DE ACUERDO CON LA EVIDENCIA EXPUESTA EN LA REUNIÓN HOT TOPICS EN NEONATOLOGÍA
La morbilidad respiratoria en neonatos con displasia broncopulmonar, más prevalente en niñas
JANO.es · 25 marzo 2015 12:47
Según Alejandro P. Muñuzuri, adjunto de la UCI Neonatal del Hospital Clínico de Santiago, el trasplante de células madres mesenquimales de cordón umbilical se perfila como alternativa en el tratamiento preventivo de la DBP".
La IX edición Hot Topics en Neonatología, organizada por AbbVie y avalada por la Sociedad Española de Neonatología (SENeo), reunió en Madrid a unos 200 expertos. Entre los temas revisados este año se encuentran los límites de la viabilidad, la epidemia de la retinopatía de la prematuridad, la hipoglucemia neonatal, la nutrición en prematuros, la neuroprotección o la actitud actual en el paritorio, entre otros.
En su intervención, la profesora Anne Greenough, directora de la UCI Neonatal en King´s College Hospital de Londres, puso de manifiesto que la morbilidad respiratoria a largo plazo es común en los nacidos muy prematuramente y que han desarrollado displasia broncopulmonar (DBP). A este respecto, Greenough hizo referencia al estudio 'Gender differences in respiratory symptoms in 19-year-old adults born preterm', que muestra que los jóvenes nacidos prematuramente presentan, comparados con los nacidos a término, una mayor prevalencia de asma, sibilancias y dificultad para respirar a largo plazo.
Este estudio, desarrollado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Groningen, Países Bajos, evalúa una muestra de 690 adultos (de 19 años) nacidos con una edad gestacional menor de 32 semanas y/o con un peso al nacer inferior a 1.500 gramos, las diferencias de problemas respiratorios entre hombres y mujeres, y entre quienes desarrollaron displasia broncopulmonar en la edad neonatal.
Los resultados muestran que más de un tercio de estos adultos jóvenes nacidos prematuros sufren problemas respiratorios (mayor prevalencia de asma, sibilancias y dificultad para respirar) y necesitan más atención médica que la población general. Este mayor riesgo, arguye Greenough, obedece a que las consecuencias pulmonares del parto prematuro tienden a persistir durante toda la vida.
El sexo masculino es un factor de riesgo para desarrollar síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR) y displasia broncopulmonar. Los niños con SDR neonatal parecen tener más problemas de salud que las niñas durante el período neonatal y la infancia. Sin embargo, los resultados a largo plazo muestran diferencias de género. Las mujeres reportaron más síntomas respiratorios como asma, sibilancias y falta de aliento.
El estudio concluye, por tanto, que la prevalencia de morbilidad respiratoria a largo plazo es superior en las mujeres que en los hombres. De esta forma, las niñas prematuras presentan, comparadas con aquellas nacidas a término, un riesgo casi 3 veces superior de presentar asma (13% vs 5%). En el caso de las nacidas antes de la semana 32 de gestación con displasia broncopulmonar, el riesgo de asma es hasta 5 veces superior (24% vs 5%). Mientras que en el caso de los hombres adultos nacidos antes de la semana 32 de gestación, el riesgo de asma o sibilancias es del 9% frente al 4%.
De acuerdo con los autores, “no sólo los pediatras, sino también los médicos de familia y neumólogos deben ser conscientes de este nuevo grupo de pacientes, en los que los problemas respiratorios no desaparecerán nunca. Las mujeres parecen ser más vulnerables en su camino a la edad adulta y están más expuestas a los problemas respiratorios. Las investigaciones futuras deberían investigar en qué medida los síntomas físicos se correlacionan con alteraciones de la función pulmonar”.
Displasia broncopulmonar, nuevos horizontes
Por su paret, el doctor Alejandro P. Muñuzuri, adjunto de la UCI Neonatal del Hospital Clínico Universitario de Santiago, centró su exposición en el tratamiento de la displasia broncopulmonar en prematuros, ya que éstos manifiestan un riesgo elevado a esta infección debido al bajo peso al nacer.
El Dr. Muñuzuri recordó que el número de grandes prematuros con alto riesgo de desarrollar displasia broncopulmonar es cada vez mayor. A pesar de que los avances en los cuidados intensivos neonatales ha aumentado considerablemente la supervivencia de estos bebés, la falta de medidas eficaces para prevenir o mejorar este trastorno común y grave hace que la DBP siga siendo una causa importante de mortalidad y morbilidad de por vida en los recién nacidos prematuros.
La única forma efectiva de prevenirla es evitar el nacimiento de bebés muy prematuros. Mientras tanto, el objetivo radica en poder mejorar las secuelas y morbilidad en estos pacientes. En este contexto, el Dr. Muñuzuri ha señalado la importancia de buscar alternativas menos invasivas haciendo referencia al estudio presentado en Washington titulado 'Mesenchymal Stem Cells for Bronchopulmonary Dysplasia: Phase 1 Dose-Escalation Clinical Trial' sobre el trasplante de células madre umbilicales en pacientes pretérmino con alto riesgo de desarrollar DBP (de entre 23 y 29 semanas y un peso al nacer de entre 500 y 1.250 gramos con necesidad de soporte ventilatorio continuo).
Los resultados muestran que el trasplante de células madre en recién nacidos pretérmino con alto riesgo de DBP es seguro. Administrándolas de manera intratraqueal en la segunda semana de vida con dependencia ventilatoria disminuyó la severidad de DBP, la necesidad de administrar esteroides postnatales y se logró más rápidamente la extubación. A los 2 años ninguno de los pacientes fue diagnosticado de asma o requirió tratamiento inhalador (esteroides/broncodilatadores) de manera continuada.
En su intervención, la profesora Anne Greenough, directora de la UCI Neonatal en King´s College Hospital de Londres, puso de manifiesto que la morbilidad respiratoria a largo plazo es común en los nacidos muy prematuramente y que han desarrollado displasia broncopulmonar (DBP). A este respecto, Greenough hizo referencia al estudio 'Gender differences in respiratory symptoms in 19-year-old adults born preterm', que muestra que los jóvenes nacidos prematuramente presentan, comparados con los nacidos a término, una mayor prevalencia de asma, sibilancias y dificultad para respirar a largo plazo.
Este estudio, desarrollado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Groningen, Países Bajos, evalúa una muestra de 690 adultos (de 19 años) nacidos con una edad gestacional menor de 32 semanas y/o con un peso al nacer inferior a 1.500 gramos, las diferencias de problemas respiratorios entre hombres y mujeres, y entre quienes desarrollaron displasia broncopulmonar en la edad neonatal.
Los resultados muestran que más de un tercio de estos adultos jóvenes nacidos prematuros sufren problemas respiratorios (mayor prevalencia de asma, sibilancias y dificultad para respirar) y necesitan más atención médica que la población general. Este mayor riesgo, arguye Greenough, obedece a que las consecuencias pulmonares del parto prematuro tienden a persistir durante toda la vida.
El sexo masculino es un factor de riesgo para desarrollar síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR) y displasia broncopulmonar. Los niños con SDR neonatal parecen tener más problemas de salud que las niñas durante el período neonatal y la infancia. Sin embargo, los resultados a largo plazo muestran diferencias de género. Las mujeres reportaron más síntomas respiratorios como asma, sibilancias y falta de aliento.
El estudio concluye, por tanto, que la prevalencia de morbilidad respiratoria a largo plazo es superior en las mujeres que en los hombres. De esta forma, las niñas prematuras presentan, comparadas con aquellas nacidas a término, un riesgo casi 3 veces superior de presentar asma (13% vs 5%). En el caso de las nacidas antes de la semana 32 de gestación con displasia broncopulmonar, el riesgo de asma es hasta 5 veces superior (24% vs 5%). Mientras que en el caso de los hombres adultos nacidos antes de la semana 32 de gestación, el riesgo de asma o sibilancias es del 9% frente al 4%.
De acuerdo con los autores, “no sólo los pediatras, sino también los médicos de familia y neumólogos deben ser conscientes de este nuevo grupo de pacientes, en los que los problemas respiratorios no desaparecerán nunca. Las mujeres parecen ser más vulnerables en su camino a la edad adulta y están más expuestas a los problemas respiratorios. Las investigaciones futuras deberían investigar en qué medida los síntomas físicos se correlacionan con alteraciones de la función pulmonar”.
Displasia broncopulmonar, nuevos horizontes
Por su paret, el doctor Alejandro P. Muñuzuri, adjunto de la UCI Neonatal del Hospital Clínico Universitario de Santiago, centró su exposición en el tratamiento de la displasia broncopulmonar en prematuros, ya que éstos manifiestan un riesgo elevado a esta infección debido al bajo peso al nacer.
El Dr. Muñuzuri recordó que el número de grandes prematuros con alto riesgo de desarrollar displasia broncopulmonar es cada vez mayor. A pesar de que los avances en los cuidados intensivos neonatales ha aumentado considerablemente la supervivencia de estos bebés, la falta de medidas eficaces para prevenir o mejorar este trastorno común y grave hace que la DBP siga siendo una causa importante de mortalidad y morbilidad de por vida en los recién nacidos prematuros.
La única forma efectiva de prevenirla es evitar el nacimiento de bebés muy prematuros. Mientras tanto, el objetivo radica en poder mejorar las secuelas y morbilidad en estos pacientes. En este contexto, el Dr. Muñuzuri ha señalado la importancia de buscar alternativas menos invasivas haciendo referencia al estudio presentado en Washington titulado 'Mesenchymal Stem Cells for Bronchopulmonary Dysplasia: Phase 1 Dose-Escalation Clinical Trial' sobre el trasplante de células madre umbilicales en pacientes pretérmino con alto riesgo de desarrollar DBP (de entre 23 y 29 semanas y un peso al nacer de entre 500 y 1.250 gramos con necesidad de soporte ventilatorio continuo).
Los resultados muestran que el trasplante de células madre en recién nacidos pretérmino con alto riesgo de DBP es seguro. Administrándolas de manera intratraqueal en la segunda semana de vida con dependencia ventilatoria disminuyó la severidad de DBP, la necesidad de administrar esteroides postnatales y se logró más rápidamente la extubación. A los 2 años ninguno de los pacientes fue diagnosticado de asma o requirió tratamiento inhalador (esteroides/broncodilatadores) de manera continuada.
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