lunes, 26 de agosto de 2019

Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil (PDQ®) 7/7 –Versión para profesionales de salud - Instituto Nacional del Cáncer

Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil (PDQ®)–Versión para profesionales de salud - Instituto Nacional del Cáncer

Instituto Nacional Del Cáncer



Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Linfomas no Hodgkin poco comunes que se presentan en niños

En los niños, casi nunca se presentan linfomas de células B maduras de grado bajo o intermedio, como los linfomas linfocíticos de células pequeñas, los linfomas del tejido linfoide asociado a la mucosa (TLAM), los linfomas de células del manto, el mieloma o los linfomas de células foliculares. La clasificación más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica el linfoma folicular de tipo infantil y el linfoma de la zona marginal ganglionar infantil como entidades separadas de sus contrapartes en adultos.[1]
Con el fin de aprender más sobre las características clínicas y patológicas de estos tipos infrecuentes de linfoma no Hodgkin (LNH) infantil, el Children's Oncology Group (COG) inició un estudio de registro (COG-ANHL04B1). En este estudio se almacenan tejidos para análisis patobiológicos y se recaban datos limitados sobre el cuadro clínico inicial y el desenlace del tratamiento.[2]

Linfoma folicular de tipo infantil

El linfoma folicular de tipo infantil es una enfermedad que se diferencia clínica y genéticamente de su contraparte en los adultos y se reconoce en la clasificación de la OMS como una entidad diferente al linfoma folicular observado por lo común en adultos.[1] El sello génico distintivo del linfoma folicular es t(14;18)(q32;q21) que compromete a BCL2; sin embargo, esta translocación se debe excluir para diagnosticar el linfoma folicular de tipo infantil.[1,3-5] El linfoma folicular de tipo infantil se presenta de modo predominante en varones, se relaciona con una tasa alta de proliferación y es más probable que esté localizado.[3,6,7] En el caso del linfoma folicular de tipo infantil, en el diagnóstico inicial se suele detectar un componente de grado alto (es decir, de grado 3 con un índice proliferativo alto como la expresión de Ki-67 de >30 %) que se parece a un linfoma difuso de células B grandes; sin embargo, esto no indica una evolución más maligna en los niños. A diferencia del linfoma folicular en adultos, el linfoma folicular de tipo infantil no se convierte en un linfoma difuso de células B grandes.[1,3,5,7,8] Si bien se observa la enfermedad en estadio limitado en el caso del linfoma folicular de tipo infantil cuyos sitios comunes son los ganglios linfáticos cervicales y las amígdalas, la enfermedad también se presenta en sitios extraganglionares como los testículos, los riñones, el tubo gastrointestinal y las glándulas parótidas.[3-5,8-10]

Características biológicas del tumor

Desde el punto de vista molecular, el linfoma folicular de tipo infantil es distinto del linfoma folicular que se observa con más frecuencia en los adultos. El tipo infantil carece de reordenamientos de BCL2; tampoco expresa reordenamientos de BCL6 y MYC. Las mutaciones en TNFSFR14 son comunes en el linfoma folicular de tipo infantil y se presentan con frecuencia similar en el linfoma folicular en los adultos.[7,11] Aunque las mutaciones en MAP2K1 son infrecuentes en los adultos, se observan en hasta 43 % de los linfomas foliculares de tipo infantil. Se encontraron otros genes mutados (por ejemplo, MAPK1 y RRAS) en casos sin mutaciones en MAP2K1; esto indica que la vía de la cinasa MAP es importante durante la patogénesis del linfoma folicular de tipo infantil.[12,13] También se observaron translocaciones en el locus de inmunoglobulina y en IRF4, mutaciones en IRF8, así como anomalías del cromosoma 1p en el linfoma folicular de tipo infantil.[11,14,15]

Opciones de tratamiento para el linfoma folicular de tipo infantil

El linfoma folicular de tipo infantil es infrecuente en niños; solo hay informes de casos y series de casos pequeñas para guiar el tratamiento. El desenlace del linfoma folicular de tipo infantil es excelente: la supervivencia sin complicaciones (SSC) es cercana a 95 %.[3,5-8,10] En contraste con el linfoma folicular en adultos, la evolución clínica no está dominada por recaídas.[3,5,8,9]
Las opciones de tratamiento para el linfoma folicular de tipo infantil son las siguientes:
  1. Cirugía sola.
  2. Quimioterapia multifarmacológica, con rituximab o sin este.
En los estudios se indica que, en los niños con enfermedad en estadio I con resección completa, es posible indicar un abordaje de conducta expectante sin quimioterapia. Los pacientes con enfermedad en estadio más alto también tienen un desenlace favorable con quimioterapia de intensidad baja e intermedia, con las tasas de SSC de 94 % y de supervivencia general (SG) de 100 % durante una mediana de seguimiento de 2 años.[2,3,6,7] Aunque el número de pacientes pediátricos con linfoma folicular de tipo infantil es demasiado pequeño como para que se justifique llevar a cabo ensayos clínicos, en los estudios de pacientes adultos se apoya la adición de rituximab a los regímenes estándar (para obtener más información, consultar la sección sobre Linfoma folicular en el sumario del PDQ Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos).
Para los pacientes con tumores con reordenamientos en BCL2, el tratamiento es similar al que se administra a los pacientes adultos de linfoma folicular (para obtener más información, consultar la sección sobre Linfoma folicular del sumario del PDQ Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos).

Linfoma de la zona marginal (incluso el linfoma TLAM)

El linfoma de la zona marginal es un tipo de linfoma crecimiento lento que es infrecuente en pacientes pediátricos. El linfoma de la zona marginal se puede manifestar como enfermedad ganglionar o extraganglionar, y casi siempre es una enfermedad en estadio temprano (estadio I o estadio II). No está claro si el linfoma de la zona marginal que se observa en pacientes pediátricos es diferente desde el punto de vista clinicopatológico de la enfermedad que se observa en adultos. En el ámbito pediátrico, la mayoría de los linfomas de la zona marginal se manifiestan como linfomas TLAM y a veces se relacionan con las infecciones por Helicobacter pylori (gastrointestinal) o Chlamydophila psittaci(conjuntival), que antes se denominaba Chlamydia psittaci.[16,17]

Opciones de tratamiento para el linfoma de la zona marginal (incluso el linfoma TLAM)

Las opciones de tratamiento para el linfoma de la zona marginal (incluso el linfoma TLAM) son las siguientes:
  1. Cirugía sola.
  2. Radioterapia.
  3. Rituximab con quimioterapia o sin esta.
  4. Tratamiento con antibióticos para el linfoma TLAM.[17,18]
La mayoría de los niños con linfomas de la zona marginal tan solo necesitan tratamiento local con cirugía curativa o radioterapia.[16,19] El tratamiento del linfoma TLAM en la mucosa gástrica a veces incluye tratamiento con antibióticos, que se considera el tratamiento estándar para adultos. Sin embargo, el uso del tratamiento con antibióticos no se ha estudiado para los niños porque hay muy pocos casos.
Datos probatorios (tratamiento del linfoma de la zona marginal):
  1. En el estudio retrospectivo más grande de pacientes pediátricos (de 18 años o menos) de linfoma de la zona marginal (N = 66), la SSC general a 5 años fue de 70 % y la SG fue de 98 %. Los pacientes pertenecían en su mayoría a los dos grupos siguientes definidos por la OMS:[20][Grado de comprobación: 3iiiA]
    • Ganglionar (32 %): casi todos los pacientes eran varones, con tumores primarios localizados en la cabeza y el cuello. Todos los pacientes se trataron con resección (completa o incompleta) seguida de observación. La SSC fue de 94 % y la SG fue de 100 %.
    • Extraganglionar (67 %): 57 % de los pacientes eran varones y 27 % de los pacientes tenían una afección preexistente que, en la mayoría de los pacientes, comprometía el sistema inmunitario. Las opciones de tratamiento incluyeron quimioterapia, radiación, rituximab, resección y observación. La SSC fue de 64 % y la SG fue de 97 %. Las únicas dos muertes obedecieron a complicaciones relacionadas con el tratamiento de trasplante de células madre; ambos pacientes sufrían de una inmunodeficiencia subyacente. Cabe indicar que 9 de 12 pacientes con linfoma de la zona marginal extraganglionar que solo se trataron con resección permanecieron en una continua remisión completa sin más tratamiento; la cirugía de rescate fue exitosa para los otros 3 pacientes que recayeron.
Aunque el número de pacientes pediátricos con linfoma TLAM es demasiado pequeño como para que se justifique llevar a cabo ensayos clínicos, en los estudios de pacientes adultos se apoya el uso de rituximab con quimioterapia o sin esta (para obtener más información, consultar la sección sobre Linfoma de la zona marginal en el sumario del PDQ Tratamiento del linfoma no Hodgkin en adultos).
Se describió el interferón α intralesional para el linfoma TLAM en la conjuntiva.[21]

Linfoma primario del sistema nervioso central

Otros tipos de LNH que son escasos en adultos y muy infrecuentes en pacientes pediátricos son los linfomas primarios del sistema nervioso central (SNC). Debido a lo reducido del número de pacientes, es difícil asegurar si la enfermedad que se observa en los niños es la misma que se observa en los adultos.
En los informes se indica que el desenlace de los pacientes pediátricos con linfoma primario del SNC (SG, 70–80 %) parece ser mejor que el de los adultos con linfoma primario en el SNC.[22-25]
La mayoría de los niños tienen linfoma difuso de células B grandes, aunque se pueden observar otros tipos histológicos.

Opciones de tratamiento para el linfoma primario del sistema nervioso central

Las opciones de tratamiento para el linfoma primario del sistema nervioso central (SNC) son las siguientes:
  1. Quimioterapia.
El tratamiento con dosis altas intravenosas de metotrexato y arabinósido de citocina es el más eficaz, y quizás solo se necesite quimioterapia intratecal cuando se encuentren células malignas en el líquido cefalorraquídeo.[26]
Hay un informe de un caso de administración de dosis repetidas de rituximab, tanto intravenoso como intraventricular, a un niño de 14 años con linfoma primario en el SNC resistente al tratamiento, con un resultado excelente.[27] Este resultado aparentemente favorable se debe corroborar; no se han observado resultados semejantes en adultos. En términos generales se cree que el rituximab no atraviesa la barrera hematoencefálica.
(Para obtener más información sobre las opciones de tratamiento del linfoma primario del SNC no relacionado con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, consultar el sumario del PDQ Tratamiento del linfoma primario del sistema nervioso central).

Linfoma de células T periféricas

En linfoma de células T periféricas, excepto el linfoma anaplásico de células grandes, es infrecuente en los niños.
El linfoma de células T maduras, citolíticas naturales (LCN) o de células T periféricas tiene un fenotipo postímico (por ejemplo, no expresa la transferasa desoxinucleotidil terminal), por lo general expresa CD4 o CD8 y tiene reordenamientos en los genes de los receptores de células T, ya sea de las cadenas α y β o γ y δ. El fenotipo que se observa con mayor frecuencia en los niños es el linfoma de células T periféricas, sin otra indicación, aunque se han notificado casos de linfoma angioinmunoblástico, linfoma relacionado con enteropatía (relacionado con enfermedad celíaca), linfoma subcutáneo semejante a la paniculitis, linfoma angiocéntrico y linfoma extraganglionar de células citolíticas naturales (CN) o de células T periféricas.[28-32]
En un estudio japonés se describió que el linfoma extraganglionar de células CN o células T de tipo nasal es el subtipo más común de linfoma de células T periféricas en niños japoneses (10 de 21 casos de linfoma de células T periféricas). En adultos, el linfoma extraganglionar de células CN o células T de tipo nasal suele exhibir el virus de Epstein-Barr (VEB) y 60 % de los casos observados en niños japoneses exhibieron el VEB.[33]
Aunque es muy poco frecuente, es posible que el linfoma hepatoesplénico γ-δ de células T se observe en niños.[31] También se relacionó este tumor con niños y adolescentes con enfermedad de Crohn y que se trataron con terapia inmunodepresora; este linfoma fue mortal en todos los casos.[34]

Opciones de tratamiento para el linfoma de células T periféricas

No está claro cuál es el tratamiento óptimo para el linfoma de células T periféricas en pacientes adultos y niños.
Las opciones de tratamiento para el linfoma de células T periféricas son las siguientes:
  1. Quimioterapia.
  2. Radioterapia.
  3. Trasplante de células madre (TCM) alogénico o autógeno.
Hubo cuatro análisis retrospectivos sobre el tratamiento y el desenlace de pacientes pediátricos con linfoma de células T periféricas. En estos estudios se notificó lo siguiente:
  • El United Kingdom Children's Cancer Study Group (UKCCSG) notificó una tasa de supervivencia a 5 años de alrededor de 50 % en 25 niños con linfoma de células T periféricas diagnosticados durante un periodo de 20 años.[28] En el UKCCSG también se observó que el desenlace es superior con la administración de un tratamiento similar al que se utiliza para la leucemia linfoblástica aguda, en lugar del tratamiento para el LNH.
  • El COG informó sobre 20 pacientes mayores de 8 años tratados en los ensayos de LNH del Pediatric Oncology Group.[29] De 10 pacientes con enfermedad en estadio temprano, 8 lograron una supervivencia sin enfermedad a largo plazo en comparación con solo 4 de 10 pacientes con enfermedad en estadio avanzado.
  • En un estudio de niños japoneses con linfoma de células T periféricas (N = 21), se notificó una tasa de SG a 5 años de 85,2 %. El tratamiento del linfoma de células T periféricas incluyó quimioterapia (n = 18), radioterapia (n = 2) y TCM autógeno (n = 2) y alogénico (n = 9).[33]
  • El grupo de estudio Berlin-Frankfurt-Münster informó sobre 38 casos de linfoma de células T periféricas adquiridos durante un período de 26 años.[31][Grado de comprobación: 3iiiDiii] En general, se utilizaron protocolos de linfoma anaplásico de células grandes para tratar a los pacientes de linfoma de células T periféricas, sin otra indicación (n = 18), la mayoría con enfermedad en estadio avanzado (estadio III [n = 10] y estadio IV [n = 5]); se presentó una tasa de SSC a 10 años de 61 %. El desenlace fue precario para los pacientes con linfoma de células T/LCN (n = 9), con una tasa de SSC a 10 años de 17 %. Esta serie también se incluyó a 5 pacientes de linfoma de células T hepatoesplénico y 5 pacientes de linfoma de células T semejante a la paniculitis subcutánea.

Linfoma cutáneo de células T

Los linfomas cutáneos primarios son muy infrecuentes en pacientes pediátricos (1 caso por millón de personas por año), pero la incidencia aumenta en adolescentes y adultos jóvenes. Se ha observado que en todos los tipos histológicos del LNH hay compromiso de la piel. Más de 80 % de los linfomas cutáneos exhiben el fenotipo de células T o LCN.[35]
Los linfomas de células T subcutáneos paniculíticos son linfomas muy poco frecuentes con infiltración de células T citotóxicas semejante a una paniculitis en el tejido subcutáneo.[36-38] El linfoma de células T subcutáneo paniculítico a veces tiene células T malignas que expresan reordenamientos en el receptor de las células T α-β o en el receptor de las células T γ-δ.
En los adultos, el subtipo γ-δ del linfoma de células T subcutáneo paniculítico se relaciona con una evolución más maligna y supone un pronóstico más precario que el subtipo α-β de linfoma de células T subcutáneo paniculítico.[39] La morbilidad y la mortalidad se relacionan con frecuencia con la presentación de un síndrome hemofagocítico que, en una serie con adultos, se notificó en 17 % de los pacientes de linfoma de células T subcutáneo paniculítico α-β y en 45 % de los pacientes de linfoma de células T subcutáneo paniculítico γ-δ. La SG es de 82 % para el linfoma de células T subcutáneo paniculítico α-β y de 11 % para el linfoma de células T subcutáneo paniculítico γ-δ.[39] El cuadro clínico del linfoma de células T subcutáneo paniculítico es heterogéneo en el grupo de edad pediátrica y no siempre sigue la misma evolución que se observa en los adultos. En una serie de 11 pacientes pediátricos con linfoma de células T semejante a paniculitis subcutánea, la mayoría presentó enfermedad multifocal (a menudo, en el tronco) y síntomas sistémicos (fiebre); hubo una relación frecuente con un síndrome hemofagocítico.[40]
En el momento del diagnóstico es difícil diferenciar el linfoma anaplásico de células grandes cutáneo de otras enfermedades más benignas como la papulosis linfomatoide.[41] En la actualidad, se piensa que los linfomas cutáneos primarios representan un grupo de trastornos que se diferencian según el cuadro clínico inicial.
La micosis fungoide se notifica con muy poca frecuencia en niños y adolescentes,[42-44] y representa cerca de 2 % de todos los casos. Los pacientes manifiestan enfermedad en estadio temprano y, al parecer, la variante de micosis fungoide con hipopigmentación y expresión de CD8 es más común en niños que en adultos.[45]

Opciones de tratamiento para el linfoma cutáneo de células T

No se ha establecido un tratamiento estándar debido a la presentación infrecuente del linfoma cutáneo de células T. El abordaje y el tratamiento del linfoma cutáneo de células T se deben individualizar y, en algunos casos, puede ser apropiada la conducta expectante. Es posible que el tratamiento solo sea necesario si se presenta un síndrome hemafagocítico.[46]
No se conoce cuál es el mejor tratamiento de los linfomas de células T con compromiso principalmente paniculítico. Las opciones de tratamiento incluyen dosis altas de corticoesteroides, bexaroteno, denileucina diftitox, quimioterapia multifarmacológica y trasplante de células madre hematopoyéticas.[38,46-51]
En una serie de 15 pacientes de tres instituciones, se notificó que un retinoide oral (bexaroteno) es activo contra el linfoma de células T subcutáneo semejante a paniculitis.[48] En una serie de 11 pacientes pediátricos, se utilizó quimioterapia multifarmacológica muy intensa para todos los pacientes. De los 11 pacientes, 9 presentaron remisiones clínicas continuas tras una mediana de seguimiento de 3,5 años.[40] Sin embargo, por lo general no está claro cuál es el tratamiento óptimo de niños con linfoma de células grandes que no es anaplásico o linfoma cutáneo de células T.
El linfoma anaplásico de células grandes cutáneo primario por lo general no expresa ALK y se puede tratar eficazmente con resección quirúrgica o radioterapia local sin quimioterapia sistémica.[52] Hay informes de que la cirugía sola puede curar el linfoma anaplásico de células grandes cutáneo que expresa ALK, pero se necesita estadificación extensa y seguimiento minucioso.[53,54]
Es posible que los pacientes pediátricos de micosis fungoide reaccionen de modo favorable a varios tratamientos; entre ellos, corticoesteroides tópicos, retinoides, radioterapia o fototerapia (por ejemplo, tratamiento con radiación ultravioleta B de banda estrecha); sin embargo, en ocasiones la remisión no es duradera.[45,55-57]
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  43. Hodak E, Amitay-Laish I, Feinmesser M, et al.: Juvenile mycosis fungoides: cutaneous T-cell lymphoma with frequent follicular involvement. J Am Acad Dermatol 70 (6): 993-1001, 2014. [PUBMED Abstract]
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  51. Chen CC, Teng CL, Yeh SP: Relapsed and refractory subcutaneous panniculitis-like T-cell lymphoma with excellent response to cyclosporine: a case report and literature review. Ann Hematol 95 (5): 837-40, 2016. [PUBMED Abstract]
  52. Kempf W, Pfaltz K, Vermeer MH, et al.: EORTC, ISCL, and USCLC consensus recommendations for the treatment of primary cutaneous CD30-positive lymphoproliferative disorders: lymphomatoid papulosis and primary cutaneous anaplastic large-cell lymphoma. Blood 118 (15): 4024-35, 2011. [PUBMED Abstract]
  53. Hinshaw M, Trowers AB, Kodish E, et al.: Three children with CD30 cutaneous anaplastic large cell lymphomas bearing the t(2;5)(p23;q35) translocation. Pediatr Dermatol 21 (3): 212-7, 2004 May-Jun. [PUBMED Abstract]
  54. Oschlies I, Lisfeld J, Lamant L, et al.: ALK-positive anaplastic large cell lymphoma limited to the skin: clinical, histopathological and molecular analysis of 6 pediatric cases. A report from the ALCL99 study. Haematologica 98 (1): 50-6, 2013. [PUBMED Abstract]
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  56. Laws PM, Shear NH, Pope E: Childhood mycosis fungoides: experience of 28 patients and response to phototherapy. Pediatr Dermatol 31 (4): 459-64, 2014 Jul-Aug. [PUBMED Abstract]
  57. Heng YK, Koh MJ, Giam YC, et al.: Pediatric mycosis fungoides in Singapore: a series of 46 children. Pediatr Dermatol 31 (4): 477-82, 2014 Jul-Aug. [PUBMED Abstract]

Modificaciones a este sumario (07/01/2019)

Los sumarios del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este sumario a partir de la fecha arriba indicada.
Se incorporaron cambios editoriales en este sumario.
Este sumario está redactado y mantenido por el Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico, que es editorialmente independiente del NCI. El sumario refleja una revisión independiente de la bibliografía y no representa una declaración de políticas del NCI o de los NIH. Para mayor información sobre las políticas de los sumarios y la función de los consejos editoriales del PDQ que mantienen los sumarios del PDQ, consultar en Información sobre este sumario del PDQ y la página sobre Banco de datos de información de cáncer - PDQ®.

Información sobre este sumario del PDQ

Propósito de este sumario

Este sumario del PDQ con información sobre el cáncer para profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y con fundamento en datos probatorios sobre el tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil. El propósito es servir como fuente de información y ayuda para los médicos que atienden a pacientes de cáncer. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico, cuya función editorial es independiente del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa con regularidad este sumario y, en caso necesario, lo actualiza. Este sumario refleja una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de la política del Instituto Nacional del Cáncer ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Cada mes, los miembros de este Consejo examinan artículos publicados recientemente para determinar si se deben:
  • tratar en una reunión,
  • citar textualmente, o
  • sustituir o actualizar, si ya se citaron con anterioridad.
Los cambios en los sumarios se deciden mediante consenso, una vez que los integrantes del Consejo evalúan la solidez de los datos probatorios en los artículos publicados y determinan la forma en que se incorporarán al sumario.
Los revisores principales del sumario sobre Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil son:
  • Louis S. Constine, MD (James P. Wilmot Cancer Center at University of Rochester Medical Center)
  • Alan Scott Gamis, MD, MPH (Children's Mercy Hospital)
  • Thomas G. Gross, MD, PhD (National Cancer Institute)
  • Kenneth L. McClain, MD, PhD (Texas Children's Cancer Center and Hematology Service at Texas Children's Hospital)
  • Arthur Kim Ritchey, MD (Children's Hospital of Pittsburgh of UPMC)
  • Nita Louise Seibel, MD (National Cancer Institute)
  • Malcolm A. Smith, MD, PhD (National Cancer Institute)
Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este sumario se debe enviar mediante el formulario de comunicación en Cancer.gov/espanol del NCI. No comunicarse con los miembros del Consejo para enviar preguntas o comentarios sobre los sumarios. Los miembros del Consejo no responderán a preguntas del público.

Grados de comprobación científica

En algunas referencias bibliográficas de este sumario se indica el grado de comprobación científica. El propósito de estas designaciones es ayudar al lector a evaluar la solidez de los datos probatorios que sustentan el uso de ciertas intervenciones o enfoques. El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico emplea un sistema de jerarquización formal para establecer las designaciones del grado de comprobación científica.

Permisos para el uso de este sumario

PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el libre uso del texto de los documentos del PDQ. Sin embargo, no se podrá identificar como un sumario de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que se reproduzca en su totalidad y se actualice con regularidad. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como “En el sumario del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, en breve, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del sumario]”.
Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este sumario del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre el tratamiento pediátrico. PDQ Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/linfoma/pro/tratamiento-lnh-infantil-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
Las imágenes en este sumario se reproducen con el permiso del autor, el artista o la editorial para uso exclusivo en los sumarios del PDQ. La utilización de las imágenes fuera del PDQ requiere la autorización del propietario, que el Instituto Nacional del Cáncer no puede otorgar. Para obtener más información sobre el uso de las ilustraciones de este sumario o de otras imágenes relacionadas con el cáncer, consultar Visuals Online, una colección de más de 2000 imágenes científicas.

Cláusula sobre el descargo de responsabilidad

Según la solidez de los datos probatorios, las opciones de tratamiento se clasifican como “estándar” o “en evaluación clínica”. Estas clasificaciones no deben fundamentar ninguna decisión sobre reintegros de seguros. Para obtener más información sobre cobertura de seguros, consultar la página Manejo de la atención del cáncer disponible en Cancer.gov/espanol.

Para obtener más información

En Cancer.gov/espanol, se ofrece más información sobre cómo comunicarse o recibir ayuda en ¿En qué podemos ayudarle?. También se puede enviar un mensaje de correo electrónico mediante este formulario.
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