EL TRATAMIENTO APORTA VENTAJAS A LA FRACTURA
El remodelado óseo tiene características óptimas
La fijación externa es un tratamiento que aporta grandes ventajas en el tratamiento de graves fracturas abiertas de extremidades gracias al abordaje secuencial y selectivo de la lesión.
Carmen Cáceres. Sevilla | 11/01/2012 00:00
Hace tiempo que se conoce la posibilidad de manipular e inmovilizar las extremidades fracturadas desde el exterior del organismo, como las férulas de inmovilización de extremidades. Los primeros diseños no invadían el hueso, sólo se apoyaban en las inserciones musculotendinosas, pero progresivamente fueron siendo más invasivos hasta la actualidad, donde existen elementos de fijación esquelética (clavos y alambres) que atraviesan o se atornillan al hueso directamente. "Los conceptos de rigidez en fijación externa dieron paso a otros biológicamente más cercanos al proceso natural de curación de las fracturas, neutralizando las fuerzas nocivas y modulando las favorecedoras del proceso de curación", según Xavier Flores Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Fijación Externa (Sefex).
- La reducción de los periodos de curación es uno de los objetivos más inmediatos y en él se entremezclan distintos abordajes y actuaciones
Regenerado óseo
Actualmente, constituye un instrumento de gran potencia por su posibilidad de regeneración ósea y de reconstrucción del sistema esquelético mediante la técnica de osteogénesis a distracción que consiste en "practicar una fractura quirúrgicamente y, una vez iniciado el proceso de reparación, ir estirando el callo reparador progresivamente a razón de un mm al día. Esto da lugar a la creación espontánea de un hueso nuevo -denominado regenerado óseo- que presenta unas características morfológicas y fisiológicas excepcionales".
- El nuevo hueso reconstruido muestra una morfología tubular como la del hueso diafisario normal, la más resistente y ligera biomecánicamente
El nuevo hueso reconstruido, a diferencia de las reconstrucciones efectuadas por otros métodos, "muestra una morfología tubular como la del hueso diafisario normal y, desde el punto de vista de la biomecánica, dicha forma es la más ligera y resistente". Es un método de reconstrucción que, al igual que los convencionales, precisa de dilatados periodos de curación, ya que son necesarios entre 2 y 4 meses de tratamiento por cada centímetro reconstruido. Por eso, ahora y en un futuro inmediato los esfuerzos irán hacia la reducción de los periodos de curación, añadiendo estabilizaciones internas a los huesos tratados o asociando al tratamiento nuevos productos biológicos y fármacos que aceleren la formación del nuevo hueso".
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