Las mutaciones genéticas asociadas a la leucemia son casi inevitables cuando se envejece
28-02/03/2015 - E.P.
La leucemia resulta de la acumulación gradual de mutaciones del ADN en las células madre de la sangre, en un proceso que puede durar décadas
Es casi inevitable que las personas desarrollen mutaciones genéticas asociadas con la leucemia a medida que envejecen, según un estudio publicado en 'Cell Reports'. Basado en un estudio de 4.219 personas sin ninguna evidencia de cáncer de la sangre, los autores estiman que hasta un 20 por ciento de las personas de entre 50 y 60 años y más del 70 por ciento de las personas mayores de 90 años de edad tienen células sanguíneas con los mismos cambios en los genes que se encuentran en la leucemia.
Los expertos que investigan las etapas más tempranas del desarrollo del cáncer utilizaron un método de secuenciación exquisitamente sensible capaz de detectar mutaciones de ADN presentes en tan sólo el 1,6 por ciento de las células sanguíneas para analizar 15 posiciones en el genoma, que son conocidas por estar alteradas en la leucemia.
Mediante la comparación de sus resultados con otras investigaciones que llevó a cabo con un menor grado de sensibilidad sobre exomas enteros, los expertos lograron concluir que la incidencia de las células preleucémicas en la población general es mucho mayor de lo que se pensaba previamente y aumenta drásticamente con la edad.
"La leucemia resulta de la acumulación gradual de mutaciones del ADN en las células madre de la sangre, en un proceso que puede durar décadas", explica el doctor Thomas McKerrell, primer coautor del 'Wellcome Trust Sanger Institute', en Reino Unido.
"Con el tiempo, la probabilidad de que estas células adquieran mutaciones aumenta. Lo que nos sorprendió fue que encontramos estas mutaciones en una gran proporción de personas de edad avanzada. Este estudio nos ayuda a entender cómo el envejecimiento puede llevar a la leucemia, a pesar de que la gran mayoría de la gente no vive el tiempo suficiente para acumular todas las mutaciones necesarias para desarrollar la enfermedad", añade.
Las mutaciones pre-leucémicas estudiadas parecen dar una ventaja de crecimiento a las células portadoras de ellas y esto inicia un proceso en el que las células con estas mutaciones dominan la formación de la sangre. A medida que aumentan en número, la probabilidad de que una o más de ellas aquieran más mutaciones se hace mayor, algo que eventualmente podría conducir a la leucemia y trastornos similares.
Curiosamente, el estudio encontró que las mutaciones que afectan a dos genes particulares, SF3B1 y SRSF2, aparecieron exclusivamente en personas de 70 años de edad, lo que sugiere que estas mutaciones sólo tienen una ventaja de crecimiento en el futuro, cuando hay menos competencia. Este hallazgo explica por qué los síndromes mielodisplásicos, un grupo de enfermedades como la leucemia asociadas con estos genes, aparecen casi exclusivamente en los ancianos.
Ninguna de las 4.219 personas estudiadas tenían una mutación en NPM1, el gen de la leucemia aguda más comúnmente mutado, en hasta un 40 por ciento de los casos. Este resultado inesperado sugiere que las mutaciones en NPM1 se comportan como guardianes de este tipo de cáncer; una vez que se produce una mutación en este gen en una célula con mutaciones particulares preleucémicas previamente acumuladas, la enfermedad progresa rápidamente para convertirse en leucemia.
"La importancia de las mutaciones en este gen está asombrosamente clara de estos resultados: simplemente no existe donde no hay leucemia", afirma la doctora Naomi Park, primera autora del Instituto Sanger. "Cuando está mutado en la célula correspondiente, se abren las compuertas y la leucemia es entonces muy propensa a desarrollarse. Esto encaja con los estudios que hemos realizado en el pasado en los que se encontró que el gen prepara las células madre de la sangre para la transformación leucémica", agrega.
La leucemia es un modelo útil para la investigación sobre el origen del cáncer ya que las muestras de sangre son mucho más fáciles de obtener que las muestras de tejido. Cada cáncer comienza con una única mutación en una sola célula; por lo que esta investigación permite a los científicos analizar cómo estas células mutadas se acumulan para formar el cáncer.
"La secuenciación ultraprofunda nos ha permitido ver los inicios de cáncer", destaca el doctor George Vassiliou, autor principal del Instituto Sanger. "Estas mutaciones serán inofensivas para la mayoría de la gente, pero para algunos portadores tomarán cuerpo en un viaje hacia la leucemia. Ahora, estamos empezando a comprender los principales hitos de ese viaje", concluye.
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