anastrazol en lugar de tamoxifeno
Una nueva alternativa para mujeres con alto riesgo de cáncer de mama
Anastrazol lleva más de una década utilizándose para reducir las posibilidades de recaída
Se confirma que también reduce la aparición del tumor en mujeres sanas con alto riesgo
Angelina Jolie, dos meses después someterse a una doble mastectomía, EL MUNDO
Aunque la mastectomía es la opción más conocida como método para prevenir el cáncer de mama en mujeres de alto riesgo, no es la única. Un fármaco como el tamoxifeno se viene utilizando desde hace años en mujeres que, por sus antecedentes familiares o su perfil genético, tienen muchas probabilidades de desarrollar este tumor. Otro medicamento hormonal, anastrazol, podría a partir de ahora convertirse en una alternativa más segura y eficaz al viejo tamoxifeno.
Anastrazol no es ni mucho menos un tratamiento moderno, lleva más de una década empleándose en mujeres que ya han sido operadas de un cáncer de mama para reducir sus posibilidades de recaer. Este medicamento actúa como un inhibidor de los estrógenos, las hormonas femeninas que actúan como 'gasolina' en muchos tumores de mama de tipo hormonal.
Dado su extendido uso en este tipo de prevención secundaria, muchos científicos ya sospechaban que este mismo papel podría funcionar en la prevención primaria; es decir, para reducir la aparición del tumor en mujeres sanas pero con alto riesgo de enfermar. Esa confirmación sobre el papel de anastrazol (un inhibidor de la aromatasa) acaba de conocerse a través de las páginas de la revista The Lancet, y coincidiendo con la celebración de uno de los congresos de mama más importantes, el Simposio de San Antonio, que estos días se celebra en esta ciudad estadounidense.
El estudio IBIS-II, realizado por científicos del Cancer Research británico (una organización sin ánimo de lucro que financia investigaciones oncológicas), demostró que anastrazol reducía la incidencia de tumores de mama en estas mujeres de riesgo un 53% y con pocos efectos secundarios.
Como explica a EL MUNDO desde San Antonio Ana Lluch, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Valencia, estos resultados confirman lo que ya se esperaba. "Y aunque hasta ahora ningún país había autorizado anastrazol para la prevención del cáncer de mama, estos resultados hacen que nos lo tengamos que plantear", asegura.
El trabajo se llevó a cabo entre 2003 y 2012 en un grupo de 3.864 mujeres sanas posmenopáusicas con más de un familiar con cáncer de mama, con una madre o hermana diagnosticada antes de los 50 o afectadas por la enfermedad en ambos pechos. Durante los cinco años de seguimiento, la mitad de ellas fue tratada con anastrazol y la otra mitad con placebo (no con tamoxifeno, el tratamiento habitual para estas mujeres). La intención de los autores es prolongar el seguimiento hasta los 10 años, e incluso comprobar si este efecto protector se prolonga después de que ellas interrumpan la medicación.
El fármaco, asegura Lluch, es una alternativa más segura y eficaz para las mujeres, lo que supondrá una alternativa más a considerar a la mastectomía profiláctica.
Anastrazol no es ni mucho menos un tratamiento moderno, lleva más de una década empleándose en mujeres que ya han sido operadas de un cáncer de mama para reducir sus posibilidades de recaer. Este medicamento actúa como un inhibidor de los estrógenos, las hormonas femeninas que actúan como 'gasolina' en muchos tumores de mama de tipo hormonal.
Dado su extendido uso en este tipo de prevención secundaria, muchos científicos ya sospechaban que este mismo papel podría funcionar en la prevención primaria; es decir, para reducir la aparición del tumor en mujeres sanas pero con alto riesgo de enfermar. Esa confirmación sobre el papel de anastrazol (un inhibidor de la aromatasa) acaba de conocerse a través de las páginas de la revista The Lancet, y coincidiendo con la celebración de uno de los congresos de mama más importantes, el Simposio de San Antonio, que estos días se celebra en esta ciudad estadounidense.
El estudio IBIS-II, realizado por científicos del Cancer Research británico (una organización sin ánimo de lucro que financia investigaciones oncológicas), demostró que anastrazol reducía la incidencia de tumores de mama en estas mujeres de riesgo un 53% y con pocos efectos secundarios.
Como explica a EL MUNDO desde San Antonio Ana Lluch, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Valencia, estos resultados confirman lo que ya se esperaba. "Y aunque hasta ahora ningún país había autorizado anastrazol para la prevención del cáncer de mama, estos resultados hacen que nos lo tengamos que plantear", asegura.
El trabajo se llevó a cabo entre 2003 y 2012 en un grupo de 3.864 mujeres sanas posmenopáusicas con más de un familiar con cáncer de mama, con una madre o hermana diagnosticada antes de los 50 o afectadas por la enfermedad en ambos pechos. Durante los cinco años de seguimiento, la mitad de ellas fue tratada con anastrazol y la otra mitad con placebo (no con tamoxifeno, el tratamiento habitual para estas mujeres). La intención de los autores es prolongar el seguimiento hasta los 10 años, e incluso comprobar si este efecto protector se prolonga después de que ellas interrumpan la medicación.
El fármaco, asegura Lluch, es una alternativa más segura y eficaz para las mujeres, lo que supondrá una alternativa más a considerar a la mastectomía profiláctica.
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