domingo, 8 de enero de 2012

“Resulta inaceptable la falta de regulación en implantes mamarios” | Sociedad | EL PAÍS

CATHERINE STIHLER Eurodiputada británica

“Resulta inaceptable la falta de regulación en implantes mamarios”

La política destaca que es imposible que las clínicas de estética se autorregulen porque perderían cleintela

 
Catherine Stihler, eurodiputada británica. / CORDON PRESS
 
Catherine Stihler (Escocia, 1973) redactó el informe con el que hace varios años el Parlamento Europeo pedía a los países miembros más regulación y un registro de incidencias para los implantes mamarios de silicona. Esta europarlamentaria laborista se lamenta ahora de que los Veintisiete desoyeran las recomendaciones de la Eurocámara. Probablemente se habría evitado, asegura, el escándalo sanitario de las prótesis PIP fraudulentas que ahora afecta a miles de mujeres que se implantaron las prótesis fabricadas con silicona de uso industrial que una empresa francesa exportó a medio mundo (solo en España entre 8.000 y 12.000). No solo fallaron los controles, advierte, es que estos son muy escasos. Stihler pide a los Estados miembro que sigan el camino de Francia y que pidan a las mujeres que llevan estas prótesis fraudulentas que pasen por el quirófano para extraérselas.

Pregunta. ¿Existe alguna regulación europea para los implantes de silicona?
Respuesta. Existen directivas para unificar las leyes de los Estados, pero no hay ninguna regulación europea respecto a implantes médicos. En 2011 el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre implantes de mama en la que instaba a ponerla en marcha. Y no fue la primera. La Comisión Europea aceptó las propuestas del Parlamento, pero son los Estados miembro los que deciden si desean adoptarla. Durante los últimos 20 años la Eurocámara ha estado intentando introducir una regulación más estricta para los implantes de silicona. El escándalo de las prótesis PIP es una prueba más de que existe una necesidad de una regulación más dura respecto a los dispositivos médicos de toda Europa, que son de lejos muchísimo menos controlados que los de las farmacéuticas. Esta falta de regulación es inaceptable y con los riesgos que conlleva es injustificable.

P. ¿Es seguro el sistema actual? ¿Hay suficientes controles?
la gravedad y seriedad de la situación se podrían haber evitado"
R. El sistema podría ser mucho más seguro de una manera muy sencilla. El problema fundamental es que muchas de estas prótesis se implantan por razones estéticas y, por lo tanto, en clínicas privadas. Así es complicado hacer un seguimiento de la información que se les da a las pacientes, algo que podría mejorar con más inspecciones en los centros sanitarios privados. Los implantes PIP se emplearon porque eran más baratos. Los productos médicos deberían evaluarse según la seguridad que ofrecen y no por su precio.

P. ¿Cree que los países ofrecen suficiente información sobre los riesgos de estos implantes?
R. Creo que las pacientes tienen que tener más información de los riegos y las implicaciones que conllevan los implantes, pero las clínicas privadas son conscientes de que si las mujeres acceden a más información sobre esos riesgos no querrán continuar con la intervención. Por eso no regularán por su cuenta la información que ofrecen a las receptoras de implantes, así que, por lo tanto, la responsabilidad de que las mujeres conozcan los riesgos de estos implantes recae en los Gobiernos.

P. ¿Están actuando bien las autoridades en el escándalo de los implantes fraudulentos?
R. Creo que las actuaciones de Francia y Venezuela, que han solicitado a sus ciudadanas que se retiren los implantes y corren con los gastos, son correctas e instaría a otros Gobiernos a tomar estas medidas preventivas. De momento no hay evidencia de que haya aumentado el riesgo de cáncer. El gel usado en estos implantes de pecho hace que su extracción, una vez se produce la rotura, sea muy complicada. Si no se quitan los implantes estamos poniendo en un riesgo innecesario a las mujeres a largo plazo.

P. ¿Pudo prevenirse lo que ha ocurrido?
R. Sí, la gravedad y seriedad de la situación se podría haber evitado. Se ha sabido que en el año 2000 la FDA estadounidense [el equivalente a la Agencia Española del Medicamento] advirtió sobre la empresa que fabricaba las prótesis PIP respecto a 11 infracciones de las buenas prácticas de elaboración. Ahora debemos trabajar para asegurarnos de que esa información está disponible mucho más fácilmente. No podemos confiar en la autorregulación, los riesgos son muy elevados.

P. El Parlamento Europeo lleva años pidiendo un registro de prótesis. ¿Ayudaría a evitar lo ocurrido?
R. Algunos países disponen ya de un registro que cifra y analiza las incidencias de estos productos, y los que no, deberían ponerlo en marcha. Además, un registro europeo sería útil porque actualmente no conocemos el número total de mujeres con estos implantes. Además sería una buena medida de seguridad crear un registro específico para cirujanos estéticos.
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