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ESPAÑA
LA lumbalgia, el problema más frecuente
Biomecánica para valorar la gravedad de las lesiones laborales
Una incapacidad total laboral puede llegar a costar a la mutua un promedio de 250.000 euros. La cifra evidencia la importancia de que la valoración de la patología del trabajador sea lo más precisa posible. "Utilizamos medios técnicos para objetivar las secuelas de las enfermedades profesionales", explica a Diariomedico.com Andrés Alcázar, director Médico de Contingencias Profesionales de la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ).
Beatriz Roselló - Jueves, 25 de Noviembre de 2010 - Actualizado a las 17:39h.
A través del equipo isocinético se valora la gravedad de la patología del hombro.
El equipo del Laboratorio de Biomecánica que él dirige tiene por objetivo cuantificar las secuelas, verificando las que son recuperables y, en el caso de que no lo sean, valorar la capacidad que le queda al individuo para incorporarse al trabajo. Algo necesario ya que, según afirma, los empleados tienden a exagerar la gravedad de la lesión. Hoy en día ya hay muchas mutuas que utilizan estos procesos biomecánicos y, con el objetivo de poner el trabajo en común, Alcázar ha puesto en marcha las I Jornadas de Biomecánica en la MAZ, celebradas a partir de mañana en el Hospital MAZ de Zaragoza.
El grupo de trabajo de Álcazar es multidisciplinar. Un jefe de servicio (él mismo), un jefe de sección y cinco médicos adjuntos (un rehabilitador, un especialista en Medicina del Deporte, un neurofisiólogo, un psiquiatra y un médico del Trabajo) llevan a cabo las valoraciones de las lesiones, tras una primera sesión clínica en la que los individuos se distribuyen en función de las especialidades de los facultativos. "Si queremos valorar la mecánica de una rodilla, necesitaré a un médico del Deporte", comenta. No obstante, Alcázar resalta que el trabajo se realiza siempre en equipo y de forma conjunta, para alcanzar la máxima precisión.
Los métodos biomecánicos empleados son los siguientes: estudio de la marcha, estudio de la columna cervical, estudio del equilibrio, estudio de las lumbalgias y el estudio de las articulaciones periféricas. "Para ello", dice, "usamos equipos de biomecánica del Instituto de Biomecánica de Valencia, como el estudio isocinético, la plataforma de presión, el goniómetro y los dinamómetros electrónicos y el escáner en tres dimensiones del pie". Los resultados de las pruebas permiten decidir cuándo dar el alta al trabajador y concretar el grado de incapacidad, si la hay.
Las lesiones más comunes
Tras tres años de experiencia en el laboratorio de biomecánica, Alcázar tiene claro cuáles son las lesiones más comunes: las lumbalgias y las patologías del hombro. Según explica, es lógico que la lumbalgia sea la primera causa de incapacidad temporal en el ámbito laboral, ya que se trata de una lesión muy frecuente: "Un 90 por ciento de las personas sufren lumbalgia en algún momento de su vida y si, además, sobrecargas la espalda...". En el caso de la patología del hombro, es la que más secuelas deja debido a que el hombro es una articulación compleja con movimientos complicados. "Cualquier alteración puede dejar secuelas", sostiene.
Los empleos en los que se producen más lesiones son aquellos que conllevan esfuerzo físico; es decir, trabajos de fuerza y de peso. Una vez que se confirma la existencia de limitación funcional, el equipo de Alcázar valora si es susceptible de tratamiento o no. En el caso de que lo sea, se comprueba la evolución del individuo al finalizarlo y cuando se determina que es residual (es decir, que ya no cabe más tratamiento) los especialistas deciden si se le da el alta laboral, que podrá ser con secuelas o sin secuelas.
La incorporación al trabajo sin secuelas es el final del proceso para la mayoría de los individuos (el especialista sitúa el porcentaje en un 80 por ciento, aproximadamente). Del 20 por ciento restante, un cinco por ciento se incorporará a su puesto laboral con una incapacidad parcial, con limitaciones importantes, y un 15 por ciento tendrá una incapacidad total.
Determinación del grado de lumbalgia y de la lesión del hombro
Según explica Alcázar, para estudiar la lumbalgia utilizan una electromiografia de superficie, mediante el test Flex-relax, “que permite observar si la musculatura se relaja y se contrae de forma fisiológica o no”. Otro análisis se lleva a cabo haciendo que el individuo se levante de una silla y cargue pesos. Capturando las imágenes en tres dimensiones, el facultativo valora con parámetros estándar la anormalidad del movimiento y la repetitividad del movimiento. “Así sabremos si el movimiento es patológico o si es una simulación del trabajador”, sostiene Alcázar, que calcula que esto último ocurre hasta en un 40 por ciento de los casos. En el caso de la patología del hombro, se valora la capacidad del movimiento funcional y la fuerza mediante un equipo isocinético.
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