Hasta un 40% de pacientes que sufre tracción vitreomacular se podría beneficiar de Jetrea, el primer fármaco de dosis única

Bilbao (02/10/2014) - Nerea Garay

• Actualmente la única opción terapéutica para la TVM es la intervención quirúrgica o la observación asociada al progresivo deterioro de la visión que puede derivar en ceguera central

• Ocriplasmina, presentado en el 90º Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología que se celebra en Bilbao, supone, según los especialistas, un cambio de paradigma en el tratamiento de la TVM

Hasta un 40 por ciento de pacientes con tracción vitreomacular podría beneficiarse de Jetrea (ocriplasmina), primer fármaco de dosis única para el tratamiento de esta dolencia, una de las causas más comunes de ceguera en personas mayores. La nueva herramienta terapéutica ha sido presentada en el 90º Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) que se celebra en el Palacio Euskalduna de Bilbao hasta el viernes con la asistencia de más de 2.000 especialistas nacionales e internacionales.

Hasta ahora la única opción terapéutica para la TVM era la cirugía o la observación asociada al progresivo deterioro de la visión que puede derivar en ceguera central. "El 5 por ciento de la población tiene TVM o degeneración macular asociada con la edad que de no tratarse precozmente y de forma eficaz conducen a la ceguera. Por eso, la TVM requiere de una mayor investigación sobre todo porque se presenta a medida que avanza la edad y la población está cada vez más envejecida", explicó el profesor José Fernández-Vega, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología. Este evento científico, añadió, tiene entre sus objetivos "revisar los conceptos actuales de cada especialidad tanto en sus aspectos preventivos como en los médicos o los quirúrgicos", recalcó el especialista.

La TVM es una afección que suele ser progresiva y que pone en riesgo la visión. Se estima que en Europa hay entre 250.000 y 300.000 pacientes con esta enfermedad ocular incapacitante, "que hace que quien la padece tiene una mala calidad de vida", subrayó la doctora Marta Suárez de Figueroa, presidenta de la Sociedad Española de Retina y Vitreo. Solo en España, cerca de unas 10.000 personas se verían afectdas por este síntoma.

La ocriplasmina, puesta a disposición de los pacientes por Alcon, es el principio activo de Jetrea. "Es una recombinante de una proteina humana -la plasmina- que se administra por medio de una única inyección intravitrea, y actúa sobre las fibras que causan el tirón anormal entre el cuerpo vitreo y la mácula. Mediante la disolución de estas proteinas, Jetrea alivia la tracción y consigue la separación posterior del cuerpo vitreo de la mácula.

Selección de pacientes

Los expertos quisieron dejar claro que el revolucionario tratamiento no servirá para todos los pacientes con TVM. "Habrá que seleccionar bien cada caso para no levantar falsas esperanzas. Los pacientes más jóvenes y que no hayan sido operados de cataratas tendrán más éxito con el tratamiento", explico el profesor José García Arumi, catedrático de Oftalmología en la Universidad Autónoma de Barcelona y Jefe de Servicio de Oftalmología en el Hospital Universitario de la Vall d'Hebron.

Los resultados de los estudios en Fase III llevados a cabo con ocriplasmina que evaluaron la seguridad y eficacia de una única administración del fármaco en un total de 652 pacientes de 18 años o mayores con adhesión focal vitreomacular sintomática, con o sin agujeros maculares de diámetro inferior o igual a 400 micras, alcanzaron resultados satisfactorios en la variable principal y demostraron que Jetrea es capaz de resolver los casos de TVM y agujero macular más eficazmente que el placebo.

"En las primeras semanas de tratamiento ya se ve la evolución que tendrá el paciente al que se le inyecta Jetrea y desgraciadamente no todos verán resultados positivos por lo que tendrán que recurrir a la cirugía; desgraciadamente si la nueva opción terapéutica no les va lo único que les queda es la intervención quirúrgica", remarcó el doctor Arumi, para quien ocriplasmina supone un cambio de paradigma en el tratamiento de la TVM.