La nueva terapia de Novo Nordisk para la hemofilia A ofrece mayor libertad y flexibilidad a los pacientes
Madrid (27/11/2015) - Eva Fariña
• Turoctocog alfa, comercializado como Novoeight, puede conservarse a una temperatura ambiente de hasta 30 grados durante nueve meses
• Para Eva Mingot, el principal avance de la nueva terapia es la posibilidad que da a los pacientes para hacer una vida "prácticamente normal"
• Víctor Jiménez: "La hemofilia sigue siendo una patología crónica, pero con los nuevos tratamientos hemos conseguido que las secuelas derivadas sean cada vez menores"
La compañía farmacéutica Novo Nordisk ha presentado la primera terapia para el tratamiento de los pacientes con hemofilia A que puede conservarse a una temperatura ambiente de hasta 30 grados durante nueve meses. Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, ha explicado que el nuevo fármaco turoctocog alfa, comercializado como Novoeight, "es la primera innovación terapéutica que se presenta en el ámbito de la hemofilia en los últimos diez años".
Turoctocog alfa es el primer factor VIII recombinante que incluye filtrado de 20 nanómetros, lo que garantiza la máxima pureza del producto y una gran seguridad frente a patógenos infecciosos, según la información del producto. La hemofilia A afecta en España a unas 2.800 personas, de las que cerca de 700 tienen la variante grave.
Eva Mingot, hematóloga responsable del Área de Trombosis y Hemostasia en Adultos del Hospital Regional Universitario de Málaga, y Víctor Jiménez, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, han participado en la presentación de la nueva terapia. Para Eva Mingot, el principal avance de la nueva terapia es la libertad que da a los pacientes para hacer una vida "prácticamente normal". "Hasta ahora, nuestros adultos jóvenes estaban limitados para realizar viajes, por ejemplo, ya que debían viajar con una petaca de frío", ha señalado.
Por su parte, Víctor Jiménez ha hablado de las perspectivas de futuro que tienen las investigaciones relacionadas con la hemofilia que, como ha recordado, es "una enfermedad congénita, pero no hereditaria". "Aunque siga siendo una patología crónica, con los nuevos tratamientos hemos conseguido que las secuelas derivadas sean cada vez menores. Ahora mismo hay siete ensayos a nivel mundial que buscan la terapia génica, es decir, la curación del gen. Probablemente en un futuro se pueda curar, pero por ahora ya hemos conseguido que deje de ser una enfermedad invalidante".
Otro de los grandes avances, según Eva Mingot, es que gracias a la inserción de estos pacientes en la sociedad se han conseguido importantes beneficios económicos, sociales y laborales. "Actualmente podemos prevenir el daño en los músculos y en las articulaciones provocado por las hemorragias inherentes a la hemofilia gracias a la administración regular del factor deficitario en el paciente desde la infancia, en lugar del 'tratamiento a demanda', que consiste en tomar el fármaco cuando ya se ha producido la hemorragia".
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