La terapia con mascotas puede ser benefiosa en geriátricos

La terapia con animales es un campo que progresivamente acumula mayor número de experiencias, sobre todo porque su introducción ha demostrado que puede ser de gran ayuda emocional, social y físicamente en distintos tipos de pacientes con demencias.

Enrique Mezquita. Valencia | 02/01/2012 00:00

Juan Antonio Avellana, coordinador de la Unidad de Geriatría del Hospital de La Ribera. (DM)

La Universidad Católica de Valencia (UCV) está desarrollando una investigación para comprobar los beneficios de introducir mascotas en terapias dirigidas a personas enfermas de Alzheimer. Y aunque los resultados de esta primera experiencia no son aún concluyentes, han resultado tan positivos, sobre todo en lo emocional, que ya se ha puesto en marcha una segunda fase.
La primera experiencia piloto de la UCV, que ha contado con la colaboración de técnicos de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias y personal de la Residencia Solimar de Tavernes de la Valldigna (Valencia), ha consistido en la realización de diversas actividades semanales con perros adiestrados. Según los impulsores, con esta actuación se pretendía incentivar el trabajo en grupo, el desarrollo de atención y la creatividad. Y los resultados han sido muy satisfactorios, ya que se ha comprobado que los pacientes mejoraban el estado de ánimo, su autoestima, su participación y conciencia de trabajo en grupo.

Estudio experimental
Juan Antonio Avellana, profesor de Geriatría en la UCV y coordinador de la Unidad de Geriatría del Hospital Universitario de la Ribera, en Alcira (Valencia), ha señalado que "el estudio inicial ha sido experimental, longitudinal y prospectivo con personas mayores institucionalizadas afectadas de demencia". Para ello se hicieron dos grupos -mayor y menor gravedad-, donde se incluyeron 17 y 18 pacientes respectivamente, en su mayoría mujeres, de la Residencia Solimar.

Los cuestionarios realizados tras seis meses de seguimiento demostraron que había un claro beneficio en cuestiones de depresión y ansiedad

Avellana ha apuntado que "se analizaron variables fundamentalmente cognitivas y psíquicas (utilizando el cuestionario de ansiedad de Hamilton y el cuestionario de depresión de Yesavage). El análisis de los resultados consistió en un contraste de las hipótesis, donde se valoró si las diferencias encontradas en las herramientas de medición antes y después de la terapia tenían una utilidad estadísticamente significativa".

Respecto a los resultados, ha señalado que "la cognición se mantenía estable tras la intervención en el seguimiento a seis meses, aunque había un claro beneficio en los cuestionarios de depresión y ansiedad. Probablemente esto se debe a la baja potencia de la muestra". En este contexto, ha explicado que sobre todo "sí se observó una mejoría emocional durante la realización de las sesiones, y la valoración de los cuidadores fue positiva".

Segunda fase
Dadas las buenas perspectivas de esta iniciativa, la UCV ha puesto en marcha una segunda fase, que consiste en la realización de un ensayo clínico y aleatorizado con una muestra amplia de personas mayores afectadas de demencia tipo Alzheimer GDS 5-6 con test MMSE entre 10 y 19, "en el que se van a medir más variables que en la fase anterior, como los trastornos de conducta en la demencia o la carga del cuidador".

En esta segunda fase, "la intervención va a ser más compleja en cuanto a la estructura en tiempo y en técnicas de estimulación cognitiva, sensorial, psicológica y también física". Avellana ha recordado que van a registrarse mayor número de variables que incluirán todas aquéllas en las que se ha demostrado algún beneficio hasta el momento.

Desde el punto de vista práctico, este ensayo incluirá 200 personas mayores de 65 años institucionalizadas y afectas de demencia tipo Alzheimer en grado moderado.

El grupo se aleatorizará en dos grupos, uno de control y otro de intervención con terapia asistida con animales. Se incluirán variables demográficas, comorbilidad, consumo de fármacos, función física, funciones cognitivas, alteraciones psíquicas y trastornos de conducta, sobrecarga del cuidador e impresión clínica subjetiva global de cambio, estando previsto que todo el proceso -selección de la muestra, inclusión de pacientes, evaluación inicial, intervención y evaluación final- se realice a lo largo de 2012.

Los objetivos de un proyecto ambicioso

Avellana ha explicado que "los estudios realizados de terapia asistida con animales han sido de escasa potencia. Además han utilizado diferentes metodologías e instrumentos de medida, lo que disminuye la fiabilidad. Aunque se han realizado revisiones, no se ha podido hacer ningún metaanálisis que nos confirme los beneficios que se han obtenido".

"Con este estudio pretendemos aumentar la potencia para que los resultados sean concluyentes; describir concretamente y estandarizar el tipo de intervención con los perros, así como constatar o descartar el beneficio que han mostrado los estudios previos". En opinión del experto, "si se confirman los resultados, la terapia podría ser beneficiosa para disminuir los trastornos de conducta, el consumo de fármacos y estabilizar o disminuir la pérdida cognitiva". Asimismo ha aclarado que "es una fase previa a otros estudios donde podamos comparar intervenciones de distinta intensidad o duración o el beneficio que pueda tener en pacientes mayores afectados por enfermedades degenerativas distintas de la demencia".

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