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Dentro o fuera de los manuales diagnósticos

Algo más que palabras. Las que definen la disforia de género y las distintas identidades sexuales que van más allá de hombre/mujer constituyen hoy una suerte de botín de guerra por el que se enfrentan la medicina, la psicología y la sociología, en una lucha en la que también intervienen otros actores de la sociedad civil, como las asociaciones que agrupan a las personas -transexuales, travestis- que busca que su identidad sexual o de género deje de ser considerada una enfermedad.

¿Qué es lo que dicen los manuales diagnósticos de los que disponen el personal de salud (y también los jueces, a la hora de autorizar una reasignación de sexo)? "Para la ciencia médica tradicional, la disforia de género es un trastorno de la identidad sexual o de género, y es así como aparece en el manual diagnóstico de afecciones mentales DSM-IV, o en el CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud (OMS)", respondió el doctor Adrián Helien, coordinador del Grupo de Atención a Personas Transexuales, que funciona en el hospital Durand.

"Disforia de género es la discordancia entre el sexo que le asignaron a una persona al nacer en función de sus genitales y lo que la persona percibe como su identidad de género -precisó Helien-. Hay distintos tipos y distintos grados, y el transexualismo es la forma extrema, en la que la persona se lleva mal con su cuerpo y con sus genitales en forma permanente y estable."

Fuera de catálogo

Estas definiciones de disforia de género y transexualidad están en consonancia con lo que establece el manual DSM-IV, elaborado por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, que las coloca dentro de los trastornos de la identidad de género.

Pero su inclusión o exclusión de la próxima edición del manual -el DSM-V, que se espera para 2012- ha sido durante los últimos años motivo de debate, e incluso llevó a que asociaciones de transexuales de distintos países se manifestaran el 16 de octubre de 2009 para que la transexualidad y la disforia de género dejen de ser consideradas trastornos.

"El movimiento que busca despatologizar a la transexualidad es similar al que se produjo cuando la homosexualidad era catalogada como una patología", dijo Helien.

Una pregunta abierta es qué pasará si efectivamente dejan de ser considerados trastornos. ¿Cubrirán los sistemas de seguridad social las operaciones de reasignación de sexo, o éstas pasarán a ser meras cirugías reparadoras, como lo es hoy una cirugía de nariz o de mamas? Hoy, en la Argentina, una reasignación de sexo sólo puede ser realizada por orden de un juez.
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