viernes, 20 de enero de 2012

La cara pública del cáncer

La cara pública del cáncer

Dar a conocer la enfermedad por parte de personajes famosos tiene un impacto positivo en la sociedad

Vida | 19/01/2012 - 02:58h
De izquierda a derecha, Sancho Gracia, Concha García Campoy, Uxue Barkos, Luz Casal, J. M. Serrat y Esperanza Aguirre La Vanguardia
 

Una de las preguntas que con más frecuencia realizan los pacientes a los que les acaban de diagnosticar un cáncer cuando se encuentran frente a frente con el médico es ¿por qué a mí? Los profesionales sanitarios intentan, entonces, hacerles entender que no hay respuesta, salvo que uno enferma porque está vivo, porque la vida es así, pero no es fácil para ese paciente asumirlo, máxime cuando hasta hace relativamente poco tiempo, el cáncer era una enfermedad larga y penosa, silenciada o disfrazada absurdamente por la sociedad. No hay una respuesta que justifique ese silencio, explican los expertos, pero sí sus consecuencias en el paciente: aislamiento, dolor, miedo, angustia, soledad, fracaso... "Explico lo que ocurría antes para que entiendan todo el bien que están haciendo los personajes públicos cada vez que revelan que padecen un cáncer", señala Eva Béjar, psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Son muchos los famosos que han hecho público que padecen un cáncer. Las últimas, la periodista Concha García Campoy y la presentadora de televisión Terelu Campos. Antes lo hicieron políticas como Esperanza Aguirre, Uxue Barkos, Maru Menéndez; cantantes como Luz Casal, Joan Manuel Serrat; bailarinas, como Cristina Hoyos; actores como Sancho Gracia... "Su declaración pública ha hecho ver a los pacientes que no son casos aislados y que el cáncer no diferencia de clases sociales, ni de ideologías, ni sexo, ni profesiones...El cáncer es cosa de todos y nos puede tocar a cualquiera. Todos estamos en este bombo", señala la doctora Carmen Yélamos, psicooncóloga de la Fundación Grupo IMO (Instituto Madrileño de Oncología).

La lucha contra el tabú que hasta hace poco tiempo había alrededor de esta enfermedad está surtiendo el efecto deseado, su visibilización. "Y una clave del éxito es, sin duda, la participación de estas personas relevantes. Los pacientes se identifican con ellos y, como ellos, deciden exteriorizarlo....y esto es el primer paso para afrontar incertidumbres y angustias", explica Eva Béjar.

Incluso cuando el personaje popular fallece, esto permite a los pacientes enfrentarse a los miedos que suscita esta enfermedad. "Pasó, por ejemplo, cuando murió Rocío Durcal. El golpe para muchos fue fuerte pero esto da opción al médico a hablar con él y a poner en evidencia la parte negativa del cáncer, que tampoco se debe obviar", explica Béjar, que atiende las necesidades psicoemocionales de los pacientes oncológicos a lo largo de la enfermedad.

Pero si hay algo que los oncólogos valoran de la publicitación de los tumores por parte de los personajes famosos es, por encima fe todo, el mensaje a favor de la realización de los pertinentes controles para la detección precoz, la verdadera llave para luchar contra el cáncer. "Cuando Esperanza Aguirre, por ejemplo, dijo que le habían detectado un tumor en el pecho en una revisión, las llamadas para realizarse un control se dispararon. De pronto, decenas de mujeres deciden dar el paso y acudir a la revisión, superando esos miedos iniciales", señala la doctora Yélamos. Es lo mismo que ha ocurrido en el caso de Terelu Campos,que lo hizo público en un programa televisivo en el que, además de hablar de las revisiones, hizo referencia a la autoexploración (así detectó ella su tumor). "Son mucho más efectivas estas palabras que todas las campañas que desde las organizaciones médicas y de pacientes hacemos", explican desde la Sociedad Española de Oncología Médica. También, que la gran mayoría se trate en España, lo que demuestra la confianza en el sistema sanitario.

Desde la AECC, sin embargo, alertan sobre la "menor implicación" de los varones en esta exposición pública del cáncer: "Por su forma de ser, posiblemente, son menos proclives a las explicaciones. Muchos hombres, además, vinculan la enfermedad con debilidad, dependencia, delegación de funciones o, incluso, fracaso, y eso es un freno a ese paso adelante en cuanto a la comunicación", señala Eva Béjar. Además, esto ayudaría a incrementar las revisiones para la detección del llamado cáncer silencioso, el de próstata", señalan en la AECC.

¿No hay nada negativo en la declaración de los personajes públicos que sufren un cáncer? "No podemos controlar los mensajes, porque eso forma parte de la intimidad de las personas, pero algunos no se ajustan a la realidad", señala la doctora Béjar. Y es que la imagen de una mujer que, tras comunicar que tiene cáncer y debe ser operada, vuelve al trabajo a los pocos días, como hizo Esperanza Aguirre, no se ajusta a la realidad de los miles de pacientes a los que los propios médicos piden que realicen un parón en su vida para dedicarse a lo más importante en ese momento: su salud. Porque una cosa es desdramatizar y otra, la frivolidad.
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