Una prótesis neural restaura el comportamiento tras una lesión cerebral
13/12/2013 - E.P.
Los autores se plantean si hay una ventana de tiempo óptimo tras la lesión en la que se debe implantar el dispositivo para restaurar la función
Actualmente, no existe un tratamiento comercializado para los 1,5 millones de estadounidenses que sufren lesiones cerebrales traumáticas (TBI) o las cerca de 800.000 víctimas de accidente cerebrovascular que sufren debilidad o parálisis en Estados Unidos anualmente.
Esta prótesis, llamada interfaz cerebro-máquina-cerebro, es un sistema microelectrónico de bucle cerrado en el que se reproducen las señales de una parte del cerebro, se procesan en tiempo real y luego se cierra la lesión mediante la estimulación de una segunda parte del cerebro que había perdido la conectividad, según explica un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los autores han estudiado la posibilidad de si utiliza el dispositivo para conectar la actividad de una parte del cerebro con otra, inducir la recuperación de la lesión cerebral traumática. Ése es el núcleo de esta investigación, subraya Pedram Mohseni, profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática en la 'Case Western Reserve', que construyó la prótesis cerebral. "Hemos encontrado que es posible utilizar una prótesis neural de bucle cerrado para ayudar a reparar una lesión cerebral", añade.
Los investigadores probaron la prótesis en un modelo experimental con lesión cerebral en el laboratorio de Randolph J. Nudo, profesor de Fisiología Molecular e Integrativa en la Universidad de Kansas. Nudo mapeó el cerebro y desarrolló un modelo en el que las partes anterior y posterior del cerebro que controlan las extremidades anteriores se desconectan.
El dispositivo amplifica las señales, que son potenciales llamadas de acción de los nervios y producidas por las neuronas en la parte anterior del cerebro.
Un algoritmo separa estas señales, con un registro del pico de actividad del cerebro, del ruido y otros artefactos. Con cada pico detectado, el microchip envía un pulso de corriente eléctrica para estimular las neuronas en la parte posterior del cerebro, conectando artificialmente las dos regiones del cerebro.
Dos semanas después de implantar la prótesis y que funcionara de manera continua, los modelos experimentales que utilizaron el sistema de circuito cerrado completo habían recuperado casi todas las funciones perdidas por una lesión, siendo capaces de coger con éxito alimento cerca del 70 por ciento de las veces, no siempre como en el modelo sin lesión pero mucho mejor que en el caso de las lesionadas.
Ante el éxito de estos resultados, Mohseni resalta que no se sabe todavía si se debe dejar el implante colocado durante toda la vida o se puede retirar a los dos o seis meses, siempre y cuando se hayan formado las nuevas conexiones en el cerebro.
La investigación sobre el cerebro ha demostrado que, durante los periodos de crecimiento, las neuronas que se comunican regularmente desarrollan y consolidan las conexiones. Mohseni y Nudo dijeron que necesitan más estudios sistemáticos para determinar qué ocurre en el cerebro que conduce a la restauración de la función.
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