en pacientes con VIH
La fulguración con infrarrojos elimina las lesiones precancerosas de forma no invasiva
El Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona, ha puesto en marcha una consulta de prevención de cáncer anal.
Redacción. Madrid | 03/12/2013 17:43
La Unidad de VIH del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), en Barcelona, tiene en marcha consultas de prevención del cáncer anal y realizan el cribado de acuerdo con las recomendaciones de las guías internacionales.
A los pacientes con VIH del hospital se les cita y se les realiza una encuesta sobre hábitos sexuales y una citología. "Si los resultados de la citología son normales, son remitidos a una nueva revisión al cabo de un año y, si son anormales, se les practica una anoscopia para confirmar si existe una zona patológica", explica Daniel Podzamczer, Jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas y responsable de la Unidad de VIH del Hopsital Universitario de Bellvitge. "En caso de que esta determinación también sea positiva, se les realiza una biopsia. Si la biopsia revela una lesión potencialmente cancerosa, las lesiones son eliminadas mediante la técnica mínimamente invasiva de fulguración con infrarrojos. En cuanto a las lesiones de bajo grado, éstas son objeto de un seguimiento cada seis meses", añade.
El cáncer anal está causado por el virus del papiloma humano (VPH). "En el caso de los hombres homosexuales, la práctica de la penetración anal añade más riesgo de transmisión del virus del pailoma y de su localización en el canal anal", indica Podzamczer.
La cirugía también se utiliza para la eliminación de algunas lesiones precancerosas muy extensas. En caso de que se detecte un cáncer anal desarrollado, es tratado mediante una combinación de radioterapia y quimioterapia, o bien mediante una cirugía que, en los casos más graves, puede llegar a susponer la eliminación del esfínter y la práctica de una colostomía.
La anoscopia también permite detectar condilomas. La existencia de tres o más condilomas se asocia también a un mayor riesgo de cáncer, por lo que son extraídos mediante cirugía. En este sentido, entre los proyectos de futuro de la Unidad de Prevención del Cáncer Anal del HUB, existe el de ampliar este cribado a los hombres heterosexuales con antecedentes de condilomas y las mujeres con una citología del cuello de útero anormal o condilomas.
"Se necesitan más años de experiencia para confirmar si el cribado reduce realmente la incidencia del cáncer anal. Lo que es seguro es que, con la eliminación de estas lesiones potencialmente cancerosas, estamos previniendo cánceres y estamos dando la asistencia más completa a nuestros pacientes con sida, los cuales, debido a la debilidad de su sistema inmunitario, tienen más riesgo de desarrollar algún cáncer a lo largo de su vida", comentan Elena Ferrer, responsable de la consulta de cribado de cáncer anal del HUB, y Loris Trenti, de la Unidad de Cirugía Colorrectal del Servicio de Cirugía General y Digestiva.
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A los pacientes con VIH del hospital se les cita y se les realiza una encuesta sobre hábitos sexuales y una citología. "Si los resultados de la citología son normales, son remitidos a una nueva revisión al cabo de un año y, si son anormales, se les practica una anoscopia para confirmar si existe una zona patológica", explica Daniel Podzamczer, Jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas y responsable de la Unidad de VIH del Hopsital Universitario de Bellvitge. "En caso de que esta determinación también sea positiva, se les realiza una biopsia. Si la biopsia revela una lesión potencialmente cancerosa, las lesiones son eliminadas mediante la técnica mínimamente invasiva de fulguración con infrarrojos. En cuanto a las lesiones de bajo grado, éstas son objeto de un seguimiento cada seis meses", añade.
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La cirugía también se utiliza para la eliminación de algunas lesiones precancerosas muy extensas. En caso de que se detecte un cáncer anal desarrollado, es tratado mediante una combinación de radioterapia y quimioterapia, o bien mediante una cirugía que, en los casos más graves, puede llegar a susponer la eliminación del esfínter y la práctica de una colostomía.
La anoscopia también permite detectar condilomas. La existencia de tres o más condilomas se asocia también a un mayor riesgo de cáncer, por lo que son extraídos mediante cirugía. En este sentido, entre los proyectos de futuro de la Unidad de Prevención del Cáncer Anal del HUB, existe el de ampliar este cribado a los hombres heterosexuales con antecedentes de condilomas y las mujeres con una citología del cuello de útero anormal o condilomas.
"Se necesitan más años de experiencia para confirmar si el cribado reduce realmente la incidencia del cáncer anal. Lo que es seguro es que, con la eliminación de estas lesiones potencialmente cancerosas, estamos previniendo cánceres y estamos dando la asistencia más completa a nuestros pacientes con sida, los cuales, debido a la debilidad de su sistema inmunitario, tienen más riesgo de desarrollar algún cáncer a lo largo de su vida", comentan Elena Ferrer, responsable de la consulta de cribado de cáncer anal del HUB, y Loris Trenti, de la Unidad de Cirugía Colorrectal del Servicio de Cirugía General y Digestiva.
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