Un nuevo sistema permite identificar y bloquear gérmenes patógenos
(13/01/2012) - E.P.
El enfoque es versátil y barato por lo que podría ser aplicado en el estudio de una amplia gama de microorganismos
Investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva forma de identificar genes de microorganismos nocivos, en particular, aquellos que han sido difíciles de analizar en el laboratorio.
Este nuevo método, descrito en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), utiliza productos químicos para crear bacterias mutantes, y secuenciación genómica para identificar todas las mutaciones. Mediante la búsqueda de genes mutantes comunes en la bacteria Chlamydia, que comparten un rasgo en particular, los investigadores fueron capaces de identificar rápidamente los genes responsables de ese rasgo.
Según el doctor Rafael Valdivia, profesor de Genética Molecular y Microbiología, en Duke, se ha conseguido averiguar más datos acerca de los genes que permiten el florecimiento de la Chlamydia en sus huéspedes sin recurrir al largo proceso tradicional de domesticación de los patógenos para que acepten el ADN recombinante, explica Valdivia, quien agrega que dicho enfoque une las técnicas clásicas de la microbiología con la secuenciación genómica del siglo XXI.
Si se encuentra un nuevo microorganismo peligroso, y se quieren determinar sus genes principales, este sistema sistema representa una forma efectiva de obtener esta información tan rápido como sea posible, asegura.
Uno de los objetivos de estas investigaciones es el estudio de patógenos microbianos que dañan a seres humanos y animales, para localizar y alterar los genes necesarios para la infección, afirma Valdivia.
El microorganismo en este estudio, se esconde en las células humanas, y la enfermedad que causa debe ser transmitida desde un huésped a otro. La clamidia es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, y el principal factor de riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad.
En el presente estudio, según Valdivia, al aislar genes mutantes que no crecen bien dentro de las células, e identificar las mutaciones subyacentes, permitió aprender mucho acerca de cómo estos genes contribuyen a la enfermedad. Esto acelera significativamente el análisis de la clamidia y, lo más importante, puede ser aplicable a muchos otros microbios que han sido difíciles de manipular con métodos de ADN recombinante.
El investigador, además, sugiere que los microorganismos, incluso los asociados con nuestra flora intestinal normal, se han abierto a la exploración para que podamos aprender cómo influyen sus genes en la salud humana, incluidos los trastornos alimentarios y la enfermedad inflamatoria intestinal. Valdivia concluye que, además, la nueva técnica podría ayudar a crear vacunas contra la Chlamydia.
Este nuevo método, descrito en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), utiliza productos químicos para crear bacterias mutantes, y secuenciación genómica para identificar todas las mutaciones. Mediante la búsqueda de genes mutantes comunes en la bacteria Chlamydia, que comparten un rasgo en particular, los investigadores fueron capaces de identificar rápidamente los genes responsables de ese rasgo.
Según el doctor Rafael Valdivia, profesor de Genética Molecular y Microbiología, en Duke, se ha conseguido averiguar más datos acerca de los genes que permiten el florecimiento de la Chlamydia en sus huéspedes sin recurrir al largo proceso tradicional de domesticación de los patógenos para que acepten el ADN recombinante, explica Valdivia, quien agrega que dicho enfoque une las técnicas clásicas de la microbiología con la secuenciación genómica del siglo XXI.
Si se encuentra un nuevo microorganismo peligroso, y se quieren determinar sus genes principales, este sistema sistema representa una forma efectiva de obtener esta información tan rápido como sea posible, asegura.
Uno de los objetivos de estas investigaciones es el estudio de patógenos microbianos que dañan a seres humanos y animales, para localizar y alterar los genes necesarios para la infección, afirma Valdivia.
El microorganismo en este estudio, se esconde en las células humanas, y la enfermedad que causa debe ser transmitida desde un huésped a otro. La clamidia es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes, y el principal factor de riesgo de enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad.
En el presente estudio, según Valdivia, al aislar genes mutantes que no crecen bien dentro de las células, e identificar las mutaciones subyacentes, permitió aprender mucho acerca de cómo estos genes contribuyen a la enfermedad. Esto acelera significativamente el análisis de la clamidia y, lo más importante, puede ser aplicable a muchos otros microbios que han sido difíciles de manipular con métodos de ADN recombinante.
El investigador, además, sugiere que los microorganismos, incluso los asociados con nuestra flora intestinal normal, se han abierto a la exploración para que podamos aprender cómo influyen sus genes en la salud humana, incluidos los trastornos alimentarios y la enfermedad inflamatoria intestinal. Valdivia concluye que, además, la nueva técnica podría ayudar a crear vacunas contra la Chlamydia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario