La revista científica Nutrients ha publicado la investigación Ingesta de hierro y fuentes alimentarias en la población española: resultados del estudio Anibes. El propósito de este estudio, coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), ha sido evaluar las ingestas dietéticas de hierro de la población española según la edad y el género, así como analizar la contribución de diferentes grupos y subgrupos de alimentos y bebidas como fuente alimentaria de este mineral. Así mismo, el trabajo ha analizado la prevalencia de la adecuación de ingestas de hierro siguiendo las ingestas dietéticas de referencia de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, 2015).
La proporción de adecuación a
la ingesta total de hierro de las mujeres de la población Anibes fue del 17 por ciento y 27,3 por ciento según las referencias españolas y de la EFSA respectivamente y de
57,3 por ciento y 77,2 por ciento respectivamente en el caso de los hombres. En relación a la edad, las mayores ingestas de hierro se observaron en
los adolescentes (11,4 mg/día) y los niños (11,0 mg/día) frente a las de los
adultos y los mayores, que fueron de 10,4 mg/día y 10,2 mg/día en cada caso.Según Gregorio Varela Moreiras, presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), "son muchos los factores de alimentación que pueden dificultar o promover la absorción de este mineral, pero el determinante más importante es la necesidad sistémica de hierro: en un estado de insuficiencia en hierro, éste se absorbe más, y lo hace menos cuando los depósitos del mineral están repletos".
Respecto a los mecanismos de absorción, existen dos tipos de hierro dentro de una alimentación habitual: el hierro hemo y el hierro no hemo. El hierro hemo es entre 2 y 6 veces más biodisponible en la dieta que el hierro no hemo, "siendo el grupo de carne y derivados cárnicos la fuente mayoritaria en la alimentación. Respecto a esto, también es importante tener en cuenta las diversas recomendaciones de salud pública que aconsejan moderar la ingesta de carne y derivados cárnicos. Respecto al hierro no hemo, los cereales se consideran la fuente mayoritaria seguida de vegetales, frutas y legumbres, aunque debemos tener en cuenta que su biodisponibilidad puede verse comprometida en este caso", ha continuado Varela-Moreiras.
Por ello, "disponer de información detallada sobre las fuentes alimentarias de hierro es esencial para un mejor conocimiento de las fortalezas y debilidades de la calidad de la dieta española y para identificar grupos vulnerables de población" ha añadido Varela-Moreiras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de anemia en la población española oscila entre el 14 por ciento y el 18 por ciento en niños y mujeres en edad reproductiva, respectivamente.
Contribución de alimentos y bebidas a la ingesta de hierro
Respecto a la contribución de alimentos y bebidas a la ingesta de hierro, los grupos con una media de contribución más alta a la ingesta dietética de hierro son, tanto en hombres como mujeres, en primer lugar el de cereales y derivados (27,4 por ciento en hombres y 26,7 por ciento en mujeres), seguido del grupo carnes y derivados (22,7 por ciento en hombres y 19,8 por ciento en mujeres). En ambos casos, la ingesta fue significativamente superior en la población masculina. En tercer lugar, el grupo verduras y hortalizas reportó el 10,3 por ciento y 12,4 por ciento de ingesta de hierro en hombres y mujeres respectivamente, siendo significativamente superior en mujeres. En conjunto, los tres grupos de alimentos anteriores suponen el 60 por ciento o más de la ingesta de hierro en la población del estudio científico Anibes.
Por último, respecto a las ingestas de hierro atendiendo a la distribución geográfica de España, "el estudio observó que la zona centro del norte de España y la zona noreste presentaban ingestas diarias de hierro superiores, mientras la zona centro de la Península, las Islas Canarias y la zona sur tenían los consumos de hierro más bajos" ha concluido Varela.
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