Nuevos datos sobre infarto de miocardio y potasio sérico instan a corregir las guías de práctica clínica actuales
(17/01/2012) - E.P.
Las actuales directrices se basan en estudios pequeños más antiguos y centrados sólo en las arritmias ventriculares y no en mortalidad
Los pacientes hospitalizados después de un infarto de miocardio que presentaron niveles de potasio en sangre de entre 3,5 y 4,5 mEq/L tuvieron un riesgo menor de muerte que los pacientes con niveles de potasio superiores o inferiores a este rango, según un estudio publicado en la revista JAMA. Sin embargo, las guías de práctica clínica recomiendan mantener los niveles de potasio sérico entre 4,0 y 5,0 mEq/L en los pacientes, tras sufrir una insuficiencia cardiaca.
La homeostasis de potasio es fundamental para prevenir eventos adversos en pacientes con enfermedad cardiovascular; varios estudios han demostrado una relación entre los niveles bajos de potasio en sangre, por lo general inferior a 3,5 mEq/L, y el riesgo de arritmias ventriculares en pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM).
Sobre la base de estos estudios, los expertos recomiendan mantener los niveles de potasio entre 4,0 y 5,0 mEq/L, o incluso entre 4,5 a 5,5 mEq/L, en pacientes con IAM. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se llevaron a cabo antes del uso rutinario betabloqueantes, terapias de reperfusión, e intervenión invasiva precoz en pacientes con IAM, según la información de respaldo del artículo.
El investigador Abhinav Goyal, de la Escuela Emory Rollins de Salud Pública, en Atlanta (EE.UU), y sus colaboradores, realizaron un estudio para determinar la relación entre los niveles de potasio sérico y la mortalidad hospitalaria en pacientes con IAM en tratamiento con beta-bloqueantes y terapia de reperfusión.
El estudio incluyó a 38.689 pacientes con IAM, confirmado por biomarcadores, de 67 hospitales de EE.UU. entre enero de 2000 y diciembre de 2008. Se midieron los niveles séricos de potasio de todos los pacientes, y se clasificaron según el nivel de potasio promedio.
De los pacientes del estudio, 2.679 (un 6,9 por ciento) murieron durante la hospitalización. Los investigadores observaron que, en comparación con el grupo de referencia (3,5 <4,0 mEq/L, con una tasa de mortalidad de un 4,8 por ciento), la mortalidad fue similar en los pacientes con niveles de potasio de 4,0 a menos de 4,5 mEq/L (un 5,0 por ciento). Por otro lado, la mortalidad fue dos veces mayor en los pacientes con niveles de potasio de 4,5 a menos de 5,0 mEq/L, y del mismo modo, las tasas de mortalidad fueron mayores para los niveles de potasio de menos de 3,5 mEq/L.
Los autores concluyen que este estudio de pacientes con IAM urge a corregir las guías de práctica clínica actuales, que avalan el mantenimiento de niveles de potasio sérico entre 4,0 y 5,0 mEq/L. Estas directrices se basan en estudios pequeños, más antiguos, y centrados sólo en las arritmias ventriculares (y no la mortalidad), llevados a cabo antes del uso rutinario de betabloqueantes, las terapias de reperfusión, y la gestión invasiva precoz en pacientes con IAM.
Los nuevos datos sugieren que el rango óptimo de niveles de potasio sérico en pacientes con IAM puede estar entre 3,5 y 4,5 mEq/L, y que los niveles de potasio de más de 4,5 mEq L se asocian con una mayor mortalidad, y se deben evitar.
La homeostasis de potasio es fundamental para prevenir eventos adversos en pacientes con enfermedad cardiovascular; varios estudios han demostrado una relación entre los niveles bajos de potasio en sangre, por lo general inferior a 3,5 mEq/L, y el riesgo de arritmias ventriculares en pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM).
Sobre la base de estos estudios, los expertos recomiendan mantener los niveles de potasio entre 4,0 y 5,0 mEq/L, o incluso entre 4,5 a 5,5 mEq/L, en pacientes con IAM. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se llevaron a cabo antes del uso rutinario betabloqueantes, terapias de reperfusión, e intervenión invasiva precoz en pacientes con IAM, según la información de respaldo del artículo.
El investigador Abhinav Goyal, de la Escuela Emory Rollins de Salud Pública, en Atlanta (EE.UU), y sus colaboradores, realizaron un estudio para determinar la relación entre los niveles de potasio sérico y la mortalidad hospitalaria en pacientes con IAM en tratamiento con beta-bloqueantes y terapia de reperfusión.
El estudio incluyó a 38.689 pacientes con IAM, confirmado por biomarcadores, de 67 hospitales de EE.UU. entre enero de 2000 y diciembre de 2008. Se midieron los niveles séricos de potasio de todos los pacientes, y se clasificaron según el nivel de potasio promedio.
De los pacientes del estudio, 2.679 (un 6,9 por ciento) murieron durante la hospitalización. Los investigadores observaron que, en comparación con el grupo de referencia (3,5 <4,0 mEq/L, con una tasa de mortalidad de un 4,8 por ciento), la mortalidad fue similar en los pacientes con niveles de potasio de 4,0 a menos de 4,5 mEq/L (un 5,0 por ciento). Por otro lado, la mortalidad fue dos veces mayor en los pacientes con niveles de potasio de 4,5 a menos de 5,0 mEq/L, y del mismo modo, las tasas de mortalidad fueron mayores para los niveles de potasio de menos de 3,5 mEq/L.
Los autores concluyen que este estudio de pacientes con IAM urge a corregir las guías de práctica clínica actuales, que avalan el mantenimiento de niveles de potasio sérico entre 4,0 y 5,0 mEq/L. Estas directrices se basan en estudios pequeños, más antiguos, y centrados sólo en las arritmias ventriculares (y no la mortalidad), llevados a cabo antes del uso rutinario de betabloqueantes, las terapias de reperfusión, y la gestión invasiva precoz en pacientes con IAM.
Los nuevos datos sugieren que el rango óptimo de niveles de potasio sérico en pacientes con IAM puede estar entre 3,5 y 4,5 mEq/L, y que los niveles de potasio de más de 4,5 mEq L se asocian con una mayor mortalidad, y se deben evitar.
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