Lo que hay que saber sobre los síntomas, diagnóstico y tratamiento de un traumatismo craneoencefálico
Un traumatismo craneoencefálico, incluyendo una conmoción cerebral, puede ocurrir en diversas situaciones. Y todo el mundo corre ese riesgo, sobre todo los niños y los adultos mayores.
Un accidente automovilístico, una “tacleada” de fútbol o una caída desafortunada, todas estas cosas —entre otras— pueden causar lesiones en la cabeza. Cualquier persona, a cualquier edad, puede sufrir estas lesiones, las cuales pueden dañar el cerebro.
El daño puede ocasionarse de tales formas: un movimiento brusco de la cabeza y el cerebro puede hacer que éste último rebote o se retuerza dentro del cráneo, estirando y lesionando las neuronas, y generando cambios químicos. Este daño se conoce como traumatismo craneoencefálico (TCE).
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) continúa investigando el traumatismo craneoencefálico, y fomenta el diseño de dispositivos médicos para ayudar a diagnosticarlo y tratarlo.
Las causas y los síntomas del traumatismo craneoencefálico.
Por lo general, un TCE es producto de un golpe, un impacto, una sacudida o un choque explosivo contra la cabeza, o una lesión penetrante en el cráneo que interrumpe el funcionamiento normal del cerebro. No todos los golpes en la cabeza producen un TCE. Pero cuando suceden, los TCE pueden ser desde “leves” (como una breve alteración del estado mental o de la conciencia) hasta “graves” (como un periodo más prolongado de pérdida del conocimiento o problemas de razonamiento y comportamiento después de sufrir la lesión).
Una conmoción cerebral es una forma de traumatismo craneoencefálico leve, y representa aproximadamente 75 por ciento de los TCE que ocurren cada año.
Los síntomas de un TCE leve incluyen:
- dolor de cabeza
- confusión
- vista borrosa
- cambios de comportamiento
Los TCE moderados y graves puede producir más síntomas, como:
- vómito reiterado o náuseas
- arrastrar las palabras al hablar
- debilidad de brazos o piernas
- problemas con la capacidad de razonamiento
Si tiene preguntas sobre el traumatismo craneoencefálico, incluyendo la conmoción cerebral, hable con su prestador de servicios de salud. Cualquier persona con indicios de sufrir un TCE de moderado a grave debe recibir atención médica lo antes posible. En caso de emergencia, llame al 9-1-1.
El diagnóstico de TCE y una importante advertencia de seguridad
Si bien puede ser difícil diagnosticar formalmente el traumatismo craneoencefálico, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el Congreso Estadounidense de Medicina de Rehabilitación y algunos otros han publicado pautas en ese sentido.
Un examen médico es el primer paso en el diagnóstico de una posible lesión en el cráneo. Por lo general, la evaluación incluye un examen neurológico. Este examen incluye una evaluación del razonamiento, la función motora (del movimiento), la función sensorial, la coordinación y los reflejos.
Las pruebas espectroscópicas, entre ellas las tomografías computarizadas (TC) y las tomografías por resonancia magnética (TRM), no diagnostican el TCE. Pero las pruebas realizadas con estos aparatos médicos controlados por la FDA pueden ayudar a los prestadores de servicios de salud a descartar una lesión potencialmente mortal en el cerebro (en particular el sangrado resultante de una lesión traumática que quizás exija atención médica o quirúrgica inmediata).
Los prestadores de servicios de salud también pueden usar otros dispositivos controlados por la FDA al contemplar un diagnóstico. Por ejemplo, la FDA ha verificado y evaluado la seguridad y efectividad de uncierto número limitado de dispositivos adicionales que los prestadores de servicios de salud pueden usar para ayudar a valorar, diagnosticar o dar seguimiento a las lesiones de sus pacientes en la cabeza. En cada caso, el dispositivo se estudió en su propio ensayo clínico para demostrar la seguridad y eficacia de su uso. Dicho esto, ninguno de estos dispositivos médicos está indicado como reemplazo de una tomografía computarizada o el buen juicio de un prestador de servicios de salud. Y la FDA no ha autorizado ni aprobado aún ningún producto médico individual que esté indicado específicamente para diagnosticar o tratar un traumatismo craneoencefálico, incluyendo la conmoción cerebral.
Usted puede informarse más sobre los dispositivos médicos que la FDA ha aprobado o autorizado para la valoración profesional de las lesiones en la cabeza en el portal de internet de la dependencia
Advertencia de seguridad importante: Durante una reciente inspección del mercado de los dispositivos médicos, la FDA se percató de que algunas empresas comercializan aparatos médicos para la valoración, diagnóstico o seguimiento de una lesión en la cabeza (incluyendo la conmoción cerebral) sin la aprobación o autorización de la dependencia.
Es posible que los dispositivos médicos que no están aprobados o autorizados por la FDA no diagnostiquen correctamente una conmoción cerebral, y un diagnóstico incorrecto puede llevar a que:
• se tome la decisión equivocada de permitir que una persona vuelva a jugar o a reanudar otras actividades con una lesión grave en la cabeza;
• se pase por alto el diagnóstico de una lesión en la cabeza más grave; o
• no se trate una lesión en la cabeza como es debido.
• se pase por alto el diagnóstico de una lesión en la cabeza más grave; o
• no se trate una lesión en la cabeza como es debido.
En marzo de 2019, la FDA publicó un Comunicado de seguridad para advertir sobre los graves riesgos de usar dispositivos médicos sin sancionar o no autorizados para el diagnóstico, tratamiento o seguimiento de una conmoción cerebral.
En conclusión: si tiene una lesión en la cabeza, procure atención médica de inmediato. La FDA no ha aprobado ningún dispositivo que pueda valorar o diagnosticar una conmoción cerebral sin que un prestador de servicios de salud la evalúe.
Otras medidas e investigación de la FDA sobre el traumatismo craneoencefálico
La FDA continúa colaborando con la comunidad médica y de investigación en la preparación de estudios clínicos mejor diseñados para poder diseñar nuevos productos médicos. Y continúa verificando y evaluando la seguridad y eficacia de los dispositivos.
Se necesitan formas más sensibles y objetivas para diagnosticar y detectar el traumatismo craneoencefálico leve. Y un diagnóstico oportuno es importante para evitar las lesiones reiteradas y ayudar a crear nuevas terapias. Esto es porque las lesiones repetitivas conllevan el riesgo de acarrear el “síndrome del segundo impacto”. Si el cráneo de las personas que no se han recuperado de una lesión en la cabeza sostienen una segunda lesión, esto puede acarear un daño más considerable para el cerebro y más déficits neurológicos. Y, en algunos casos, las lesiones repetitivas pueden ser mortales.
La FDA continúa investigando pruebas de diagnóstico para el TCE leve. Está estudiando los biomarcadores del TCE (los indicadores biológicos mensurables de un determinado estado o condición), tales como las imágenes del cerebro, los fluidos corporales (proteínas específicas en la sangre), e indicadores físicos, tales como el seguimiento del ojo, y un electroencefalograma (EEG), el cual rastrea y registra los patrones de las ondas cerebrales. También está investigando el uso de otros dispositivos espectroscópicos portátiles para detectar los TCE leves, incluyendo la espectroscopía de correlación difusa, que consiste en un aparato que puede monitorear los flujos sanguíneos del cerebro desde el pericráneo.
Además, los científicos de la FDA están realizando investigaciones con pacientes en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed de Bethesda, Maryland, y reclutando a más pacientes adultos, con y sin CTE, para una investigación permanente.
Lo que hay que saber sobre los efectos del traumatismo craneoencefálico
Quienes sufren un traumatismo craneoencefálico pueden enfrentar complicaciones a corto o a largo plazo que afectan la razón, los sentidos (como la vista o el equilibrio), el habla o las emociones.
Las personas que sufren su primer TCE leve tal vez sólo necesiten descansar y disminuir las actividades vigorosas por un corto tiempo. Aquellas con un TCE de moderado a grave tal vez necesiten terapia física (para ayudar con el movimiento del cuerpo), ocupacional (para ayudar con la realización de las tareas cotidianas) o psiquiátrica, entre otros apoyos.
Poco puede hacerse para revertir un daño cerebral causado por un traumatismo, informa el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, pero los profesionales de la salud se esforzarán por estabilizar a los pacientes y tratar de evitar un daño mayor.
Los efectos de largo plazo dependen de la gravedad y el lugar de la lesión, así como de la edad y el estado de salud general del paciente.
Recuerde, si tiene alguna pregunta sobre una lesión en la cabeza, hable con su prestador de servicios de salud.
Actualizado el 4 de abril de 2019
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Traumatic Brain Injury: What to Know About Symptoms, Diagnosis, and Treatment
Traumatic brain injury, which includes concussions, can happen in a variety of situations. And everyone is at risk, especially children and older adults.
A car accident. A football tackle. An unfortunate fall. These things—and more—can cause head injuries. Head injuries can happen to anyone, at any age, and they can damage the brain.
Here’s how damage can happen: A sudden movement of the head and brain can cause the brain to bounce or twist in the skull, stretching and injuring brain cells and creating chemical changes. This damage is called a traumatic brain injury (TBI).
The U.S. Food and Drug Administration continues to research TBI and encourage the development of medical devices to help diagnose and treat it.
Causes and Symptoms of TBI
TBI is often caused by a bump, blow, jolt, or explosive blast to the head, or a penetrating head injury that disrupts the brain’s normal function. Not all hits to the head result in TBI. But when it happens, TBI can range from mild (like a brief change in mental status or consciousness) to severe (like a longer period of unconsciousness or major problems with thinking and behavior after injury).
A concussion is a form of mild TBI—and represents about 75 percent of TBIs that occur each year.
Symptoms of mild TBI include:
- headache
- confusion
- blurred vision
- behavioral changes
Moderate and severe TBI can produce more symptoms including:
- repeated vomiting or nausea
- slurred speech
- weakness in the arms or legs
- problems with thinking abilities
If you have questions about TBI, including concussion, talk to your health care provider. Anyone with signs of mild, moderate or severe TBI should receive medical attention as soon as possible. Call 9-1-1 in emergency situations.
Diagnosis of TBI—and an Important Safety Note
While it can be hard to formally diagnose TBI, the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), the American College of Rehabilitation Medicine, and some others have published guidelines for diagnosing TBI.
A medical exam is the first step in diagnosing potential head injury. Assessment usually includes a neurological exam. This exam includes an evaluation of thinking, motor function (movement), sensory function, coordination, and reflexes.
Imaging tests, including computerized tomography scans (CT scans) and magnetic resonance imaging (MRI) tests do not diagnose TBI. But tests from these FDA-regulated medical devices can help health care providers rule out a life-threatening injury to the brain (particularly bleeding that resulted from the traumatic injury that can require immediate medical or surgical attention).
Health care providers also may use other FDA-regulated devices when considering a diagnosis. For instance, the FDA has reviewed and evaluated the safety and effectiveness of a limited number of other devices that health care providers can use to help assess, diagnose, or manage their patients’ head injuries. In each case, the device was studied in its own clinical trial to demonstrate its safe and effective use. That said, none of these medical devices is intended to replace a CT scan or the judgment of a healthcare provider. And the FDA has not yet cleared or approved any standalone medical products that are intended to specifically diagnose or treat TBI, including concussion.
Important safety note: During recent monitoring of the medical device market, the FDA became aware of some firms marketing medical devices for the assessment, diagnosis, or management of a head injury (including concussion) without proper FDA clearance or approval.
Medical devices that are not FDA-approved or FDA-cleared may not correctly diagnose a concussion. And incorrect diagnosis may lead to:
- A wrong decision to let a person return to play or other activities with a serious head injury;
- A missed diagnosis of a more serious head injury; or
- The lack of proper treatment for a head injury.
The FDA issued a Safety Communication in April 2019 to caution about the serious risks of using unapproved or uncleared medical devices for the diagnosis, treatment or management of a concussion.
The bottom line: if you have a head injury, seek medical attention right away. The FDA has not approved any devices that can assess or diagnose a concussion without an evaluation by a health care provider.
More FDA Actions and Research on TBI
The FDA continues to work with the research and clinical community to develop better-designed clinical studies so new medical products can be developed. And it continues to review and evaluate medical devices for safety and effectiveness.
More sensitive and objective ways to diagnose and detect mild TBI are needed. And timely diagnosis is important to prevent repetitive injury and to help develop new therapies. That’s because repetitive injury carries the risk of “second impact syndrome.” If people who have not recovered from a head injury have a second head injury, this can result in more significant injury to the brain and more neurological deficits. And, in some cases, repetitive injury can be fatal.
The FDA continues to research diagnostic tests for mild TBI. They are studying TBI biomarkers (measurable, biological indicators of a particular state or condition), such as brain imaging, biofluid (specific proteins in blood), and physical indicators such as eye tracking and EEG, which tracks and records brain wave patterns. They’re also investigating using other portable imaging devices to detect mild TBI, including diffuse correlation spectroscopy—a device that can monitor blood flows in the brain from the scalp.
Plus, the FDA’s scientists are doing research with patients at Walter Reed National Military Medical Center in Bethesda, Maryland. They’re recruiting more adult patients—including those with and without TBI—for continued research.
What to Know About the Impact of TBI
People who have TBI can face short- or long-term complications that affect thinking, sensation (including sight or balance), language, or emotions.
People with their first, mild TBI may just need to rest and reduce vigorous activity for a short period of time. Those with moderate to severe TBI may need physical therapy (to help with body movement), occupational therapy (to help with conducting daily activities), or psychiatric therapy and other support.
Little can be done to reverse any brain damage caused by trauma, reports the National Institute of Neurological Disorders and Stroke. But health care professionals will work to stabilize patients and try to prevent further harm. Long-term effects depend on the seriousness of the injury, location of the injury, and the age and general health of a patient.
Remember, if you have any questions about a head injury, please talk with your health care provider.
Updated: April 10, 2019
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