establecer medidas de prevención
Seis de cada diez mayores tienen accidentes en casa
Las condiciones del hogar deben adecuarse a las necesidades del anciano, según un informe presentado ayer en Madrid por la Fundación Mapfre.
Soledad Parés. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 04/12/2013 18:45
Antonio Guzmán; César Antón y Ana de Vicente, durante la presentación del informe. (DM)
El trabajo incluye los datos obtenidos por cien terapeutas ocupacionales que, durante un mes, visitaron 1.250 hogares españoles, de zonas rurales y urbanas, y realizaron encuestas a los mayores, cuyo perfil revela que el 38 por ciento tiene una edad igual o superior a 80 años. De ellos, el 63 por ciento son mujeres y un 71 por ciento tienen ingresos inferiores a los 19.000 euros anuales.
El informe La vivienda del mayor: condiciones y riesgos destaca que casi la mitad de los hogares visitados están habitados por dos personas, confirmando que el 33 por ciento de la población encuestada vive sola, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente en casa.
"El principal problema con el que nos encontramos es que los mayores no quieren abandonar el entorno en el que han vivido. Se niegan a abandonar su casa, a pesar de que las condiciones de que disfrutan no son las más óptimas", revela César Antón, director general del Imserso.
"Según los datos, durante el último año, debido a la falta de adaptación de la vivienda a la evolución física y cognitiva del mayor, en seis de cada diez hogares se ha producido algún tipo de accidente", explica Antón, quien considera que la "integración sociosanitaria en el domicilio es necesaria".
El estudio subraya que nueve de cada diez hogares dispone de cuadro eléctrico; que el 34 por ciento utiliza energía eléctrica como método de calefacción y que en seis de cada diez hogares se utiliza vitrocerámica, uno de los sistemas más recomendados para evitar incendios o explosiones en cocinas. Por otro lado, el 20 por ciento de los hogares estudiados no cuenta con teléfono, ni fijo ni móvil, lo que supone una mayor dificultad en una situación de riesgo. Además, la mitad de los suelos de las viviendas son irregulares y aproximadamente el 50 por ciento de los baños no cuentan con sujeción en la bañera, condiciones que aumentan el riesgo de accidente.
"Se necesita prevención. El estudio revela que el entorno de un mayor se modifica cuando ya se ha producido un accidente", explica Ana de Vicente, presidenta de Apeto y coordinadora del estudio. "Hay trabajo por hacer, a pesar de que el estudio muestra que la información sobre prevención está llegando al mayor. Son necesarias políticas de envejecimiento activo que destaquen la necesidad de los cambios de hábitos y de conductas", concluye De Vicente.
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