lunes, 22 de julio de 2013

Citometría de flujo y análisis del exoma en trombopatía congénita - DiarioMedico.com

Citometría de flujo y análisis del exoma en trombopatía congénita - DiarioMedico.com

proyecto de caracterización funcional

Citometría de flujo y análisis del exoma en trombopatía congénita

Se puede buscar la confirmación molecular de la alteración para evitar errores diagnósticos. Del 30 al 50 por ciento de pacientes carecen de un diagnóstico específico de su hemopatía.
Pilar Laguna. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  22/07/2013 00:00

María Luisa Lozano y José Rivera
María Luisa Lozano y José Rivera, coordinan el proyecto de trombopatías congénitas ()

Entre el 30 y el 50 por ciento de los enfermos con alteraciones congénitas en las plaquetas siguen sin poner nombre y apellido a su enfermedad. Tras la sospecha diagnóstica pueden hacerse diversos test como citometría de flujo, agregación plaquetaria, ensayos bioquímicos, microscopia electrónica, expresión en modelos celulares o estudios de estructura, entre otros, y también buscar una confirmación molecular de las alteraciones para evitar los frecuentes errores diagnósticos.

Así lo enfoca el Grupo de Investigación de Excelencia de la Unidad de Hematología y Oncología Médica (UHOM) de los hospitales universitarios Morales Meseguer y Reina Sofía y el Centro Regional de Hemodonación y la Universidad de Murcia, que aborda un proyecto de caracterización funcional y molecular de trombopatías congénitas en la península Ibérica, como centro de referencia de España y Portugal.

Sospechosos
Desde 2008, han diagnosticado 18 trombastenias de Glanzmann (TG) y 12 síndromes de Bernard-Soulier (SBS), junto a cantidades menores de síndromes de Chediak-Highasi y de Hermansky Pudlak, trombocitopenia de May-Hegglin (MYH9) y enfermedad de von Willebrand plaquetario.

"Son enfermedades raras que pueden no ser diagnosticadas o confundirse con otras patologías", explica María Luisa Lozano, una de las coordinadoras del proyecto, y subraya que una de las trombopatías con más errores diagnósticos es el síndrome de Bernard-Soulier, que suele confundirse con trombopenia inmune primaria (PTI).

"Entre el 10 y el 20 por ciento de los pacientes que nos envían con sospecha de síndrome de Bernard Soulier no tienen bazo por ese error diagnóstico, y es que la falta de centros de referencia ha hecho que muchos pacientes tengan un diagnóstico incorrecto, o peor todavía, que hayan sido tratados inadecuadamente".

La hematóloga recalca la necesidad de afinar el diagnóstico para evitar terapias inconvenientes -como corticoides en dosis elevadas o esplenectomía, con la toxicidad y posibles efectos adversos a corto y largo plazo que ello conlleva-, o el riesgo de sangrado grave en pequeñas intervenciones.

Desde que comenzaron el proyecto, los investigadores de la UHOM han caracterizado cerca de 30 trombopatías, y también han descartado patologías en una veintena de enfermos que llegaban con sospecha diagnóstica errónea.


Estrategia seleccionada
"Lo más novedoso es que actualmente tenemos la posibilidad de llevar a cabo, en pacientes seleccionados, una estrategia diagnóstica a la inversa. Lo normal es analizar cómo funcionan las plaquetas y cuál es la vía que está alterada antes de hacer el estudio molecular.

Sin embargo, hasta en el 75 por ciento de los pacientes que quedan englobados en trastornos de señalización y/o secreción nunca llega a caracterizarse la anomalía específica que causa el cuadro", explica Lozano.

En algunos de esos pacientes se puede plantear hacer la secuenciación del exoma completo para saber dónde está la alteración molecular y después confirmarla con pruebas funcionales, lo que permite efectuar diagnósticos nuevos de enfermos cuyo trastorno subyacente era desconocido.


Fondo perdido
Aun así, el 30 por ciento de los pacientes quedarán en el saco de los trastornos no concretados de señalización/secreción debido a la complejidad de las rutas bioquímicas y metabólicas implicadas.

Nuestro empeño es poder caracterizar a algunos de estos pacientes y creemos que la nueva herramienta de secuenciación del exoma puede ser útil para que, una vez identificada la alteración genética que explique la enfermedad, vayamos a confirmarla mediante estudios funcionales. Así podremos reconocer alteraciones concretas no descritas y que pueden ser responsables de estos cuadros clínicos", ha agregado José Rivera, codirector del proyecto.

El grupo ha sido elegido como referente nacional para identificar trombopatías congénitas porque lleva a cabo un análisis integrado funcional y molecular. Para acometer el proyecto cuentan con herramientas básicas en la identificación funcional de los trastornos plaquetarios como es la citometría de flujo, técnica utilizada para el estudio inmunofenotípico de leucemias y síndromes linfoproliferativos, pero infrautilizada para análisis de trastornos plaquetarios.

Los estudios moleculares se llevan a cabo en el laboratorio de genómica de la UHOM ubicado en el hospital Reina Sofía.

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