Los sonidos novedosos se procesan en el colículo inferior

Investigadores del Instituto de Neurociencia de Castilla y León han conseguido demostrar por primera vez que el procesamiento de un sonido de alerta ocurre desde partes inferiores del cerebro hacia arriba. Hasta ahora se pensaba que el fenómeno dependía de la corteza.

Alejandro Segalás. Salamanca | 25/01/2012 00:00

El investigador del INCYL Manuel Sánchez Malmierca. (A.Segalás)

Un grupo de investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) con sede en Salamanca ha descubierto que "el fenómeno de adaptación neuronal específica a determinados estímulos se genera en el colículo inferior y no en la corteza como se creía. Al desactivar la corteza, estos procesos de adaptación neuronal continúan intactos, cuando lo que se creía anteriormente era que dependían y se generaban en la corteza y se transmitían desde estos centros superiores a las regiones subcorticales". Así lo ha explicado a Diario Médico el investigador del Incyl Manuel Sánchez Malmierca.

Este trabajo, que se ha publicado en Journal of Neuroscience y que ha sido coordinado por Sánchez Malmierca junto con Flora Antunes, se centra en los procesos de las neuronas que permiten distinguir los sonidos novedosos, es decir, aquéllos que, por contraposición a los sonidos habituales, sirven de alerta, como una señal acústica de aviso.

Los investigadores observaron que las neuronas mantenían su sensibilidad a los sonidos nuevos, tanto si se activaba como si se inactivaba la corteza

Pruebas de laboratorio

"Hemos realizado diversos experimentos en los que se ha desactivado de manera reversible la corteza cerebral auditiva. Esto nos ha permitido estudiar las respuestas neuronales en el colículo inferior, que es un centro de procesamiento auditivo subcortical que está sometido al control cortical y, por lo tanto, al desactivar la corteza hemos podido analizar y entender la influencia de la corteza en el colículo inferior", ha puesto de manifiesto Sánchez Malmierca.

Uno de los principales atractivos de este trabajo está en que se ha comprobado que, al enfriar la corteza, se elimina la posibilidad de ejecutar procesos que vayan desde la corteza hacia abajo. Es decir, que cuando se inactiva la corteza hay muchas propiedades en el tálamo que se ven afectadas y, por lo tanto, esto significa que dichas propiedades dependen del control cortical. Sin embargo, el control de esta "adaptación específica a estímulos" no está relacionado con la corteza, según los coordinadores del trabajo.

"Observamos que las neuronas mantenían completamente su sensibilidad a los sonidos nuevos, independientemente de que activásemos o desactivásemos la corteza", ha asegurado Sánchez Malmierca.
De cara al futuro, a juicio de los investigadores, esta técnica permitirá estudiar las funciones corticales de una manera muy diferente a como se hacía antiguamente, pues la técnica de enfriamiento cortical no requiere que se hagan lesiones o ablaciones corticales y, por tanto, mantiene el sistema nervioso intacto. De este modo, se puede superar el hecho de que los estudios anteriores basados en lesiones tuvieran muchas limitaciones técnicas y menos posibilidades de éxito que con este nuevo horizonte.

Implicaciones clínicas

Este hallazgo puede tener efectos positivos en la investigación de patologías como la esquizofrenia o el Alzheimer, según Sánchez Malmierca, "dado que la adaptación específica a estímulos parece ser el correlato neuronal del potencial de disparidad (MMN, mismatch negativity, en inglés) y que este potencial neuronal evocado aparece alterado en diversas patologías". Entender cómo se altera en las dolencias citadas "puede servir como un marcador precoz de diagnóstico", ha precisado el investigador. Finalmente, Sánchez Malmierca ha recalcado la importancia de conocer si este proceso ocurre de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo en el cerebro. El objetivo es que la comunidad científica siga avanzando en el conocimiento del sistema auditivo.

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