La contaminación y la genética, determinantes en el riesgo de sufrir TEA

Los resultados de un estudio revelan que los niños que presentan una combinación de exposición a contaminación ambiental y factores genéticos tienen más riesgo de padecer autismo.

Redacción. Madrid | 03/12/2013 00:00

La exposición a contaminación atmosférica, en combinación con factores genéticos, aumenta el riesgo de padecer un trastorno del espectro autista (TEA), según revela un nuevo estudio realizado por la Facultad de Medicina Keck de la Universidad Southern, en California.

"Los resultados demostraron que los niños que presentaban una combinación de ambos factores tenían un riesgo mayor de padecer autismo en comparación con otros niños sin riesgo genotípico ni exposición a contaminación", explica Heather Volk, investigadora principal del estudio.

El estudio, en el que participaron 408 niños con edades comprendidas entre los 2 y los 5 años procedentes del Chilhood Autism Risks From Genetics and the Environment Study, reveló que, de la muestra inicial, un total de 252 niños cumplían los criterios de padecer TEA tras haber analizado sus factores genéticos y la exposición a contaminación a la que habían estado sometidos. Además, para analizar la exposición, los investigadores tuvieron en cuenta los domicilios en los que habían residido los niños así como el tráfico local y regional de cada una de las zonas.

"Aunque se conocía que algunas interacciones medio ambientales inciden en el riesgo de padecer autismo, esta es la primera vez que se alcanza una interacción específica determinante de este trastorno. Los resultados son concluyentes y podrían ayudar a identificar la combinación de mecanismos ambientales y genéticos que provocan un riesgo mayor de TEA", dice Daniel Campbell, autor del trabajo.

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