NEUROCIENCIA | Investigación
La huella de la adicción a internet está en el cerebro
- Los jóvenes adictos a la red presentan algunas diferencias cerebrales
La adicción a internet podría estar ya escrita en el cerebro o quizás sea el uso descontrolado de la red el motivo de que se produzcan algunos cambios cerebrales. Lo que sí ha descubierto un equipo de científicos de la Academia China de Ciencias es que las personas con esta adicción presentan algunas diferencias en la estructura neuronal.
Así lo han observado en las imágenes analizadas por resonancia magnética con tensores de difusión (DTI o ITD) de 18 adolescentes adictos a internet. Tras compararlas con las de otros 18 jóvenes sin este trastorno, observaron que los primeros sufrían daños en las fibras de la sustancia blanca, encargadas de conectar las regiones cerebrales implicadas en la emoción, la atención, la toma de decisiones y el control cognitivo.
Esto demuestra que en la adicción a internet intervienen tanto mecanismos psicológicos como neuronales e incluso puede complicarse con otros trastornos y adicciones a otras sustancias.
Hasta ahora, afirma el principal autor de la investigación, Hao Lei, "la mayoría de los estudios desarrollados sobre este trastorno se centraban en encuestas donde se valoraban factores psicosociales, las consecuencias que tiene en la vida diaria, los problemas de interacción social, de comportamiento, etc. Sin embargo, pocos análisis de neuroimagen se han realizado para comprobar si existe relación entre la estructura cerebral y la adicción a internet". Algunos apuntaban a una reducción de la materia gris en lo que los especialistas conocen como corteza cingular posterior y anterior de los afectados.
En vista de los resultados de este trabajo, que sí encuentra cambios en la integridad de la materia blanca, parece que la asociación es afirmativa y, además, podría ayudar a desarrollar un futuro tratamiento para este trastorno, según comentan los autores en el artículo, publicado en la revista 'PLoS One'. "Recientes trabajos han demostrado que existen fármacos capaces de mejorar la densidad de la sustancia blanca", subraya Hao Lei.
Hasta entonces, son necesarios más estudios, ya que, tal y como asumen los responsables del actual, "hemos trabajado con una muestra de pacientes pequeña y, además, con los resultados obtenidos no podemos determinar si las diferencias cerebrales encontradas en los afectados son previas al desarrollo de la adicción o si son consecuencia de la misma". Una pregunta que dejan abierta para animar a que se pongan en marcha más investigaciones al respecto.
Así lo han observado en las imágenes analizadas por resonancia magnética con tensores de difusión (DTI o ITD) de 18 adolescentes adictos a internet. Tras compararlas con las de otros 18 jóvenes sin este trastorno, observaron que los primeros sufrían daños en las fibras de la sustancia blanca, encargadas de conectar las regiones cerebrales implicadas en la emoción, la atención, la toma de decisiones y el control cognitivo.
Esto demuestra que en la adicción a internet intervienen tanto mecanismos psicológicos como neuronales e incluso puede complicarse con otros trastornos y adicciones a otras sustancias.
Hasta ahora, afirma el principal autor de la investigación, Hao Lei, "la mayoría de los estudios desarrollados sobre este trastorno se centraban en encuestas donde se valoraban factores psicosociales, las consecuencias que tiene en la vida diaria, los problemas de interacción social, de comportamiento, etc. Sin embargo, pocos análisis de neuroimagen se han realizado para comprobar si existe relación entre la estructura cerebral y la adicción a internet". Algunos apuntaban a una reducción de la materia gris en lo que los especialistas conocen como corteza cingular posterior y anterior de los afectados.
En vista de los resultados de este trabajo, que sí encuentra cambios en la integridad de la materia blanca, parece que la asociación es afirmativa y, además, podría ayudar a desarrollar un futuro tratamiento para este trastorno, según comentan los autores en el artículo, publicado en la revista 'PLoS One'. "Recientes trabajos han demostrado que existen fármacos capaces de mejorar la densidad de la sustancia blanca", subraya Hao Lei.
Hasta entonces, son necesarios más estudios, ya que, tal y como asumen los responsables del actual, "hemos trabajado con una muestra de pacientes pequeña y, además, con los resultados obtenidos no podemos determinar si las diferencias cerebrales encontradas en los afectados son previas al desarrollo de la adicción o si son consecuencia de la misma". Una pregunta que dejan abierta para animar a que se pongan en marcha más investigaciones al respecto.
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