EN PROSTATECTOMÍA RADICAL
RM para decidir cuándo se pueden preservar las bandeletas neurovasculares
La resonancia magnética (RM) preoperatoria ayuda a los cirujanos a tomar decisiones informadas sobre los procedimientos de preservación de los nervios en los pacientes con cáncer de próstata a los que se les va a practicar una prostatectomía y, de este modo, contribuye a reducir el riesgo de disfunción eréctil e impotencia.
Redacción | 25/01/2012 00:00
Así se desprende de un estudio que se publica hoy en Radiology, llevado a cabo por un equipo de científicos dirigido por Daniel Margolis, de la Universidad de California en los Ángeles (Estados Unidos).
Los investigadores emplearon la RM para valorar a pacientes que iban a ser sometidos a una prostatectomía laparoscópica asistida por robot. Tal y como explican, esta técnica permite realizar incisiones menores a las de la prostatectomía radical abierta y ofrece mejores resultados desde el punto de vista estético, un menor sangrado y una reducción de la convalecencia postoperatoria.
Sin embargo, al no permitir el feedback táctil, dificulta la evaluación de las bandeletas neurovasculares, lo que puede conducir a lesiones innecesarias en algunos casos o a la resección incompleta del tumor en otros. En la actualidad no existe ninguna técnica preoperatoria que proporcione una información equivalente a la del feedback táctil.
Los científicos estadounidenses investigaron la utilización de RM con antena endorrectal como una posible forma de mejorar el manejo de las bandeletas neurovasculares. Para ello, evaluaron de forma prospectiva a 104 pacientes que se sometieron a la técnica de imagen y, a continuación, se les practicó una prostatectomía laparoscópica asistida por robot. Se identificaron las diferencias en el plan quirúrgico antes y después de la revisión del informe de RM y se compararon con el resultado quirúrgico y los resultados patológicos reales.
Utilidad demostrada
Los autores del trabajo constataron que los datos que proporcionó la RM condujeron a una modificación en la decisión de preservar o no los nervios en 28 (27 por ciento) de los 104 participantes. En concreto, se cambió en favor de la conservación de las bandeletas neurovasculares en 17 (61 por ciento) de estos pacientes y por la técnica de no preservación en los 11 (39 por ciento) restantes. Margolis y su equipo confirmaron que la decisión de conservar los nervios no empeoró el resultado oncológico.
El autor principal advierte de que los pacientes incluidos en su estudio constituyen una población de hombres con cáncer de grado bajo o medio, lo que lleva a que sus resultados no puedan extrapolarse al conjunto de los afectados.
Asimismo, señala que la generalización de la RM preoperatoria sólo será posible cuando se disponga de una forma adecuada de estratificar a los pacientes que más pueden beneficiarse de su empleo.
Sin embargo, al no permitir el feedback táctil, dificulta la evaluación de las bandeletas neurovasculares, lo que puede conducir a lesiones innecesarias en algunos casos o a la resección incompleta del tumor en otros. En la actualidad no existe ninguna técnica preoperatoria que proporcione una información equivalente a la del feedback táctil.
Los científicos estadounidenses investigaron la utilización de RM con antena endorrectal como una posible forma de mejorar el manejo de las bandeletas neurovasculares. Para ello, evaluaron de forma prospectiva a 104 pacientes que se sometieron a la técnica de imagen y, a continuación, se les practicó una prostatectomía laparoscópica asistida por robot. Se identificaron las diferencias en el plan quirúrgico antes y después de la revisión del informe de RM y se compararon con el resultado quirúrgico y los resultados patológicos reales.
Utilidad demostrada
Los autores del trabajo constataron que los datos que proporcionó la RM condujeron a una modificación en la decisión de preservar o no los nervios en 28 (27 por ciento) de los 104 participantes. En concreto, se cambió en favor de la conservación de las bandeletas neurovasculares en 17 (61 por ciento) de estos pacientes y por la técnica de no preservación en los 11 (39 por ciento) restantes. Margolis y su equipo confirmaron que la decisión de conservar los nervios no empeoró el resultado oncológico.
El autor principal advierte de que los pacientes incluidos en su estudio constituyen una población de hombres con cáncer de grado bajo o medio, lo que lleva a que sus resultados no puedan extrapolarse al conjunto de los afectados.
Asimismo, señala que la generalización de la RM preoperatoria sólo será posible cuando se disponga de una forma adecuada de estratificar a los pacientes que más pueden beneficiarse de su empleo.
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