Las proteínas Vav pueden ofrecer dianas para cáncer de piel y otras dermatopatías

Un estudio probado en ratones descubre que las oncoproteíanas Vav2 y Vav3 juegan un importante papel en el origen y evolución de cánceres de piel.

Madrid. Redacción | 24/07/2013 00:00

Imágenes que muestran proliferación celular en varias fases.

(DM)

El carcinoma de células escamosas es uno de los cánceres de piel más frecuentes. Aunque no es mortal y es fácilmente extirpable con cirugía, en algunos casos alcanza estadios metastásicos difícilmente tratables. Un nuevo hallazgo, publicado en el último número de PloS Biology, abre nuevos caminos de la mano de Xosé R. Bustelo, del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, CSIC-Universidad de Salamanca, y del que forma parte Mauricio Menacho-Márquez, autor principal, en colaboración con los grupos de Jesús Paramio, del Ciemat, en Madrid, y Balbino Alarcón, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-Madrid), que han mostrado que una ruta controlada por las oncoproteínas Vav2 y Vav3, regula la movilidad y proliferación celular en este cáncer de piel.

Los científicos utilizaron ratones modificados genéticamente para eliminar la expresión de las proteínas Vav2 y Vav3. Esta vía demostró que la eliminación de Vav2 y Vav3 inducía una reducción muy acentuada de los tumores de piel inducidos en los ratones.

Estos experimentos indican que Vav2 y Vav3 desempeñan un papel importante en la iniciación y el desarrollo de cánceres de piel al promover rutas de señalización celular en células cancerosas relacionadas con la supervivencia celular en el ADN dañado, la proliferación y la modificación del microambiente tisular donde dichas células crecen y se desarrollan.

Implicadas en psoriasis
Curiosamente, muchos de estos programas protumorigénicos están activados en otras enfermedades frecuentes de la piel, como es el caso de la psoriasis. Por tanto, los resultados obtenidos sugieren que las proteínas Vav podrían representar dianas farmacológicas potenciales para diversas dermatopatías. También hay evidencia que sugiere que estas proteínas contribuyen al funcionamiento normal de las células madre del tumor, responsables de su mantenimiento y progresión en el tiempo. Estudios posteriores a largo plazo serán todavía necesarios para desarrollar inhibidores químicos efectivos contra dichas proteínas y para comprobar si realmente funcionan en el ámbito clínico.