La acidez crónica es un creciente problema médico en EE. UU.
El factor más importante de este aumento es el exceso de peso
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(*estas noticias no estarán disponibles después del 04/04/2012)
Traducido del inglés: jueves, 5 de enero, 2012
Pero los ataques frecuentes de acidez y reflujo constituyen una afección médica real conocida como enfermedad del reflujo gastroesofágico o ERGE, y está en aumento en todo el país.
"La prevalencia general ha aumentado en las últimas décadas", aseguró el Dr. Ronnie Fass, miembro del comité asesor médico de la Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales Funcionales (International Foundation for Functional Gastrointestinal Disorders), y también profesor de medicina de la Universidad de Arizona y jefe de gastroenterología del Sistema de Atención de Salud de VA del Sur de Arizona.
El aumento ha ocurrido "no solo en EE. UU., sino también en países de Asia, donde la ERGE era desconocida", dijo Fass. "Pero somos los pioneros. Lideramos al mundo".
Si no se trata, la ERGE puede llevar a sangrado o úlceras del esófago, una acumulación de tejido que
provoca que tragar sea difícil y, en casos extremos, al cáncer del esófago, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU.
"Las personas creen que la acidez forma parte de la experiencia de comer", señaló Fass. "Deben comprender que la presencia de acidez denota un problema médico real".
El reflujo o la acidez frecuentes aparentemente son algo que ocurre regularmente entre los estadounidenses. "Creemos que hasta el 20 por ciento de la población experimentan síntomas una vez por semana, y 7 por ciento tienen síntomas diarios", señaló.
La acidez y el reflujo ácido ocurren cuando los ácidos digestivos del estómago traspasan un anillo muscular conocido como esfínter esofágico inferior, que funciona como una válvula que separa el estómago del esófago.
Las personas experimentan acidez cuando los jugos digestivos corroen el recubrimiento del esófago. A veces, el ácido regresa por todo el esófago hasta la boca, provocando que las personas sientan el sabor de los jugos digestivos o de la comida en la parte trasera de la boca.
Los médicos consideran que las personas sufren de ERGE si experimentan un reflujo persistente, o sea por lo menos dos veces por semana, según los NIH. Cualquier persona de cualquier edad puede sufrir de ERGE, aunque los síntomas tienden a ser distintos en los niños menores de 12 años, que tienen síntomas parecidos al asma, una tos seca o dificultades para tragar.
La mayoría de veces, el ERGE proviene de una de dos causas (lo que uno come o lo que pesa), pero el peso excesivo es la más prominente, señaló el Dr. Kenneth R. DeVault, presidente del departamento de gastroenterología de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, y coautor de las directrices de tratamiento para la ERGE del Colegio Americano de Gastroenterología (American College of Gastroenterology).
"El factor más constante es probablemente el aumento de peso y la obesidad", afirmó DeVault. "Se he hecho muy claro que una pequeña cantidad de aumento de peso produce un aumento en los síntomas de reflujo. No estoy hablando de grandes cantidades, sino de probablemente de 2 a 4.5 kilos (5 a 10 libras). Incluso si se tiene sobrepeso, aumentar el peso aumentará el riesgo de reflujo durante varios meses".
El exceso de peso puede presionar al estómago, obligando al ácido a pasar de la válvula al esófago. Y, como explicó Fass, el problema no solo es la grasa abdominal evidente en las personas obesas o con sobrepeso. Se trata más bien de la acumulación de grasa alrededor de los órganos internos del cuerpo, que contribuye al aumentar la presión sobre el estómago, haciendo que haya muchas más probabilidades de reflujo, dijo.
La dieta también puede provocar o empeorar la ERGE. Pero los alimentos contribuyen al reflujo de distintas formas.
Por ejemplo, se ha mostrado que la cafeína relaja el esfínter esofágico, aumentando las probabilidades de reflujo, apuntó DeVault.
Comer comida grasa también puede contribuir al reflujo porque las grasas ralentizan el vaciado del estómago, lo que significa que "en el estómago hay más material para el reflujo", comentó.
Los alimentos ácidos, picantes o con sabores fuertes también pueden contribuir al reflujo al aumentar la
cantidad de ácido en el estómago, según los NIH. Las frutas cítricas o sus jugos, los tomates, la menta, el ajo, la cebolla y el chocolate están entre los peores.
Ambos expertos dijeron que los cambios en el estilo de vida pueden usualmente reducir las posibilidades de reflujo. Éstos incluyen:
- Realizar un esfuerzo decidido por perder peso mediante el ejercicio y la adopción de una dieta sana.
- Ver qué alimentos tienen más probabilidades de provocar ácido excesivo o reflujo, y evitarlos.
- Comer la última comida del día dos o tres horas antes de irse a dormir, reduciendo así la cantidad de comida en el estómago que presiona contra la válvula esofágica.
- Elevar la cabecera de la cama, si el reflujo nocturno es un problema, ya que esto puede reducir la presión del ácido y los contenidos estomacales sobre la válvula.
"Si tiene síntomas frecuentes de acidez, más de una vez por semana, y lo ha tenido por muchos años, debe ver al médico", apuntó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
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