miércoles, 11 de enero de 2012

CDC - Datos y estadísticas destacados - No dormir lo necesario; epidemia de la salud pública

CDC - Datos y estadísticas destacados - No dormir lo necesario; epidemia de la salud pública

No dormir lo necesario; epidemia de la salud pública

Es necesario mantener una vigilancia continua de la salud pública en cuanto a la calidad, duración, conducta y trastornos del sueño con el objetivo de monitorear las dificultades para dormir y sus efectos en la salud.


Dificultades autodetectadas relacionadas con el sueño entre adultos de ≥ de 20 años, 2005-2006 y 2007-2008


Es cada vez mayor el reconocimiento que se le da a la importancia del sueño en la salud pública, donde el no dormir lo necesario está asociado a accidentes automovilísticos, desastres industriales, así como errores médicos y profesionales, entre otros.1 Quedarse dormido involuntariamente, dormirse mientras maneja y tener dificultad para realizar las tareas diarias a causa de somnolencia son hechos que pueden traer estas serias consecuencias. Las personas que no duermen lo necesario también son más propensos a padecer de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, depresión y obesidad, así como de cáncer, mayor mortalidad, y menor calidad de vida y productividad.1 La falta de sueño puede ser causada por factores sociales de gran escala tales como el acceso a la tecnología las veinticuatro horas del día y los horarios laborales, pero los trastornos del sueño, como el insomnio o la apnea obstructiva del sueño, también juegan un papel importante.1 Aproximadamente 50-70 millones de adultos en los EE.UU. tienen trastornos de sueño o de vigilia1. En particular, el ronquido es un indicador importante de la apnea obstructiva del sueño.
En reconocimiento de la importancia del sueño para la salud del país, la vigilancia de los CDC en materia de conductas relacionadas con el sueño ha aumentado en los últimos años. Además, el Instituto de Medicina ha fomentado la colaboración entre los CDC y el Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño para apoyar el desarrollo y la expansión de una vigilancia adecuada de los patrones de sueño de la población estadounidense y los resultados asociados. Dos nuevos informes sobre la prevalencia de conductas poco saludables asociadas con el sueño y dificultades autodetectadas relacionadas con el sueño entre adultos estadounidenses evidencian una vez más que la falta de sueño es una gran preocupación para la salud pública.

Conductas poco saludables asociadas al sueño

En el estudio realizado por el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (BRFSS) se incluyó una pregunta clave en cuanto a la percepción de la falta de descanso o de sueño en 2008 (incluida desde 1995 en el módulo de Calidad de vida asociada a la salud) y un módulo opcional de cuatro preguntas sobre la conducta del sueño en 2009. Se utilizaron datos del módulo sobre el sueño del BRFSS de 2009 para evaluar el predominio de conductas poco saludables/conductas del sueño en base a factores sociodemográficos seleccionados y variaciones geográficas en 12 estados. El análisis Archivo PDF [PDF - 1.1MB] (en inglés), determinó que entre 74,571 adultos encuestados en 12 estados, el 35.3% informó haber registrado < de 7 horas de sueño durante un período común de 24 horas, el 48.0% informó haber roncado, el 37.9% informó haberse quedado dormido involuntariamente durante el día al menos una vez durante el mes anterior, y el 4.7% informó haber cabeceado o haberse quedado dormido mientras conducía al menos una vez durante el mes anterior. Este es el primer informe de vigilancia de los CDC que incluye cálculos aproximados sobre manejar somnoliento y quedarse dormido involuntariamente durante el día. El Departamento Nacional de Transporte estima que manejar con somnolencia ocasiona 1,550 muertes y 40,000 lesiones no fatales anualmente en los Estados Unidos.

Adultos que informan determinadas conductas asociadas con el sueño en 12 estados, por Características. Sistema de vigilancia de factores de riesgo en el comportamiento, Estados Unidos, 2009

Dificultades autodetectadas relacionadas con el sueño entre adultos

La Encuesta nacional de nutrición y salud (NHANES) introdujo el cuestionario de Trastornos del sueño en 2005 para los participantes de 16 años en adelante. Este análisis  Archivo PDF [PDF - 1.1MB] (en inglés) se realizó utilizando los datos de los dos últimos ciclos de encuestas (2005-2006 y 2007-2008) para incluir 10,896 personas encuestadas de ≥ de 20 años. Se reveló que el sueño de corta duración es más común entre adultos de 20 a 39 años (37.0%) o de 40 a 59 años (40.3%) que entre los adultos de ≥ de 60 años (32.0%), y entre personas de raza negra no hispanas (53.0%) en comparación con personas de raza blanca no hispanas (34.5%), estadounidenses de origen mexicano (35.2%), o aquellos de otra raza y etnia (41.7%). Los adultos que informaron dormir menos de las 7 a 9 horas recomendadas por noche tenían más probabilidades de tener dificultad para realizar muchas tareas diarias.

¿Cuánto tiempo necesitamos dormir? ¿Y cuánto tiempo logramos dormir?

El tiempo que necesitamos dormir varía entre los individuos, pero generalmente cambia a medida que envejecemos. La Fundación Nacional del Sueño sugiere que los niños en edad escolar (5-10 años) necesitan de 10 a 11 horas de sueño, los adolescentes (10-17 años) necesitan de 8.5 a 9.5 horas y los adultos, de 7 a 9 horas (NSF - ¿Cuánto tiempo realmente necesitamos dormir?Aclaraci?n sobre los enlaces a sitios web externos) (en inglés). De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Salud, casi el 30% de los adultos informó un promedio de ≤ de 6 horas de sueño por día en 2005-2007.3 En 2009, sólo el 31% de los estudiantes de secundaria informó que dormían al menos 8 horas en una noche normal durante el período de clases.4

Consejos de higiene sobre el sueño

Promover buenos hábitos de sueño y el sueño regular se conoce como la higiene del sueño. Los siguientes consejos de higiene del sueño pueden utilizarse para mejorar el sueño.
  • Acostarse a la misma hora cada noche y levantarse a la misma hora cada mañana.
  • Una actividad física moderada puede ayudar a promover el sueño, pero debe evitarse el ejercicio enérgico algunas horas antes de irse a la cama.
  • Evitar comidas excesivas antes de acostarse.
  • Evitar la cafeína y el alcohol cerca de la hora de dormir.
  • Evitar la nicotina.
(Consejos de higiene del sueño adaptados de la Fundación Nacional del SueñoAclaraci?n sobre los enlaces a sitios web externos)
Referencias
  • Instituto de Medicina Sleep Disorders and Sleep Deprivation: An Unmet Public Health Problem. Washington, DC: The National Academies Press; 2006.
  • Departamento de Transporte de EE. UU., Administración Nacional para la Seguridad del Tránsito en Autopistas, Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño, Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre. Drowsy driving and automobile crashes [Sitio web de la Administración Nacional para la Seguridad del Tránsito en Autopistas]. Disponible en http://www.nhtsa.gov/people/injury/drowsy_driving1/Drowsy.html#NCSDR/NHTSAAclaraci?n sobre los enlaces a sitios web externos (en inglés) Ingresado el 10 de febrero de 2011.
  • Schoenborn CA, Adams PF. Health behaviors of adults: Estados Unidos, 2005–2007. Centro Nacional de Estadísticas de la Salud. Vital Health Stat 10(245). 2010.
  • CDC: Vigilancia de comportamientos de riesgo en la juventud—Estados Unidos, 2009. MMWR 2010;59:SS-5.

Más información en inglés y español

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