domingo, 22 de enero de 2012

¿Qué hay de nuevo en las investigaciones y el tratamiento del cáncer de ovario?

texto completo en la página de la Sociedad Americana del Cáncer:
¿Qué hay de nuevo en las investigaciones y el tratamiento del cáncer de ovario?


¿Qué hay de nuevo en las investigaciones y el tratamiento del cáncer de ovario?

Factores de riesgo y causas

Los científicos continúan estudiando los genes responsables del cáncer familiar del ovario. Esta investigación está empezando a proveer indicios sobre la función normal de estos genes y cómo al alterarse su acción se puede ocasionar cáncer. Se espera que con el tiempo esta información dé lugar a nuevos medicamentos para prevenir y tratar el cáncer familiar del ovario.
Por el momento, la investigación en esta área ya ha proporcionado mejores formas de detectar genes de alto riesgo y de evaluar el riesgo de cáncer de ovario que puede tener una mujer. Entender mejor cómo es que los factores genéticos y hormonales (como el uso de anticonceptivos orales) interaccionan también puede dar lugar a mejores formas de prevenir el cáncer de ovario.

Prevención

Se ha aplicado nueva información sobre la medida en que las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan el riesgo de cáncer de ovario para ayudar a las mujeres a tomar decisiones prácticas sobre la prevención. Por ejemplo, se han creado modelos matemáticos que ayudan a calcular cuántos años más podría vivir una mujer promedio que tiene una mutación BRCA si se le extirpan ambos ovarios y las trompas de Falopio a fin de prevenir la formación del cáncer. Los estudios han demostrado que los cánceres de trompa de Falopio se originan en mujeres con mutaciones del gen BRCA con más frecuencia que lo que los médicos sospechaban previamente. Sin embargo, es importante recordar que aunque los médicos pueden predecir el resultado promedio de un grupo de muchas mujeres, todavía es imposible predecir con precisión el resultado de una mujer en particular.
En otros estudios se están probando nuevos medicamentos para reducir el riesgo de cáncer de ovario.
Los investigadores están buscando continuamente pistas, tales como el estilo de vida, la alimentación y los medicamentos, que pudieran alterar el riesgo de cáncer ovárico.

Detección temprana

El uso de métodos precisos para detectar tempranamente el cáncer de ovario podría afectar en gran medida el índice de curación. Los investigadores están probando nuevas maneras para detectar el cáncer de ovario en las mujeres, y se está estableciendo un depósito nacional de muestras de sangre y tejido de pacientes de cáncer de ovario para ayudar a realizar estos estudios. Uno de los métodos que se ha estado estudiando consiste en analizar el patrón de las proteínas en la sangre (proteómica) para detectar temprano el cáncer de ovario.
De vez en vez, los laboratorios farmacéuticos han comercializado pruebas para la detección temprana del cáncer ovárico que no han sido probadas. Debido a que estas pruebas no han demostrado que ayudan a detectar el cáncer en sus etapas iniciales, la FDA (Food and Drug Administration) ha indicado a estas compañías que dejen de vender estas pruebas. Hasta el momento, éste ha sido el caso con dos distintas pruebas que hacen seguimiento a los patrones proteínicos: OvaSure y OvaCheck. Ambas han sido retiradas del mercado por solicitud de la FDA.
Se han completado dos estudios abarcadores de detección. Uno de los estudios se realizó en los Estados Unidos y el otro en Inglaterra. Ambos estudios analizan el uso de la prueba de sangre CA-125 junto con la ecografía del ovario (transvaginal) para detectar el cáncer de ovario. En estos estudios, se detectaron más cánceres en mujeres que se sometieron a pruebas de detección. Algunos de estos cánceres fueron detectados en etapas iniciales. Sin embargo, los pronósticos de las mujeres que fueron sometidas a pruebas de detección no fueron mejores que los de las mujeres que no se hicieron las pruebas (las mujeres que se hicieron las pruebas de detección no vivieron por más tiempo y no tenían menos probabilidades de morir a causar de cáncer de ovario).

Diagnóstico

Una prueba llamada OVA1 tiene la finalidad de usarse en mujeres que tienen un tumor de ovario. Esta prueba mide los niveles de cuatro proteínas de la sangre. Los niveles de estas proteínas al ser analizadas en conjunto se utilizan para clasificar a las mujeres con tumores en dos categorías: bajo y alto riesgo. Las mujeres que se clasifican como de bajo riesgo probablemente no tengan cáncer. Por otro lado, las mujeres que se consideran en alto riesgo tienen una mayor probabilidad de tener cáncer, por lo que deberían someterse a cirugía por un especialista (ginecólogo oncólogo). Esta prueba no es una prueba de detección, ya que se usa en mujeres que tienen un tumor ovárico.

Marcadores tumorales

Algunas mujeres con cáncer epitelial de ovario tienen niveles normales del marcador tumoral CA-125. En estas mujeres, la única manera de saber si el tratamiento está surtiendo efecto (o determinar si el cáncer ha regresado) es mediante estudios por imágenes (como la CT). Los expertos han encontrado que el nivel sanguíneo de una proteína llamada HE4 está elevado en muchas mujeres con cáncer de ovario. Si usted tiene cáncer de ovario y un nivel normal de CA-125, puede que su médico decida verificar el nivel de HE4. Si el nivel se encuentra alto, éste se puede usar en lugar del CA-125 como guía de tratamiento.

Tratamiento

La investigación de tratamientos incluye probar el valor de los métodos disponibles actualmente, así como la creación de nuevos enfoques de tratamiento.

Quimioterapia

Actualmente se están probando nuevos medicamentos de quimioterapia y combinaciones de medicamentos. Los medicamentos trabectedin (Yondelis®) y belotecan han mostrado ser promisorios en algunos estudios.
Cuando los medicamentos cisplatino y carboplatino dejan de surtir efecto, se dice que el cáncer está resistente al platino. Los estudios están buscando maneras (como otros medicamentos) para hacer que estos cánceres sean sensibles a estos medicamentos nuevamente.
Aunque el carboplatino se prefiere sobre el cisplatino para el tratamiento de cáncer de ovario si el medicamento se administra por vía intravenosa, el cisplatino se emplea en la quimioterapia intraperitoneal (IP). Un reciente estudio analizó si el carboplatino podría también ser usado en la quimio IP.
Otro método consiste en administrar quimio IP al momento de la cirugía usando medicamentos a temperaturas elevadas. Este tratamiento, conocido como quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC, por sus siglas en inglés), puede ser eficaz, aunque es muy tóxico. Aún se necesita estudiar minuciosamente con la quimio IP convencional para determinar si en realidad funciona mejor.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tipo más nuevo de tratamiento para el cáncer que usa medicamentos u otras sustancias para identificar y atacar las células cancerosas causando poco daño a las células normales. Cada tipo de terapia dirigida funciona de manera diferente, aunque todas estas terapias atacan el funcionamiento interno de las células cancerígenas; la programación que hace que éstas sean diferentes de las células normales y sanas. El bevacizumab (Avastin) es la terapia dirigida que mejor se ha estudiado en el cáncer de ovario, aunque también se han estudiado otros medicamentos.
El Pazopanib (Votrient®) es un medicamento de terapia dirigida que, al igual que el bevacizumab, ayuda a detener la formación de nuevos vasos sanguíneos. Ha mostrado ser promisorio en los estudios.
Las poli (ADP-ribosa) polimerasas (PARPs) son enzimas que recientemente han sido reconocidas como reguladores clave en la supervivencia y muerte celular. Los medicamentos que inhiben las PARP-1 ayudan a combatir los cánceres causados por mutaciones en BRCA1 y BRCA2. En un estudio, el inhibidor de PARP olaparib también pudo reducir el tamaño de los tumores en pacientes con cáncer de ovario que no portaban las mutaciones BRCA. Se están realizando estudios clínicos de este tipo de medicamentos para determinar quiénes se beneficiarán más de los mismos.

Inmunoterapia

Otro método es crear vacunas antitumorales que programan el sistema inmunológico para que pueda reconocer mejor las células cancerosas. Asimismo, se están creando anticuerpos monoclonales que reconocen específicamente las células del cáncer de ovario y las atacan. Estos anticuerpos son versiones sintéticas de los anticuerpos que nuestros cuerpos producen para combatir las infecciones. Pueden ser diseñados para ser dirigidos a ciertas localizaciones de una célula cancerosa. El farletuzumab es un anticuerpo monoclonal que se dirige contra una proteína que se encuentra en la superficie de las células cancerosas de ovario. En estudios preliminares, este anticuerpo ha mostrado ser promisorio en el tratamiento del cáncer de ovario. Otro anticuerpo monoclonal que se ha estado estudiando para combatir este cáncer es el catumaxomab. Éste se une a una proteína que se encuentra en algunas células cancerosas y algunas células del sistema inmunológico. Cuando se administra en la cavidad abdominal, el anticuerpo puede ayudar a tratar la acumulación de líquido (ascitis) que puede ocurrir cuando hay cáncer.

Fecha de última actualización: 01/13/2012

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