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Institutos Nacionales de la Salud
La depresión podría empeorar el problema de la obesidad entre los pobres
Un estudio encontró un vínculo entre el trastorno mental y unas opciones nutricionales malsanas en esta población en alto riesgo
MARTES, 10 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- La depresión podría aumentar el riesgo de una mala nutrición y de obesidad entre los estadounidenses que reciben asistencia alimentaria, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores observaron a más de 600 personas que eran los principales compradores de comida en unas familias de bajos ingresos que vivían en "desiertos alimentarios" en Pittsburgh. Ese término se refiere a los vecindarios con un acceso limitado a alimentos saludables, como los productos agrícolas frescos. Todos los participantes estaban inscritos en un programa de asistencia alimentaria.
Hubo un firme vínculo entre la depresión, una mala nutrición y un índice de masa corporal (IMC, un cálculo de la grasa corporal según el peso y la estatura) alto, según el estudio, que aparece en la edición del 10 de marzo de la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
Pero la investigación no probó que la depresión fuera una causa de los malos hábitos alimentarios o la obesidad.
"Este estudio se enfoca en un grupo que tiene una importancia particular: los residentes de bajos ingresos, principalmente afroamericanos, de desiertos alimentarios urbanos", comentó en un comunicado de prensa de la revista la investigadora líder, Karen Flórez, científica social asociada de Rand Corp.
"Ese grupo tiene un riesgo particularmente alto de obesidad y mala nutrición", añadió. "Por tanto, el hallazgo de que la depresión se asocia con un riesgo incluso mayor dentro de este grupo que ya tiene un riesgo alto sugiere que una avenida potencial para la intervención es un enfoque en la salud mental".
Investigaciones anteriores han mostrado que los estadounidenses de bajos ingresos tienen unas tasas más altas de obesidad, anotaron los investigadores. Por ejemplo, el 42 por ciento de las mujeres de bajos ingresos son obesas, frente al 29 por ciento de las mujeres que viven bien por encima del umbral de la pobreza.
Y aunque estar inscrito en un programa de asistencia alimentaria mejora el acceso a la comida, algunos estudios sugieren que las personas en esos programas consumen menos frutas, más bebidas endulzadas con azúcar, más grasa y azúcares añadidos en total, y más calorías en exceso que las que no reciben asistencia alimentaria, anotaron los investigadores.
Se necesita más investigación para determinar si comer una dieta más saludable y controlar el peso podría mejorar la salud mental en este grupo de personas, añadió Flórez.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, news release, March 10, 2015
HealthDay
(c) Derechos de autor 2015, HealthDay
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