CÉLULAS B EN LEUCEMIA
Las células tumorales, en bandada a la metástasis
Un estudio en 'Current Biology' muestra que células B de leucemias y linfomas migran en grupo, y así lo hacen con más eficacia que aisladamente.
Sonia Moreno. Madrid |soniamb@diariomedico.com | 03/03/2015 17:42
Gema Malet, investigadora del IFOM y de la Universidad de Milán (Italia). (DM)
VISTA:
Como si fueran pájaros que migran en bandadas, las células tumorales se propagan en grupo, con un líder, una célula en este caso, que marca el rumbo y se releva constantemente para poder recuperarse de la exposición a los factores ambientales. De esa forma, las células se aseguran de generar con eficacia metástasis.
- Este equipo multicéntrico de científicos ha combinado para el trabajo técnicas de imagen avanzada, bioinformática y matemática aplicada
Esa conducta se ha descrito por primera vez en células B en leucemias y linfomas. Así se ha observado en un trabajo interdisciplinar y multicéntrico, que se publica en Current Biology, con la investigadora española Gema Malet, delInstituto FIRC de Oncología Molecular (IFOM) y del equipo de Giorgio Scita, en la Universidad de Milán, como primera autora.
Gracias al empleo de técnicas de imagen avanzadas, bioinformática y matemática aplicada, estos científicos han constatado, en modelos in vitro de quimiotaxis de células tumorales en un gradiente de quimiocina CCL19, la tendencia de las células malignas de nuestro sistema inmunitario a formar agregados que se mueven emulando las bandadas de aves o los bancos de peces.
Pero lo más interesante de este trabajo, según escribe Malet a DM, es que "la sensibilidad y la capacidad migratoria de células aisladas o que forman parte de grupos es radicalmente distinta. Los grupos migran mucho más y mejor, y tienen un espectro de respuesta a CCL19 muchísimo más amplio. Y no paran nunca de migrar perfectamente hacia CCL19. Por un lado, los grupos son capaces de percibir concentraciones muy bajas de quimiocina que la célula sola no percibe (y por tanto no está orientada y no migra direccionalmente). Y en el caso de concentraciones muy elevadas de quimiocina, las células solas llegan a huir del gradiente (quimiorrepulsión), mientras que los grupos siempre migran hacia éste: se puede dar el caso de que células aisladas y grupos migren en sentidos opuestos. Esto es un concepto completamente nuevo en biología".
El objetivo ahora es entender por qué esa diferencia, apunta la científica, que tras sus estudios de Bioquímica en la Universidad de Valencia mereció una beca Marie Curie en el Inserm de Toulouse antes de recalar en el grupo de Scita, un experto en migración celular, con la idea concreta de desarrollar un proyecto en este campo.
Entre las explicaciones apuntadas para el fenómeno hallado, se encuentran la hipótesis física -la mayor capacidad de percibir señal de grupos según el tamaño-y la basada en biología celular: "Se sabe que el receptor de la quimiocina CCL19 (CCR7) es internalizado tras unir su ligando y, posteriormente, inactivado". El receptor sufre ciclos de activación y desactivación, que provocan que las células expuestas a CCL19 dejen de sentir la señal por un tiempo, mientras que el cluster o grupo tiene la capacidad para que las células ignoren determinadas señales.
El hecho de que haya células capaces de producir metástasis de forma colectiva se conoce desde hace relativamente pocos años, desde la publicación del grupo de Peter Friedl, en Cancer Research, en 2002. La migración colectiva se ha observado en diferentes tipos de tumores sólidos, sobre todo con alto grado de diferenciación.
Posible aplicación
Sobre la posibilidad de obtener terapias que impidan la diseminación de células tumorales que adoptan el sistema de migración colectiva, Malet indica que se basará en el conocimiento de las interacciones entre las células del grupo y también con la matriz extracelular.
Sobre la posibilidad de obtener terapias que impidan la diseminación de células tumorales que adoptan el sistema de migración colectiva, Malet indica que se basará en el conocimiento de las interacciones entre las células del grupo y también con la matriz extracelular.
"Conocer cuáles son las células encargadas de guiar esos grupos y convertirlas en diana terapéutica es algo que llegará a la clínica en el futuro", confía la científica. Así, espera que se lleguen a diseñar terapias que inhiban la migración para dar tiempo a los tratamientos antiproliferativos, antiapoptósicos e inmunes a eliminar las células tumorales.
"En algunos tipos de cáncer puede suceder, idealmente, que la misma terapia actúe frente a la migración y la proliferación a la vez. Y, además, en ciertos casos, las quimiocinas provocan no solo migración, sino división celular. Un campo para explorar es el de fármacos que inhiban ambas".
A partir de este hallazgo, el objetivo es identificar moléculas que puedan interferir con la capacidad de agregación de las células tumorales y evitar así la migración
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En otros modelos de tumores
La científica destaca que se hayan descrito varios tipos de cáncer que invaden en grupo, sobrexpresan CCR7, migran hacia CCL19 de manera colectiva y usan las mismas vías o 'autopistas' que utilizan los linfocitos, para, por ejemplo, invadir ganglios. Ocurre con la vía CCL19/CCR7, pero tambien con SDF-1/CCR4, entre otras. De ahí que su investigación continúe ahora en la identificación de eventos de quimiotaxis colectiva en otros modelos celulares, tumores sólidos en particular. También estudia series de inhibidores para caracterizar las rutas de señalización clave implicadas en la quimiotaxis colectiva.
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