SUS DATOS OFRECERÁN NUEVOS SISTEMAS DE DIAGNÓSTICO Y NUEVAS VACUNAS
Genómica, proteómica y 'microarrays' suponen un apoyo en el conocimiento biológico del origen de la brucelosis
"Brucella no es la típica bacteria que produce una toxina y mata las células. Su comportamiento es mucho más sutil: es un patógeno adaptado a vivir dentro de las células del huésped y pasar desapercibida. De ahí la importancia de conocer bien su biología", según Ignacio López-Goñi, microbiólogo e investigador del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra, en Pamplona, que ha editado Brucella: Molecular Microbiology and Genomics, en colaboración con David O'Callaghan, investigador de la Universidad de Montpellier (Francia).
Redacción | 12/01/2012 00:00
Ignacio López-Goñi, de la Universidad de Navarra, en Pamplona. ()
En este volumen, en el que han colaborado treinta y cuatro investigadores de Europa y América, se recogen los últimos datos sobre la investigación en Brucella basados en las nuevas tecnologías de genómica, proteómica y microarrays.
Actualmente, según el profesional, se conocen ya los genomas completos de más de cuarenta tipos distintos de Brucella, lo que está permitiendo a los investigadores avanzar en el conocimiento de este importante patógeno y diseñar nuevos métodos de diagnóstico molecular. "Todas estas nuevas técnicas ayudan a entender cómo es esta bacteria en su conjunto, cómo funciona, qué genes o qué funciones son esenciales para ella, y por qué produce la enfermedad", ha indicado el investigador.
López-Goñi considera que "si conocemos mejor la biología de Brucella y descubrimos cómo es capaz de multiplicarse dentro de los macrófagos, que son las células de nuestro organismo encargadas de destruir bacterias, podremos diseñar en el futuro estrategias para combatir la enfermedad y desarrollar nuevos sistemas de diagnóstico y nuevas vacunas".
'Brucella' y brucelosis
La brucelosis es una enfermedad infecciosa provocada por una bacteria llamada Brucella. Afecta principalmente a animales domésticos, como vacas, ovejas, cabras y cerdos, en los que provoca abortos e infertilidad. Pero también se transmite al ser humano. Cobra especial importancia en las zonas menos desarrolladas del planeta porque en ellas los animales domésticos suponen una fuente de subsistencia básica.
La Organización Mundial de la Salud considera a esta enfermedad como una de las zoonosis bacterianas más extendidas. En el caso de transmitirse a humanos, el tratamiento requerido sería costoso y prolongado y podría dejar secuelas invalidantes.
Desde el Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra en colaboración con las facultades de Medicina, Ciencias y Farmacia de la universidad, un grupo de investigadores trata de buscar solución a esta enfermedad.
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